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Análisis
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Los efectos del escándalo de la UNGRD en el inicio de la tercera legislatura: ¿qué pasará con las reformas sociales y económicas?
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, tiene el reto de sacar adelante proyectos claves justo cuando este caso lo pone en el foco público.
Instalación del Congreso 20 julio del 2024. Foto: César Melgarejo. EL TIEMPO
Bajo la sombra del nuevo capítulo del escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD), que salpica a ministros y exministros y al menos a nueve congresistas de varios partidos, arrancó este sábado 29 de julio una nueva legislatura que, en teoría, iba a estar marcada por la búsqueda del acuerdo nacional.
El ambiente está enrarecido y hay expectativas sobres los efectos políticos por las declaraciones de Olmedo López, exdirector de la UNGRD, quien ahora es una de las principales ‘papas calientes’ para su gobierno. La duda es qué tanta incidencia tendrán los señalamientos y las indagaciones informales iniciadas por la Fiscalía contra varios del sanedrín del presidente Gustavo Petro, empezando por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
Bogotá 25 de junio 2024.
Olmedo López, ex director de la UNGRD guardó silencio a su salida de la sala de instrucción de la Corte Suprema de justicia. Foto:César Melgarejo/ El Tiempo @cesarmelgarejoa
Si bien el país lleva meses hablando del caso de corrupción –cuyos alcances todavía son desconocidos y que salpicó a los ahora expresidentes del Senado y la Cámara de Representantes–, la filtración de la declaración de López vuelve a agitar al país político y golpea al ministro de Hacienda justo en la antesala de una legislatura en la cual él tendrá que liderar proyectos claves para hacerle frente a la crisis económica que hoy enfrenta el país y para tapar el billonario hueco fiscal. Desde la oposición le piden la renuncia a Bonilla, uno de los más cercanos al presidente Petro, y ya se anunció que habrá un debate de moción de censura para sacarlo del cargo.
Según Olmedo López, durante la discusión de la ley de adición presupuestal en junio del 2023, el ministro Bonilla habría entregado contratos a congresistas con el propósito de garantizar su apoyo a las ‘reformas sociales’. El ventilador del exjefe de la UNGRD, conocido del presidente desde los tiempos del M-19, también aireó las dudas sobre la ‘paz total’, al hablar del supuesto desvío de contratos en Arauca para financiar al Eln.
“Así fue que compraron votos para aprobar la reforma pensional que solo pretende asegurar recursos con el fin de hacer campaña en el 2026. No contentos con eso, intentaron financiar la guerra y el secuestro que promueve el Eln. Este Gobierno no es más que farsa, incompetencia y corrupción. Bonilla, renuncie”, dijo David Luna, senador opositor de Cambio Radical. “El presidente Petro tiene que apartar de su cargo a Bonilla. Si por el contrario se dedica a defender y atornillar a sus funcionarios salpicados, el mensaje será claro: la bandera anticorrupción que defendió en sus años de congresista murió”, señaló, por su parte, la representante a la Cámara de la Alianza Verde Catherine Juvinao.
Incluso senadores más cercanos al Gobierno, como Ariel Ávila, de la Alianza Verde, han señalado que la permanencia de Bonilla se hace insostenible, pues si bien hasta ahora no hay pruebas certeras sobre las declaraciones de López, su presencia puede terminar afectando el trámite de los proyectos económicos y otras reformas, como la laboral, que ya fue aprobada en su primer debate.
Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. Foto:Ministerio de Hacienda
Si bien no son pocas las voces que alertan de la inconveniencia de la permanencia de Bonilla en el cargo de cara a los mercados (también hay críticas por la continuidad de Ricardo Roa en Ecopetrol) por los señalamientos de corrupción, el ministro asegura que demostrará su inocencia y que no se distrae de las urgentes labores de su cargo.
El presidente Gustavo Petro metió las manos al fuego por su ministro y parece no ceder. Fuentes del Pacto Histórico le aseguraron a este diario que pedirle la renuncia a Bonilla o aceptársela, si viene de iniciativa propia, “sería caer en el juego de la oposición”. Ya antes el Presidente se la ha jugado por mantener en su Gobierno a personajes altamente cuestionados, como el embajador Armando Benedetti.
