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Entrevista
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Juan Daniel Oviedo: ‘El centro tiene que demostrarle a Colombia que sí es capaz de ponerse de acuerdo’
El exdirector del Dane y exconcejal de Bogotá habló con EL TIEMPO sobre su candidatura presidencial.
Juan Daniel Oviedo durante su rendición de cuentas en el Consejo de Bogotá Foto: Prensa Juan Daniel Oviedo
Juan Daniel Oviedo, recordado director del Dane durante el gobierno de Iván Duque y concejal de Bogotá hasta este jueves (cuando anunció su renuncia para buscar la Presidencia en 2026), habló con EL TIEMPO sobre su decisión.
Asegura que es momento del centro, pero este tiene la responsabilidad de demostrarle al país que sí se puede poner de acuerdo.
El concejal de Bogotá, Juan Daniel Oviedo en entrevista para El Tiempo. Foto:César Melgarejo/ El Tiempo
¿En qué momento decide buscar la Presidencia y toma la decisión de presentarse como candidato?
La chispa inicial de este sentimiento surgió el 9 de septiembre del año anterior en una entrevista. Fue algo superespontáneo. Me preguntan si Juan Daniel Oviedo será candidato a la Presidencia en 2026, y si hay algo que quiero hacer en el ejercicio político es hablar claro, con la verdad. Si lo estaba pensando, tenía que decir que sí; imagínese que diga que no y después me arrepienta. Dije que sí, que lo estaba pensando como un propósito de aportar. Es el resultado de la oportunidad de darles respuesta al eco que generó nuestra campaña a la Alcaldía de Bogotá y a ese reconocimiento regional que pudimos vivir de primera mano los que tuvimos la oportunidad de ejercer el trabajo en el Concejo de Bogotá. Por eso dijimos que vale la pena. En estos momentos críticos del escenario político, puede ser una buena oportunidad para que el país entienda cómo se come eso del centro. El centro se puede servir en la mesa y se puede comer; tiene una visión clara, un propósito claro y una actitud clara.
¿Cómo hacer que el centro político del que habla tenga cabida en medio de una escalada de la polarización en el país?
Estratégicamente, el nivel de polémica que tiene la política en este momento genera una coordinación tácita, es decir, les sirve a ambos extremos apabullar al centro para lograr que el centro y sus votantes decidan si se mueven a la derecha o a la izquierda. Pero, al mismo tiempo, hoy la gente está tan empoderada y tan consciente que puede llegar a decir: “Venga, nos cansamos y llegó el momento de que le demos la oportunidad a una cosa mucho más clara, más aterrizada, menos polémica y que nos dé la tranquilidad de que va a acercarse a la transparencia de hacer cosas y de rendir cuentas”. Hay una oportunidad. Va a ser un escenario super complejo, pero a eso estamos jugando.
Juan Daniel Oviedo también buscó la Alcaldía de Bogotá por firmas. Foto:Carlos Ortega - EFE
¿Tiene pensado participar en una consulta interpartidista en marzo del siguiente año?
De ese escenario se ha hablado muchísimo. Está por descontado que habrá una consulta del progresismo, de la izquierda. Hay que ser lo suficientemente estratégicos para lograr que en los otros espectros de la ideología política se pueda converger al menos en una consulta. La consulta interpartidista juega un rol muy importante, pero eso no significa que solo un camino y una estrategia nos lleven a participar en esa consulta. Hoy, el escenario de iniciar una campaña con la legitimidad que da un proceso de recolección de firmas, con una actitud de escuchar lo que está pasando no solo en Bogotá, sino en más de 95 ciudades que tenemos previsto visitar, representa una forma nueva de hacer política. Se pueden sostener conversaciones con otros candidatos, pero la unión no puede darse ya porque es muy temprano. Es importante conocernos entre quienes tenemos una visión alternativa. Pero sí está claro, desde nuestra voz, que el escenario de la consulta es clave. Debe haber una eficiencia en el tarjetón, que haya eficiencia y no aparezcan 45 candidatos.
Pero en ese centro del que usted habla hay mucha desconfianza y quedaron heridas del proceso del 2022, cuando se formó la Coalición de la Esperanza. ¿Cómo hacer para recuperar la confianza de estos líderes políticos?
