‘El covid-19 no distingue entre personas y no tiene nacionalidad’

La emergencia sanitaria por el covid-19 representa una crisis sin precedentes para todos los países, pero supone un riesgo especial para las poblaciones vulnerables, como es el caso de los refugiados y migrantes venezolanos en condición irregular. Según las cifras de Migración Colombia, se estima que en el país hay cerca de 1,8 millones de venezolanos, que se enfrentan a situaciones difíciles ante la pandemia.

Ana Durán, jefa de la misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Colombia, le dijo a EL TIEMPO que “la dinámica de los refugiados y migrantes venezolanos representa una de las mayores crisis de desplazamiento externo del mundo” y, en ese sentido, durante la pandemia la población migrante en el país enfrenta un gran desafío en su a medios de vida, con graves consecuencias socioeconómicas, de salud y protección.

Durán le dijo a este diario que la falta de recursos de la población venezolana para cubrir los servicios y las necesidades básicas durante la emergencia “ha generado desalojos, falta de a alimentos, a servicios de salud e higiene y el peligro de caer en situaciones de violencia basada en género, abuso sexual, trata, entre otros riesgos”.

Ante estas dificultades, Durán destacó la importancia de “ofrecer alternativas que les permitan acceder a servicios básicos, alimentación, agua, saneamiento, salud y alojamientos adecuados para garantizar el distanciamiento físico y el eventual aislamiento en caso de contagio”.

Asimismo, además de los problemas relacionados con la emergencia del convid-19 en términos económicos y de oportunidades, la jefa de la misión de la OIM en Colombia aseguró que “se detecta un aumento en los episodios de xenofobia y reacciones adversas contra los refugiados y migrantes provenientes de Venezuela”, por lo que hace un llamado a enfocarse en las personas y a luchar en contra de la estigmatización, la discriminación, el racismo y la xenofobia, pues “el covid-19 es una amenaza para toda la humanidad, no distingue entre personas y no tiene nacionalidad”.

Por eso, la OIM, en coordinación con el Gobierno Nacional y los gobiernos locales y junto con otros agencias del Sistema de las Naciones Unidas, algunas ONG y la Cruz Roja, ha ajustado sus programas para atender a los venezolanos en el país. La OIM ha entregado más de 270.000 elementos de protección personal y de bioseguridad para apoyar la red hospitalaria, y ofrece atención integral con 320 profesionales entre personal médico y equipos de apoyo psicosocial para brindar asistencia a los migrantes.

La organización también ha dispuesto de alojamientos temporales para ayudar a prevenir el contagio y garantizar que los refugiados y migrantes puedan cumplir con las medidas de aislamiento social.

Además, desde 2018, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la OIM trabajan en la construcción del Plan de Respuesta a Refugiados y Migrantes, una estrategia que se adelanta en 17 países de América Latina y el Caribe para ayudar a la población proveniente de Venezuela.

Sin embargo, Durán aseguró que, no obstante todos los esfuerzos que se adelantan nacional e internacionalmente y los recursos que se invierten a diario, “la demanda siempre supera los esfuerzos, y las necesidades crecen día a día”.

La atención de las necesidades de los migrantes durante la pandemia del covid-19 requiere de una respuesta global e inmediata, por lo que la OIM hace un llamado a la cooperación internacional para poder responder eficientemente a los migrantes y refugiados, a los colombianos retornados y a las comunidades de acogida.

Igualmente, Durán les pidió al país y a los colombianos mantener su actitud solidaria y generosa hacia los venezolanos. “En momentos como el que estamos viviendo es cuando los seres humanos tenemos que mostrar lo mejor de nuestra esencia”.

ANGIE RUIZ HURTADO

Redacción Internacional