Fue un debate informado, respetuoso, con risotadas y autocrítica. Los tres candidatos, Carlos Fernando Galán, de Bogotá para la gente; Claudia López, de la Alianza Verde, y Hollman Morris, de Colombia Humana-MAIS, hablaron de lo bueno del otro contrincante y se soltaron uno que otro dardo frente a uno de los auditorios que no traga entero: los estudiantes, en este caso, de la Universidad de los Andes.
También jugaron Kahoot y respondieron con emojis de Facebook a distintos temas de la realidad. (Ver gráfico)
De entrada, el reto fue hablar bien de sus contrincantes:
De Galán, Claudia dijo que es un buen tipo, bien intencionado y que le encanta su familia y que le gusta la historia de su mamá, una mujer valiente.
De Hollman, que es valiente y un gran periodista. “De hecho, creo que lo hace mejor como periodista”.
De Miguel Uribe Turbay, el único ausente en este debate, López señaló que es un hombre riguroso.
Morris, por su parte, destacó de Miguel Uribe la coherencia: “Decir ‘soy peñalosista y defiendo su modelo’. No es tibio”.
A Carlos Fernando “le doy las gracias porque ha tenido respeto para no meterse en mi drama familiar”. A Claudia le abonó su carácter y su capacidad investigativa. “Ojalá hubiera más mujeres como ella”.
Galán destacó de Claudia su valentía como periodista investigativa, recordó que destapó el escándalo de la ‘parapolítica’, que es estudiosa, formada, preparada y honesta. Y de Hollman reconoció su preocupación real y auténtica por luchar contra la pobreza y la desigualdad, y que ha demostrado ese compromiso desde siempre.
Y la dinámica del debate también llevó a que se hicieran autocríticas, y esto fue lo que respondieron. Hollman se reconoce como acelerado y que no saca tiempo para literatura y la poesía. Galán dijo que en el pasado entraba en el juego político de seguir y aplaudir al que comete errores. Claudia manifestó que es impaciente y que ha tenido adjetivos descalificativos en lo personal que hieren a la persona y no corrigen el error.
Galán se ganó la Séneca, la cabra símbolo e ícono de la universidad de los Andes por responder bien las preguntas de fogueo que le hicieron sobre la ciudad. “Fue un debate interesante, donde hubo la posibilidad de explicar el plan de gobierno, de reaccionar a las preguntas y de explicar mis posiciones porque nada es blanco o negro, siempre hay matices. Se nota que –el debate– fue planeado por estudiantes porque fue más activo, más entretenido que muchos de los debates a los que vamos”.
En cuanto al modelo de ciudad, cada uno planteó lo suyo: Galán explicó que buscará la justicia territorial, López quiere que en el 2030 “Bogotá sea ejemplo de cultura ciudadana y desarrollo sostenible” de la mano de un tema clave para la Sabana: la ciudad-región.
Hollman Morris, entre tanto, habló de la ciudad densa, compacta y sostenible y hecha con una movilidad sostenible y multimodal donde el eje estructurador de la ciudad tiene que ser, sí o sí, el metro subterráneo.
Al final, Claudia le dijo a EL TIEMPO que todos los debates son divertidos, que son los mismos formatos aunque a su juicio a este le faltó profundizar en el tema de la educación. “Se deberían discutir a fondo las propuestas en primera infancia, básica y superior precisamente en la academia”, precisó.
Morris recogió las palabras del rector de la universidad, Alejandro Gaviria, y dijo que es clave que los Andes se meta en el debate democrático, “que es deliberante, y politizar, en el mejor sentido de la palabra, a los universitarios es sano para la democracia”, dijo el candidato.
En este esquema, donde los pusieron a hablar bien de otros y en autocrítica, que en la política es tan poco común, fue interesante, un buen debate, mejor de lo que me esperaba
“Fue un debate respetuoso, de alto nivel. Cada uno de los candidatos pudo articular su visión de ciudad, informativo, no intercambio de insultos, roces normales, debate que podría enmarcar en la democracia deliberativa funcionando. En este esquema, donde los pusieron a hablar bien de los otros y en autocrítica, que en la política es tan poco común, porque este tipo de escenarios es defensivo, fue interesante, un buen debate, mejor de lo que me esperaba”, precisó el rector Gaviria al término del debate.
A Valentina Martínez, estudiante de istración, le pareció un ejercicio bueno entre los candidatos y la academia porque considera que, como jóvenes, “deberíamos estar atentos a lo que propone cada candidato con elecciones tan reñidas”. Ella confirmó que aún está dividida entre dos candidatos.
Por su parte, Soraya Delgado, de octavo semestre de ingeniería industrial, aclaró que ya tiene definido su voto y en este debate ratificó su posición. Le dijo a EL TIEMPO que se identifica con la propuesta ideológica de su candidato, con su plan de manejo ambiental, del metro, de las vías y de la posición en TransMilenio.
BOGOTÁ