Algunos de los vehículos han pasado de padre a hijo y llevan más de 30 años haciendo parte de la familia.
Otros han sido recuperados de talleres donde estaban abandonados, y con dinero y esfuerzo han vuelto a la calle como bólidos..., “hasta el punto de convertirse en el cariño verdadero, ese que no se compra ni se vende”, asegura Carlos Hernández, propietario de un Volkswagen Karmann Ghia, modelo 65, de color amarillo con techo negro, como él mismo lo describe.
“Lo tengo hace 11 años y ese mismo tiempo llevo restaurándolo, y no he terminado. Le faltan algunas cosas, que tienen que ser originales y del año de fabricación”, asegura Hernández mientras abre la tapa trasera del vehículo para enseñarnos el motor, que se ve impecable.
“La banda blanca que tienen las llantas solo salió para el mercado americano, y siempre tenía muchos rios de lujo. Para el mercado alemán fue más sencillo”, agrega orgulloso el coleccionista.
Unos metros adelante vemos un Volkswagen negro, modelo 67, primera serie. Su propietario, Rodrigo Giraldo, manifiesta que su vehículo es personalizado y por eso no todo es original.
“Hemos traído rios de California (Estados Unidos), y lo convertimos en un estilo de los años 60”, asegura.
Lo compró hace 5 años y cada vez quiere buscarle más rios para hacerlo único. “Con este hobby aprendemos más de la marca, y ya el mecánico no es el mecánico sino un amigo más, y uno termina metido reparando el motor y demás partes”, manifiesta Giraldo.
De esta familia Volks-wagen también hace parte Edwin Piñeros, quien maneja orgulloso su Escarabajo modelo 71 alemán. “Es un Super 71”, asegura firmemente. “Viajé a Alemania para conseguir los repuestos. Allá no se ven tan fácil como aquí, sino en reuniones especiales de coleccionistas de esta marca. Una costumbre es que si ves uno allá, debes pitar y es como un saludo para quien lo conduce”, dice este zootecnista de profesión.
Sobre la restauración, asegura que no es tan complicada como se piensa porque fueron vehículos muy populares y apetecidos por la gente.
JOHN CERÓN
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter @CeronBastidas