La Fiscal y Velasco

Muy mal parado dejan al exministro del Interior Luis Fernando Velasco las primeras conclusiones de la Sala Penal de la Corte Suprema, en el llamado a indagatoria a los expresidentes del Senado, Iván Name, y de la Cámara, Andrés Calle, dentro de la investigación del caso de la Unidad para la Gestión del Riesgo (UNGRD), donde, según Olmedo López, confeso exdirector de la entidad, se robaron 380.000 millones de pesos.

La providencia de la Sala Penal indica que el entonces “ministro del Interior Luis Fernando Velasco informó que en una comisión del Congreso, para sacar adelante la reforma de la salud, le estaban pidiendo en contratación 80.000 millones de pesos para los congresistas, y que frente a esto el hoy exministro había hecho una oferta de 35.000 millones de pesos”. El alto tribunal deduce que “... posiblemente sí existió un acuerdo delictivo, del cual hicieron parte altos funcionarios del Gobierno Nacional, y que tuvo entre sus finalidades sobornar congresistas con recursos públicos”.

En el ya largo historial de corrupción de altos funcionarios del Estado, no recuerdo haber leído algo tan grave: Velasco les habría ofrecido a de la Comisión VII de la Cámara 35.000 millones de pesos en contratación dirigida a amigos de los congresistas, para que votaran la reforma de la salud. Es asqueroso.

Tras seis meses de indagación desde las confesiones de Olmedo López y de su mano derecha, Sneyder Pinilla, que cuentan cómo se fraguó la compra de congresistas con dineros destinados, entre otras urgencias, a la grave crisis de agua que sufren los más pobres en La Guajira, la Sala Penal cumplió con su deber y avanzó al llamar a indagatoria a Name y Calle, aforados que deben ser investigados y juzgados por la Corte Suprema.

Entre tanto, ¿qué ha hecho la fiscalía de Luz Adriana Camargo en el caso de los altos funcionarios que esa entidad debe investigar? López y Pinilla fueron acusados. Y se supone que Sandra Ortiz, entonces consejera presidencial para las regiones, señalada por la entrega de maletines con miles de millones de pesos en efectivo a congresistas, va a ser acusada pronto. Pero ¿qué pasa con el exdirector del Dapre, el Departamento istrativo que maneja la Presidencia de la República, Carlos Ramón González, tan cercano al presidente Gustavo Petro? ¿Y qué pasa con el exministro Velasco, el hombre que debía untar de mermelada a los congresistas que iban a votar los proyectos del Gobierno?

Frente a ellos, Camargo –ternada por el presidente Petro– y la Fiscalía van a paso de tortuga, y sus casos siguen, después de meses, en indagación preliminar. “Aquí en la Corte estamos muy pendientes de la Fiscalía –me dijo una fuente del alto tribunal–, pues la sala penal, con muchos menos recursos investigativos que la Fiscalía, avanza más rápido”.

La fuente reconoció que “lo hecho por la Fiscalía en los casos de López y Pinilla fue clave para llamar a indagatoria a Name y Calle, pero algunos en la sala penal se preguntan por qué, en lo que le toca con el exministro Velasco, la Fiscalía luce tan dubitativa”. Como los hechos delictivos investigados ocurrieron cuando Velasco era ministro, debe ser investigado por un fiscal ante la Corte y, si es acusado, será la Corte la que lo juzgue. Pero primero la Fiscalía debe decidir si lo acusa.

En el pasado, por casos mucho menos flagrantes, y tras ser acusados por la Fiscalía, la sala penal mandó a la cárcel a los exministros Andrés Felipe Arias, Sabas Pretelt y Diego Palacio, todos de Álvaro Uribe. Mientras pierde el tiempo en cortinas de humo, como la de Pegasus –un globo que cada vez se desinfla más, lanzado por Petro contra el gobierno de Iván Duque–, o, peor aún, persiguiendo a periodistas como Vicky Dávila, la fiscalía de Camargo hace la vista gorda frente al exministro Velasco.

Pero ojo, señora Fiscal, que la Corte Suprema, que la eligió y es su jefe natural, y el país están vigilantes.

MAURICIO VARGAS

IG: @mvargaslinares

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