¿Por qué expertos dicen que la prohibición del parrillero no reduce los delitos cometidos por moteros?

A diario, los ciudadanos son testigos de cómo conductores y parrilleros de motos cometen diversos delitos, desde fleteos, atracos callejeros y robos a comercios hasta casos de sicariato y extorsión.

Uno de estos hechos ocurrió en el barrio La Europa, en la localidad de Engativá, donde una joven de 21 años caminaba con su madre cuando un ladrón, que la esperaba en moto a la salida de un garaje, le arrebató el celular de las manos y huyó. La víctima intentó perseguirlo, pero no pudo hacer nada.

Otro caso reciente se registró en la calle 43 Sur con carrera 72K, donde una estudiante fue víctima de un violento ataque. Un delincuente en motocicleta intentó arrebatarle su celular; la joven se resistió y fue arrastrada varios metros. “Estábamos aquí cuando sentimos la gritería y salimos, pero las dos motos ya habían robado a la niña”, relató un testigo.

No hay que olvidar los casos de sicariato. En febrero de este año, en el barrio Ciudad Montes, un hombre de aproximadamente 45 años fue asesinado en un hecho sicarial. Según el teniente coronel Jorge Ardila, comandante de la estación de Policía de Puente Aranda, dos sujetos en una motocicleta negra abordaron a la víctima y le dispararon en repetidas ocasiones. También se han registrado ataques con explosivos en el barrio San Bernardo, perpetrados desde motocicletas. Estos son solo algunos ejemplos de la serie de ataques cometidos por delincuentes en motos en Bogotá.

Ante esta situación, el alcalde Carlos Fernando Galán ha venido analizando estrategias para contrarrestar la delincuencia cometida con ayuda de motos en la ciudad, pero aún no se ha definido nada nuevo.

El panorama es tan grave que algunos ciudadanos han optado por hacer justicia por mano propia. Un ejemplo de ello ocurrió en el barrio San Cipriano, en la localidad de Suba, donde vecinos intentaron linchar a un motoladrón y quemaron su motocicleta antes de que fuera capturado por la Policía. Este hecho refleja el creciente malestar de la comunidad frente a los constantes robos cometidos por delincuentes en moto, incluso los residentes han denominado como 'la calle de la muerte' al lugar donde han ocurrido los ataques.

A pesar de estos hechos, el programa Bogotá Cómo Vamos advierte que los datos no sustentan la efectividad de la prohibición del parrillero en motocicletas. “Es importante que las políticas públicas se basen en la evidencia y se enfoquen en reducir los riesgos para la ciudadanía”, señala la entidad.

Según cifras de BCV, en 2020 se registraron 13 homicidios cometidos por parrilleros. Esta modalidad ha ido en aumento, alcanzando 45 casos en 2023. En lo que va de 2024, de los 1.204 homicidios reportados, 33 involucraron a motocicletas: 26 con parrillero y 7 solo con el conductor.

En cuanto al hurto a personas, de los 129.825 casos denunciados, 5.236 fueron cometidos utilizando motocicletas: 916 por parrilleros y 4.320 por conductores.

Pese a estas cifras, estudios realizados por istraciones anteriores y una evaluación de impacto de la Universidad de los Andes en 2012 concluyeron que prohibir el parrillero no reduce el delito.

Por el contrario, esta medida puede generar efectos negativos al restringir la movilidad de quienes dependen de este medio de transporte, especialmente en los estratos socioeconómicos más bajos. “No está claro que las autoridades tengan la capacidad de hacer cumplir esta medida de manera efectiva, lo que podría traducirse en una implementación ineficiente y en sanciones injustas para quienes no tienen ninguna relación con la delincuencia”, advierte BCV.

Además, la entidad señala que más allá de los impactos en seguridad ciudadana, la seguridad vial de los parrilleros es un tema que también debe ser considerado.

En 2024, murieron 37 pasajeros de motocicletas en siniestros viales, una cifra superior a los 26 homicidios cometidos por parrilleros. Las motocicletas representaron el 46,6 % de las muertes en accidentes de tránsito, con 225 conductores y 37 pasajeros fallecidos. Asimismo, estuvieron involucradas en el 50,4 % de las lesiones en siniestros viales: 8.837 conductores y 2.503 pasajeros resultaron heridos.

Para el alcalde Galán, cualquier restricción a los parrilleros debe implementarse bajo condiciones específicas para evitar afectar a quienes utilizan este medio de transporte sin estar involucrados en delitos. “No descarto analizar si se puede aplicar eventualmente en algunos puntos, pero dependerá de un estudio técnico, no de una opinión”, señaló.

Varios concejales han denunciado el incremento de robos perpetrados por motoladrones. Diana Diago, una de las más insistentes en el tema, advirtió que las localidades más afectadas siguen siendo focos de inseguridad.

“Faltan acciones contundentes y estrategias efectivas, como la instalación de cámaras de reconocimiento de placas para identificar los vehículos de los delincuentes y generar alertas en tiempo real para ubicarlos y capturarlos”, señaló la concejal.

Según datos de la Secretaría de Seguridad, en Bogotá, entre enero y agosto de 2024, se registraron 3.946 casos de robo cometidos por motoladrones. Las cinco localidades más afectadas son Suba, Engativá, Kennedy, Usaquén y Chapinero.

CAROL MALAVER

Subeditora Bogotá

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