Una comunidad universitaria fragmentada, consecuencia de la crisis institucional en la Universidad Nacional

Una de las voces que se han manifestado radicalmente en contra de la designación del profesor Ismael Peña como rector de la institución ha sido la del movimiento estudiantil, que se ha mostrado firme en calificar como irregular la metodología implementada en el proceso de elección.

Esta inconformidad fue la que motivó a que desde finales de marzo los estudiantes anunciaran un paro indefinido, una situación que aún hoy se mantiene, además de otras acciones emprendidas por colectivos estudiantiles en contra de la designación, como la acción de nulidad que fue presentada ante el Consejo de Estado.

La premisa es que la designación del profesor Peña es ilegítima y antidemocrática, al desconocer los resultados de la consulta interna que se hace como parte del proceso de elección y en la que participan estudiantes, egresados y profesores, pero que, de acuerdo con la normativa de la universidad, no es vinculante a la hora de que los integrantes del CSU elijan al rector.

Por eso, ante la resolución emitida desde el Ministerio de Educación en la que se le ordena al CSU nombrar un rector encargado, la noticia fue bien recibida en el movimiento estudiantil.

“Estamos de acuerdo desde el movimiento estudiantil para darle seriedad y solución al tema, entendiendo que el profesor Ismael Peña sigue siendo ilegítimo en toda la comunidad. Un rector encargado sería el acto más sensato que pueda tener el CSU para poder darle solución y generar mesas de conversación entre las partes, mientras se soluciona todo el tema de legalidad y de legitimidad que tiene Peña”, le dijo a ELTIEMPO Luisa Bautista, representante estudiantil ante el Consejo Académico por posgrado.

Sin embargo, en una población tan grande como la de la Universidad Nacional –con poco más de 57.000 estudiantes matriculados– hay que tener en cuenta que existen otras opiniones de alumnos que se desligan de la del movimiento estudiantil.

Voces de estudiantes conocidas por EL TIEMPO afirman que en tanto estén vigentes los mecanismos de designación de rector, estos deben acatarse. “Es peligroso asumir que las reglas se incumplen solo porque no son del gusto de una asamblea de personas”, manifiestan.

La ruptura sobre la designación del rector también ha dividido a los profesores. Hay quienes consideran que la “autoposesión” como a la que recurrió el profesor Ismael Peña al asumir el cargo a través de un acto notarial fue irregular y debe ser entendida como inexistente. Junto a él un grupo de decenas de profesores de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Unal firmaron una carta en la que declaran no reconocer a Peña como rector.

En contraste, algunos profesores y ex de la comunidad universitaria, como el exrector Moisés Wasserman y Camilo Younes, ex vicerrector, promueven una petición en rechazo a la decisión del ministro ad hoc: “Solicitamos cerrar filas en defensa de la institucionalidad universitaria y de la designación del rector Peña, legítimamente elegido”.
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​REDACCIÓN EDUCACIÓN