“Es un ministro honesto, no tiene dineros, no es un hombre rico”, aseveró el jefe de Estado esta. Y añadió: “que unos congresistas pidieron proyectos para sus pueblos, pues eso han hecho durante dos siglos. No sé si estará bien o mal. Yo nunca lo hice. Entonces ahora sí es malo porque le pidieron al ministro de Hacienda tres proyectos para sus respectivos pueblos, pero era buenísimo cuando le pedían centenares y miles de proyectos al señor Rudolf Hommes en el gobierno de César Gaviria o al señor Juan Manuel Santos en el gobierno de Andrés Pastrana o los miles y miles de billones que salieron de las regalías de Ocad Paz”.
César Gaviria, presidente del partido Liberal. Foto:Héctor Fabio Zamora. Archivo EL TIEMPO / Santiago Saldarriaga. EL TIEMPO
En el Pacto cerraron filas alrededor de Bonilla: “Por su trayectoria en la defensa de las causas justas, confiamos en la transparencia y honestidad en el servicio público de Bonilla. La justicia debe actuar de manera pronta, recta y sin dilaciones. Investigar a fondo, develar lo ocurrido y sancionar contundentemente a quienes corresponda, así como restablecer el nombre, si amerita, de las personas señaladas sin fundamento”.
El caso es que esta semana, según el testimonio de López revelado por Noticias Caracol, aparecieron más que simples declaraciones de corruptos buscando beneficios judiciales. Los contratos mencionados por López coinciden, en circunstancias de tiempos, modo y lugar, con actuaciones istrativas realizadas por la UNGRD. Y una consideración clave es que se trata no del testimonio de un opositor o de un exfuncionario cualquiera, sino de un hombre directamente nombrado por el Presidente de la República, con quien además había hecho política.
El efecto, no obstante, sí se sentiría en la opinión pública y estará en manos de los parlamentarios si escuchan a su electorado o se hacen los sordos. La politóloga María Lucía Jaimes dice que en eso se centrará el debate: “¿Para qué otra tributaria si los recursos que ya existen no se destinan correctamente? El debate puede ir más allá del Congreso, sino la incidencia que pueda tener la ciudadanía al rechazar estos presuntos actos de corrupción y que les va a afectar directamente el bolsillo”.
Y, mientras tanto, hay expectativa sobre los efectos del dólar y en la bolsa de valores. Expertos coinciden en que por ahora no habría mayores cambios, pero sí advierten sobre los riesgos de la incertidumbre que esta situación genera. “El gran problema es que una investigación del tipo que le están haciendo, o que le van a hacer al ministro, genera mucha incertidumbre porque han anunciado una nueva reforma tributaria, estamos muy apretados en el frente fiscal, y pues cualquier acción que tome el Ministerio de Hacienda, genera suspicacias. Y ahí es donde puede haber inconvenientes en el mercado colombiano”, dijo a este diario Andrés Giraldo, profesor de Economía de la Javeriana.
¿Se frenará la agenda?
No es la primera vez que un ministro es señalado en medio de este escándalo. En el pasado también fue salpicado el ahora exministro del Interior Luis Fernando Velasco, pero este, más allá de los llamados de la oposición, terminó la legislatura con la victoria de la aprobación de la reforma pensional. “El trámite de las otras reformas del Gobierno se han visto blindadas frente a los dos principales escándalos de corrupción. Tras las revelaciones de los audios de Armando Benedetti sobre la presunta financiación ilegal de la campaña presidencial, el Congreso aprobó en primer debate la reforma pensional. Y tras las revelaciones del escándalo de los carrotanques a inicios de año y las investigaciones que se han desarrollado, el Congreso aprobó en su totalidad la pensional y mantuvo viva la reforma laboral”, argumenta el analista el analista Eduardo Piñeros.
