Publicar una foto con el tiquete antes del vuelo, incluir la imagen del carné del nuevo lugar de trabajo, compartir el certificado electoral, con los datos del documento de identidad, después de votar suele ser una actividad común en las redes sociales, una forma en la que los s interactúan a través de internet con sus os y narran su día a día.
Y aunque parece una actividad normal y cotidiana, lo cierto es que este tipo de comportamientos pueden significar un riesgo para las personas, ya que esta información privada y personal puede ser usada por terceros para diferentes objetivos que pueden generar una afectación.
Así lo revela una reciente investigación realizada por la compañía de ciberseguridad Kaspersky, la cual demostró los riesgos del doxing, que es una práctica que hace uso de información privada de alguien sin su consentimiento y que puede afectar su seguridad o integridad.
“Esto se presenta cuando alguien comparte información personal de ellos o de alguien en particular, la cual es utilizada por terceros. En muchas ocasiones este tipo de acciones pasan inadvertidas, porque las personas no tienen conciencia a la hora de realizar sus publicaciones. Estos datos pueden ser usados en perjuicio de ellos, a veces son datos personales sensibles”, indicó Roberto Martínez, analista de Seguridad sénior en Kaspersky.
Hay dos formas en las que se puede registrar ese fenómeno, destaca el experto. Una es a través de publicaciones personales por parte del , las cuales suelen parecer inofensivas, pero ofrecen datos relevantes a atacantes, como fotos del documento de identidad, pasaporte, entre otros. La otra está relacionada a malware o programas dañinos que una persona puede descargar en su celular o computador por acceder y descargar páginas no verificadas o caer en correos maliciosos, en donde un ciberatacante puede quedarse con toda la información que hay en el dispositivo.
Una de las problemáticas derivadas del doxing es que mucha de la información privada recopilada de una persona se encuentra en el mercado clandestino, en especial en la llamada deep web.
La investigación de Kaspersky señala que esos datos son ofrecidos en foros y mercados internacionales y son comercializados desde 50 centavos de dólar (1.750 pesos) para que cibercriminales hagan uso de esta.
Por ejemplo, información de datos de tarjetas de crédito es vendida entre 6 y 20 dólares, las licencias de conducción son comercializadas en 5 y 25 dólares; los pasaportes, en 6 y 15 dólares; información sobre servicios de suscripción como Netflix se consigue entre 50 centavos y 8 dólares; identificaciones, en las que se incluye el nombre completo, correo electrónico y número de teléfono, se comercializa en 50 centavos y 10 dólares, e imágenes de pasaportes, entre 40 y 60 dólares.
“Es importante ser conscientes de que los datos tienen una fuerte demanda y pueden usarse con fines maliciosos, incluso si tú no tienes mucho dinero, no expresas opiniones controvertidas y, en general, no eres muy activo en línea”, precisa Dmitry Galov, investigador de seguridad.
Martínez, por su parte, asegura que en este tipo de situaciones es importante asumir las precauciones y tomar medidas de seguridad necesarias a la hora de usar el internet.
“Es fundamental que la gente no comparta información que pueda comprometer su seguridad y privacidad. Cero fotos con tarjetas de crédito, pasaportes o cualquier información que pueda ser utilizada para robar nuestra identidad no debería ser compartida, aun cuando supuestamente la estemos protegiendo”, puntualiza.
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