En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
‘Para alcanzar el éxito debes tener un sueño y empeñarte en él’
Entrevista con el mejor sommelier del mundo 2023, el letón Raimonds Tomsons.
Raimonds Tomsons, durante una de las competencias del mundial que se llevó a cabo en París. Foto: LISA CAPPELLEN. CORTESÍA ASI
En febrero de este año, en París, Raimonds Tomsons, de Letonia, fue coronado como el ‘mejor sommelier del mundo’ tras ganar la final del exigente concurso que cada tres años organiza la Association de la Sommellerie Internationale (ASI).
Tras cuatro días de duras pruebas, que incluyeron catas a ciegas, pruebas de servicio y
hasta detectar precios y orígenes errados en una carta de vinos, Tomsons, jefe de vinos del restaurante Barents, en Riga (la capital de Letonia), se impuso a 68 candidatos de 65 países. EL TIEMPO conversó con él vía Zoom.
Para convertirse en un gran sommelier lo más importante es ser consistente. Es como ir al gimnasio: cuanto más vayas, mejor serás.
-Todos sabemos que los buenos sommeliers no nacen, sino que se hacen. ¿Cuáles son las claves para convertirse en un gran sommelier?
Como en cualquier profesión, necesitas trabajar duro. Mucha gente piensa que este oficio tiene que ver con buenos paladares, pero la verdad es que para convertirse en un gran sommelier lo más importante es ser consistente. Es como ir al gimnasio: cuanto más vayas, mejor serás. Pero para tener éxito también es necesario tener un sueño, y luego debes empeñarte en él, motivarte, estar siempre muy orientado a tus objetivos y trabajar duro. Si lo haces, es cuestión de tiempo para que logres el éxito.
La teoría es esencial, pero creo que lo que hace que un sommelier sea un gran sommelier es su capacidad para trabajar con personas. Porque el buen sommelier es ante todo un gran mesero.
-¿Qué peso le da en este proceso al estudiar mucho?
La teoría es la base para toda profesión. Necesitas conocerla para ser un buen catador. Necesitas saber sobre viticultura, vinificación, clima, suelos… Entender cómo una crianza en madera influirá en el estilo, el aroma y el sabor del vino. O cómo un clima frío influirá en la acidez... La teoría es esencial, pero creo que lo que hace que un sommelier sea un gran sommelier es su capacidad para trabajar con personas. Porque el buen sommelier es un gran mesero: debe amar la hospitalidad y a la gente. Porque puedes tener un gran conocimiento, pero si no sabes cómo usar ese conocimiento con un cliente en un restaurante o una tienda de vinos, de nada servirá lo mucho que sepas. Y en esto la humildad es clave: el objetivo no es brillar con tu conocimiento, sino ayudar a las personas y hacer que se sientan cómodas.
Abracé el sueño de ganar este campeonato en el 2010, en Santiago de Chile, cuando vi ganar al gran Gerard Basset (Reino Unido, 1957-2019).
-Ya había llegado a una final de este campeonato en el 2019. ¿Se imaginó que podía llegar a ganar y, además, nada menos que en París?
Sí, yo tenía una visión clara. Ese sueño nació en el 2010, en Santiago de Chile, mi primera competencia mundial, la primera vez que representaba a Letonia entre los mejores del mundo. Ese año ganó Gerard Basset (1957-2019), y ver a este gran sommelier en ese escenario me impactó. Desde ese momento abracé el sueño de ganar esta competición y decidí hacerlo realidad: comencé a concentrarme, a estudiar de manera constante. Tenía una visión, un plan y una meta. Y los fui construyendo. En el 2016, en Mendoza, logré entrar a las semifinales y terminé de séptimo. Luego, en 2017, gané el premio al Mejor Sommelier de Europa. En 2019, en Amberes, llegué a la final, pero por algunas razones muy específicas no gané. Fue una experiencia muy dura y dolorosa. Pero ya conocen el dicho: ‘todo lo que no te mata te hace más fuerte’. Cambié algunos detalles en mi enfoque y así fue como logré ganar en París.
-¿Cómo entender que una persona que viene de Letonia, que es un país que no tiene mucha tradición de vinos, sea hoy el mejor sommelier del mundo?
Separaré mi respuesta en dos partes. La primera es que si te gusta hacer lo que haces, si realmente te apasiona, ya tienes parte del camino recorrido, sin importar de dónde vengas. Evidentemente debes estar rodeado de las personas adecuadas, tener a diferentes tipos de vinos, viajar, aprender, estudiar, visitar regiones vinícolas y bodegas, etc. El segundo factor, muy importante, es que en Letonia y los otros países bálticos tenemos una cultura del vino muy joven y abierta. Nos independizamos de la Unión Soviética en el 91. La Asociación de Sommeliers de Letonia se estableció en 2002. Así que podemos decir que desde principios de la década del 2000 nos abrimos al mundo y comenzó el desarrollo de nuestra cultura del vino de forma bastante rápida. Pudimos viajar, la gente estaba muy ansiosa, con muchas ganas de abrir diferentes tipos de
restaurantes, de probar diferentes tipos de vinos. Y al no ser un país con una cultura y tradición de vinos fuerte diría que somos más libres, más aventureros, y de mente más abierta al dinámico y muy amplio mundo del vino.
Raimonds Tomsons, con la bandera de su país, Letonia, al ganar el título de ‘mejor sommelier del mundo’, el mes de febrero, en París. Foto:David Marmier. Cortesía: Association de la Sommellerie Internationale (ASI).
-¿Cuál de todas las pruebas que enfrentó en este campeonato mundial fue la más difícil para usted?
