Fiscal: ¿cuándo caen los que dieron la orden?

La Sala de Instrucción Penal de la Corte Suprema, que investiga a los congresistas acusados de saquear un contrato de $ 40.000 millones que buscaba entregarles agua a las familias pobres de La Guajira, dio credibilidad a los testimonios de Olmedo López y Sneyder Pinilla, exdirector y exsubdirector de la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que incriminan a los exministros de Interior, Luis Fernando Velasco, y de Hacienda, Ricardo Bonilla, y a otras fichas del petrismo, en el escandaloso robo.

López, Pinilla y otra involucrada, la exconsejera del Presidente para las Regiones, Sandra Ortiz, contaron cómo, por órdenes recibidas desde lo alto de la istración de Gustavo Petro, en octubre de 2023 entregaron maletines con $ 3.000 millones de pesos en efectivo al entonces presidente del Senado, Iván Name, y $ 1.000 millones más al de la Cámara, Andrés Calle, capturados esta semana por orden de la Corte. La cúpula del Gobierno aceitaba así a la cúpula del Congreso para tramitar sus proyectos de ley.

El indignante robo de la plata de los carrotanques –todo un crimen– hunde en el fango a figuras notables del Gobierno: el exmininterior Velasco, gran aliado de Petro en el liberalismo, y el exminhacienda Bonilla, amigo de confianza del mandatario, así como al entonces jefe istrativo de la Casa de Nariño y mano derecha de Petro, Carlos Ramón González.

Pero también ensucia a los Calle, poderosa familia política de Córdoba que desde 2021 –y a pesar de militar en el Partido Liberal– apoyó la candidatura de Petro, le organizó manifestaciones y le llevó a las urnas decenas de miles de votos. Tan cercano era a ellos que, en un mitin, Petro pidió a la gente que votara por Andrés Calle a la Cámara. Y eso que el Pacto Histórico tenía su propia lista.

Gabriel Calle, hermano del hoy capturado expresidente de la Cámara, fue gerente de la campaña de Petro en Córdoba, y en 2023 fue inscrito por la Colombia Humana, el partido fundado por Petro, como candidato a la gobernación. Los Calle son petristas hasta la médula, y amigos cercanos del Presidente. En cuanto a Iván Name, es cierto que a veces hizo gala de independencia, pero la mayor parte de su periodo a la cabeza del Senado le cedió la presidencia de las sesiones a la petrista María José Pizarro.

Según los testimonios de López, Pinilla y Ortiz, la orden de mover esas platas para aceitar a las cabezas del Congreso se dio en reuniones con los exministros Velasco y Bonilla, y con González. López, Pinilla y Ortiz están detenidos, y Name y Calle fueron capturados esta semana por la Corte: ¿qué pasará ahora con Velasco, Bonilla y González? Su suerte está en manos de la Fiscalía, pues ellos no gozan del fuero parlamentario de Name y Calle. La fiscal delegada del caso, María Cristina Patiño, tiene la evidencia en sus manos. Entonces, fiscal general Luz Adriana Camargo, ¿cuándo define la Fiscalía si los captura?

Queda claro que, con la excepción del narcoescándalo en tiempos de Ernesto Samper, este es el cuatrienio con mayor carga de corrupción en muchas décadas. Pero falta. Ahora, el mininterior, Armando Benedetti, cuadró con más de media docena de senadores liberales entregarles el Mincomercio, en cabeza de Diana Morales, hoy secretaria de una comisión de la Cámara. Todo ello para que esos senadores voten la inútil consulta popular –que cuesta $ 600.000 millones– sobre la reforma laboral, que Petro quiere usar para calentar la campaña de 2026.

Esos senadores son: Fabio Amín, Juan Diego Echavarría, John Jairo Roldán, Alejandro Vega, Alejandro Chacón, Jaime Durán, Claudia Pérez y Laura Fortich. Aunque aquí no hay –hasta ahora– maletines con plata, ¿no se parece esto al caso que llevó a la cárcel a congresistas y a funcionarios uribistas acusados de compraventa de votos, con puestos, para facilitar la reforma que permitió la reelección de Álvaro Uribe? Es que no aprenden...

MAURICIO VARGAS

IG: @mvargaslinares

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