Palabras del presidente Gustavo Petro durante la instalación del Congreso. Foto:César Melgarejo/El Tiempo @cesarmelgarejoa
Pero para Jairo Libreros, analista y docente de la Universidad Externado, sí habrá un efecto y tiene que ver con los movimientos de la oposición. “Esta tercera legislatura empieza volcada en el tema de control político, en detrimento de las iniciativas que la Casa de Nariño pretendía impulsar”.
El acuerdo nacional
Más allá de las reformas sociales y de los proyectos propios de los parlamentarios, que son los que históricamente han marcado el ritmo de la tercera legislatura, en las vísperas de la instalación del Congreso había bastante expectativa en cuanto a la búsqueda del tan mencionado acuerdo nacional que el presidente Petro convocó hace un año y del que pocos avances se registraron en este tiempo.
En el pasado mes, la llegada de Juan Fernando Cristo generó un aire de confianza, por así decirlo, en los partidos tradicionales y fue recibida como una buena señal de apertura. El nuevo ministro del Interior, quien es considerado un componedor y conoce bien el funcionamiento del Congreso, aterrizó con la principal tarea de sacar adelante el acuerdo nacional que permitiera tramitar las reformas sociales, pero también las iniciativas relacionadas con el acuerdo de paz que se firmó en 2016 con la extinta guerrilla de las Farc, que él firmó como ministro de Santos.
Sin embargo, el nuevo escenario que planteó López cambiaría un poco el ajedrez en cuanto a esa búsqueda y teniendo en cuenta que las presidenciales del 2026 están a la vuelta de la esquina. Para Cristo será complejo unir fuerzas alrededor de un Gobierno salpicado en un escándalo como este, que estalló con una compra de carrotanques para La Guajira.
Juan Fernando Cristo. Foto:Tomado de la cuenta de X de Guido Echeverri.
“Sería sorprendente que ya en el ocaso del gobierno, con una desfavorabilidad tan alta, con un escándalo de corrupción a cuestas que ha empañado al círculo más cercano del Presidente, el Gobierno logre aumentar apoyos o consolidar mayorías sólidas. El ministro Cristo deberá navegar por aguas muy tormentosas donde parte de su gestión, en vez de estar concentrada en el acuerdo nacional –ya de por sí muy difícil de materializar– y en la agenda legislativa, deberá invertir tiempo en defender al Gobierno y ser el sparring de los golpes que reciba el presidente por parte de la oposición”, opinó el columnista de este diario Gabriel Cifuentes.
De hecho, el jefe del Partido Liberal, el expresidente César Gaviria, otrora aliado del presidente Petro, publicó esta semana un duro documento en el que se va contra el mandatario. “Hay que ponerle freno a tanta destrucción, a tanto desgobierno y a tanta corrupción”, aseveró el exmandatario. También hizo un llamado a todas las fuerzas políticas para que se unan en el 2026 en defensa de la democracia y el Estado social de derecho. “Lo que proponemos es una unión de todas las fuerzas políticas para defender la Constitución, el Estado social de derecho y la democracia, con miras a que en las elecciones de 2026 se escoja un candidato único por consulta popular. Que nadie lo dude: en las elecciones de 2026 vamos a elegir un presidente que recupere la Colombia que recibiremos del supuesto emperador, quien ha dado un ejemplo desastroso de desgobierno”, argumentó el expresidente liberal.
Por eso, Libreros insiste en el control político y el protagonismo que tendrá la oposición: “Ese desgaste puede colapsar el poco margen de maniobra que le queda a la Casa de Nariño para sacar adelante sus iniciativas. Este será un espacio donde el Congreso es el encargado de legislar de acuerdo con su propia agenda. Y la propia agenda del Congreso, más que legislativa, va a ser de control político”
Más allá de sacar pecho por iniciativas aprobadas, la oposición va a sacar pecho por los debates de control político, los cuales pueden darle réditos en el electorado de cara a las elecciones del 2026, para las cuales ya todas las fuerzas políticas, empezando por la Casa de Nariño, se estarían moviendo.