La Vicerrectoría de la Sede Bogotá de la Universidad Nacional se pronunció sobre la toma del edificio Uriel Gutiérrez, en el cual operan importantes dependencias de la institución, como la Rectoría, así como Unisalud, el servicio de salud de la institución.
Por medio de un comunicado, la universidad mostró su preocupación luego de que un grupo de encapuchados se tomaran las instalaciones el pasado lunes 8 de abril desde las 4:30 p.m. de manera violenta, toma que se extendió durante toda la jornada de este martes 9 de abril.
“Rechazamos enfáticamente esta inaceptable acción que contradice el espíritu universitario, promotor de la libre expresión de ideas en ambientes académicos, de respeto por la diferencia”, resaltaron las directivas universitarias en el comunicado.
“Las críticas al interior de la Universidad son siempre bienvenidas cuando se fundamentan en el diálogo y el respeto”, agregaron.
Y es que, según sostiene el documento, la toma de las instalaciones se llevó a cabo de manera violenta, causando serios destrozos. “Los autores generaron daños en la infraestructura, con elementos contundentes rompieron puertas, vidrios, dispensadores de alimentos y dañaron los torniquetes, entre otros, e intimidaron a los trabajadores y funcionarios desalojándolos del edificio”, explica la universidad.
Y agrega: “Quienes realizaron esta acción temeraria son responsables por el patrimonio de la institución y por el impacto negativo sobre las actividades académicas y istrativas que de ellas se derive”.
Cabe recordar que desde esta semana se vive un paro estudiantil en algunas sedes de la Universidad Nacional en rechazo a la designación de José Ismael Peña como rector de la institución.
La designación estuvo a cargo del Consejo Superior Universitario (CSU), de acuerdo con los estatutos internos de la universidad, la cual eligió a Peña entre los cinco aspirantes que alcanzaron más votos en el proceso de consulta interna a la comunidad universitaria.
Sin embargo, el malestar en el movimiento estudiantil se hizo evidente dado que gran parte del mismo esperaba la designación de Leopoldo Múnera, el aspirante con más votos en la consulta con un 36 por ciento de la votación.
Un grupo de estudiantes, egresados y profesores considera que el CSU no respetó los resultados de la consulta y que la designación de Peña fue antidemocrática, ante lo cual se declararon en paro indefinido.
Pese a ello, vale la pena aclarar que de acuerdo con los estatutos de la universidad, los resultados de la consulta, que se aplica de manera electrónica, no son vinculantes, es decir, sirven para conocer la opinión de la comunidad universitaria, pero el CSU no está obligado a seleccionar al aspirante más votado como nuevo rector.
Con todo ello, y a pesar de la reiterada legalidad de la designación, el paro continúa, con este tipo de acciones, y se espera para mañana 11 de abril una gran movilización, la cual se repetirá todos los jueves de este mes.
Por su parte, Leopoldo Múnera se declaró en “desobediencia civil”, e impulsa junto a estudiantes y algunos profesores un proceso de “constituyente universitaria” que modifique los estatutos de la universidad para que la designación de rector sea por medio de la consulta.
MATEO CHACÓN ORDUZ | Redacción Educación