Yo lo pongo de otra forma: no es ni siquiera recuperar la confianza. El centro tiene que ser capaz de demostrarle a un país, que es muy torpe para ponerse de acuerdo en causas comunes, que sí es capaz de hacerlo. Es decir, el 7 de diciembre, el Día de las Velitas, le vamos a poner las velitas a este o a esta y vamos a llegar juntos en este proceso. Esa puede ser una llave tremenda para despertar un sentimiento en la gente, que vea que esta vez sí se pusieron de acuerdo, sin tanta bulla, sin los titulares de dándose en la jeta entre ellos. Ese es el escenario que deseamos y no vamos a ser obstáculo para que eso suceda.
Nuestro factor diferenciador es que esas ganas son frescas y queremos aprovechar esa frescura y ese momento tan importante que estamos viviendo.
Juan Daniel OviedoCandidato presidencial
Ese centro ya tiene unas figuras muy consolidadas como Sergio Fajardo, quien puntea en las encuestas. También está Claudia López. ¿Cómo competir contra esos dos líderes de la política nacional?
Sin duda alguna, desde que esto empezó a pensarse, dije que quiero ganar. Creemos que ganar en este proceso se hace ganando el sentimiento de la gente, expresando que tenemos muchas ganas de llegar allá, porque en el fondo también hay un sentimiento de la gente que no podemos olvidar. El tema de expresar esas ganas, de gobernar el país a partir de la realidad. Nuestro factor diferenciador es que esas ganas son frescas y queremos aprovechar esa frescura y ese momento tan importante que estamos viviendo.
¿Qué experiencia le dejó su paso por el gobierno de Iván Duque, donde se destacó en el Dane siendo un funcionario netamente técnico?
Los otros ya han sido alcaldes, gobernadores, ministros. Yo era el del Dane. Esa entidad, para mí, fue, sin querer queriendo, una experiencia de tener perspectiva en la política, porque en cierta forma el Dane es ese faro, como lo decía Jorge Iván González, que nos muestra qué está pasando en el país: si la gente se siente bien, si hay pobreza, hambre, empleo. Y en mi actitud profesional de hacer las cosas lo mejor posible, me enfrenté a la biblioteca más potente que tiene el país en materia de realidades y de caras, y entendí que los datos convertidos en información son una voz muy potente de lo que pasa, de lo que les pasa a la gente y a las empresas. Eso me llevó a tener también una cantidad de argumentos y de diagnósticos para concluir que hay formas de solucionar las problemáticas. Sí se puede.
Juan Daniel Oviedo en su campaña por Bogotá. Ahora recorrerá todo el país. Foto:Campaña Juan Daniel Oviedo
¿Y el paso por el Concejo de Bogotá, donde estuvo 18 meses, qué le dejó de enseñanzas?
Clave, porque estar de este lado del control político es fundamental para entender que gobernar se hace teniendo una conversación clara con las corporaciones públicas del país y no silenciándolas. Esos dos elementos nos permiten entender que gobernar es rendir cuentas, claramente, pero también hablar claro con las instituciones políticas y que todo esté sobre la mesa. Esos dos elementos se suman para decir que soy una persona que va a llegar no solo a expresar su capacidad de pensar y hacer cosas, sino que entiende que hay que rendir cuentas y trabajar de la mano con el control político.
Ya participó en una campaña política. ¿Qué experiencia le dejó la contienda por Bogotá en 2023, en la que quedó por encima del candidato del presidente Gustavo Petro? ¿Qué funciona?
La calle sí está desilusionada de la actitud política cuando vamos a la calle. La gente dice que van cada cuatro años, ganan y no vuelven. Pero el detonante de una conversación ciudadana, con una actitud de escucha, fue superexitoso para nosotros. Ese sentimiento ha sido muy potente porque la gente sí quiere que la escuchen. La gente quiere que la reconozcan, que sepan qué es lo que viven en su día a día. Ese es el poder de los datos cuando se escuchan claramente. Eso funciona.
¿Qué no funciona?