Desde la parte psicológica, fueron los cuartos de final, porque si no calificas para la semifinal, estás acabado. Eso fue un poco complicado. Y en cuanto a la final, debo decir que la disfruté. Estaba un poco nervioso al principio, pero realmente me gusta competir. Disfruté mucho estar en el escenario. Y creo que esto es muy importante,
porque si estás relajado y te gusta lo que haces, realmente puedes mostrar todo tu conocimiento, capacidades y carisma.
Las mujeres son grandes sommeliers y grandes catadoras. Y estudian mucho, son muy organizadas. Es solo cuestión de tiempo para que tengamos a una mujer como mejor sommelier del mundo.
-Cada vez vemos más mujeres en las posiciones más destacadas de este concurso. La danesa Nina Jensen ocupó el segundo lugar, la sa Pascaline Lepeltier fue cuarta y la argentina Valeria Gamper, sexta. ¿Estamos cerca de tener la primera mujer elegida como mejor sommelier del planeta?
Sí, y estoy muy feliz de que esta profesión, que históricamente estaba más orientada a los hombres, ahora esté más equilibrada gracias a estas damas maravillosas. Gracias a ellas ahora la comunidad de sommeliers es más diversa e interesante. Conozco a todas las damas que mencionó y, ante todo, son muy buenas amigas y muy buenas colegas. Creo que las mujeres son grandes sommeliers y grandes catadoras. Y tienen un tipo de actitud diferente: cuando hacen algo, lo hacen muy bien. Estudian mucho, son muy organizadas. Los hombres podemos ser bastante caóticos en ciertos momentos. Así que creo que es solo cuestión de tiempo para que podamos coronar a una mujer como la mejor sommelier del mundo.
-Un sommelier tiene que estudiar mucho: ¿cuál es la región del mundo que más trabajo le ha dado?
China, por los nombres. Es muy complicado.
-¿Cuál es la región de vinos que más lo apasiona?
Champagne. Es solo un vino espumoso, pero es tan diverso, tan complicado, con tantas sutilezas y subregiones. Y tan dinámico… Cambia todo el tiempo.
-¿Por qué, como ha dicho en otras entrevistas, le entusiasman tanto los espumosos de Austria?
Estudié en la Academia Austriaca de Vinos. Así que tengo una conexión muy estrecha con sus enólogos, sus bodegas y su gente. Es un gran país vitivinícola
en general, no solo por sus vinos blancos, sino también por sus grandes tintos. Y en los
últimos 15 o 20 años están elaborando unos excelentes vinos espumosos que recomiendo probar.
-La región o país de vinos que le gustaría descubrir más a fondo…
Italia, en general. Porque es muy amplia: tiene tantas regiones y subregiones, tantas variedades d e uva, tanta diversidad… Me encantaría estudiar más a Italia y viajar más a
Entre los amantes del vino: lo orgánico, lo biodinámico y la baja intervención son tendencia. También los vinos sin alcohol o bajos en alcohol. Y los rosados no paran de crecer.
-¿Qué tendencias advierte entre los consumidores contemporáneos de vino?
Entre los amantes del vino: lo orgánico, lo biodinámico y la baja intervención. También los vinos sin alcohol, o bajos en alcohol, son hoy una tendencia bastante fuerte en mi opinión. Y, por último, el vino rosado, que como categoría sigue creciendo. De hecho, cada vez veo más bodegas que antes no producían rosado y ahora lo hacen.
-¿Qué es para usted una buena carta de vinos?
Debe ser aventurera, sorprender. No debe ser necesariamente larga. Pueden ser 50 vinos, tal vez 30, pero esos vinos deben hablar sobre el lugar del que vienen, tener personalidad y conectarse con la filosofía del chef y del restaurante. Y, por supuesto, debe tener precios honestos.
"En la final, debo decir que disfruté mucho estar en el escenario. Y creo que esto es muy importante, porque si estás relajado y te gusta lo que haces, realmente puedes mostrar todo tu conocimiento, capacidades y carisma", le dijo a EL TIEMPO Raimonds Tomsons. Foto:Cortesía: Association de la Sommellerie Internationale (ASI).
Tengan una mente muy abierta. No se apeguen a un país, región o estilo específico. Prueben tantos vinos como puedan. Y viajen, si pueden, a regiones productoras.
-Un consejo para quienes quieren aprender más de vinos...
Tengan una mente muy abierta. No se apeguen a un país, región o estilo específico. Prueben tantos vinos como puedan. Luchen contra los diferentes mitos que hay en torno al vino. Y si van a un restaurante y hay un buen sommelier, confíen en él, pues les llevará por caminos interesantes. Por supuesto, hay que estudiar: hay grandes libros y está internet. Y, si se lo puede permitir, una de las mejores formas para aprender, entender y respetar al vino es viajando, recorriendo regiones productoras.
-Y uno para los jóvenes sommeliers que hoy lo ven como un ejemplo a seguir...
Mantenerse humilde, con los pies en la tierra por más premios que reciban, viajes, invitaciones o grandes vinos que puedan llegar a probar. Porque como ya mencioné, un gran sommelier es ante todo un gran mesero. Debe ser capaz de hablar con diferentes tipos de personas, tener la mente abierta, ser amable y elegante. Habrá muchos desafíos, obstáculos y detractores, pero si realmente aman lo que hacen y le pueden dedicar tiempo y trabajo duro a esto, triunfarán. Recuerden que el éxito solo viene con las dificultades. Se los dice un chico que viene de un país postsoviético sin cultura del vino: soy la prueba de que todo es posible. Y no quiero decir que sea fácil. Pero si yo, que tengo tres niños, logro sacar tiempo para estudiar, todos pueden hacerlo.