SEÑOR DIRECTOR:
En el editorial de EL TIEMPO (28-8-2022) se toca nuevamente el tema de la extradición, dados los cambios que propone el Presidente, para la extradición de narcos. El problema radica en la gravedad de los narcocultivos, que con sus derivados afectan a otros países y también al nuestro.
Con una mirada retrospectiva a 50 años, vemos a nuestros campesinos produciendo para la soberanía alimentaria y centros de investigación apoyando esta labor. Las condiciones de orden público cambiaron por el abandono del campo por los gobiernos. Surgieron organizaciones guerrilleras y paramilitares que buscaron apoyo en explotaciones ilícitas. Para superar esta situación, Colombia firmó un tratado de extradición con EE. UU. Desde 1997, Colombia extraditó a 3.058 compatriotas y 338 extranjeros. La parte agridulce del cuento es que el problema sigue igual. Hay más de 170 hectáreas de coca y la producción de cocaína se ha incrementado. En el país ha caído la producción de alimentos, pero no solo por esto, sino porque los TLC han facilitado las importaciones. Los narcos extraditados han logrado acuerdos para pasar pocos años de cárcel en EE. UU. a cambio de cuantiosos bienes entregados allá, en tanto que para las víctimas de Colombia no queda nada. Esta injusticia motivó el cambio propuesto por Petro: privilegiar la justicia colombiana y que la extradición se dé solo en los casos de no colaboración con la justicia.
Fidel Vanegas Cantor
Escombros en cada esquina
SEÑOR DIRECTOR:
Es urgente que la Alcaldía de Bogotá decrete una emergencia por la enorme invasión en cada esquina de ‘escombros clandestinos’, arrojados inopinadamente a nuestras calles por la economía informal, aupada por familias y constructores que para deshacerse de tales desechos los empacan en lonas, con el propósito de que carreteros, recicladores y demás los arrojen, aun cuando hasta un metro cúbico las empresas recolectoras tienen la obligación de recogerlos en donde se originan, gratuitamente. La capital luce sucia, desordenada por ello, sin autoridad ninguna, y por supuesto, el turista nacional o extranjero lo advierte y lo sufre. Bogotá no puede seguir siendo una escombrera a cielo abierto y que la basura, aun cuando su recolección es onerosa, termine siendo movida por el viento o arrojada a las calles por la indigencia. Impresiona la indiferencia de la Alcaldía al respecto.
Mayo Monroy
Los duendes rojos
SEÑOR DIRECTOR:
La imagen de los rayos llamados ‘duendes rojos’ en el cielo, captada por el Observatorio Europeo Astral en el desierto de Atacama, en chile, es uno de los espectáculos más hermosos de la naturaleza. No solo porque se manifestaron en una noche estrellada, sino porque un fenómeno como este no se presentaba desde 1989.
El que en los lugares en los que no hay tanta contaminación, tanto ambiental como visual, sea más probable que aparezcan es uno de los mejores ejemplos que nos da la Tierra para que seamos conscientes de todo lo que ella nos puede ofrecer, siempre y cuando empecemos a cuidar cada vez más de ella. Pero también es una invitación para que nos acerquemos a visitar ese tipo de lugares que son tan mágicos como la vida misma.
Laura Almeciga Avellaneda