No funciona dejarse llevar por la persona que llega y dice que tiene 20.000 votos. Ese no es el camino. Y creo que no funciona alimentar la polarización.
Juan Daniel Oviedo fue concejal de Bogotá durante 17 meses. Foto:Sergio Acero / EL TIEMPO
¿Cuáles son las primeras decisiones que tomaría si llega el 7 de agosto del 2026 a la Casa de Nariño?
Nuestro sueño es que ese 7 de agosto sea de frente, teniendo a los 1.103 alcaldes del país y a los 32 gobernadores, un poco para decir que esto es con todos. No es que yo llego a mandar, a imponer si somos amigos o no. Va a ser un momento difícil para el país. Vamos a tener que estar preparados, contar con unas medidas muy claras alrededor de un posible estatuto de racionamiento si el fenómeno de El Niño se consolida hacia finales del 2026, que ya para agosto vamos a saber si es así. Vamos, naturalmente, a tener que dejar claro que llegando allá vamos a tener que conversar sobre los principios de gobernar, porque existe la amenaza latente de que la pérdida del progresismo en el poder se exprese nuevamente en la calle. Ellos han demostrado ser más incidentes en la calle siendo oposición que gobernando. Y, sobre todo, tal vez la primera reunión que tendría sería con el alcalde Carlos Fernando Galán. No es que nos vayamos a volver centralistas, pero si a Bogotá no le va bien, al país no le va bien. Hay que hacer apuestas claras de infraestructura, como el anillo perimetral de carga y otras apuestas importantes.
¿Qué balance hace del gobierno Petro, al que le recibiría la Casa de Nariño si gana en las elecciones del 2026?
Es un desperdicio en el sentido de que todas las herramientas estaban ahí, todos los brazos, el cuarto de máquinas estaba ahí. Todo estuvo ahí. Hubo un intento de un Plan de Desarrollo que, por más que tuviera cosas que prendían las alarmas, había un plan que podía unirnos alrededor del propósito de que esas cosas sucedieran, y no. Hay cosas buenas, sí. Hay una reflexión de fondo sobre cómo empezar a tener una política clara de mejoramiento de vivienda. En eso se avanzó, pero hicieron agua ejecutándola. El tema de caminos comunitarios para la paz y el trabajo con las juntas de acción comunal también es una cosa interesante. Pero en ese desperdicio, nos deja con problemas de esos que son duros de asumir y de resolver. El modo de conducción de ese tren fue muy errático, muy torpe, muy poco eficiente y con mucho afán de destruir cosas que sí servían.
No es que nos vayamos a volver centralistas, pero si a Bogotá no le va bien, al país no le va bien.
Juan Daniel OviedoCandidato presidencial
¿Usted pudo haber hecho parte de este gobierno, siguiendo en el Dane, pero finalmente tuvo diferencias con el presidente Petro sobre lo que se quería para la entidad. Si ese nombramiento se hubiera concretado y usted hoy hiciera parte del gabinete, ¿qué le diría al presidente Gustavo Petro hoy?
Tal momento no existiría, en el sentido de que mi elemento fundamental para estar cuatro años en el Dane del gobierno Duque fue la línea directa que tuve con el presidente. Yo soy consciente de que fui un mensajero, y en Colombia –y en cualquier parte del mundo– cuando al mensajero le ponen intermediarios, se jodió. Esa línea directa que me dio el presidente Duque, y que le agradezco enormemente, fue clave para que yo tuviera la posibilidad de decir lo que sucedía. Tristemente, durante estos tres años, yo habría sido una piedra muy grande en el zapato, porque hay que tener en cuenta que el sistema de Naciones Unidas exige que uno de los principios de las estadísticas oficiales es también ser un verificador de información. Estaría prácticamente saliendo cada semana a decir que eso que están diciendo no es cierto. Sería muy incómodo, porque esa sería mi responsabilidad: decir que la interpretación que está haciendo el Presidente no es correcta. Si hubiera estado aquí, a tres años, habría una ley de estadísticas oficiales que garantizaría la plena independencia técnica del Dane y, por consiguiente, yo habría sido el verificador de la información frente a todas estas interpretaciones sesgadas que se han generado con los datos.