'A Colombia y Panamá es mucho más lo que las une que lo que las separa': las apuestas bilaterales a 100 años de establecer relaciones

“A Colombia y Panamá es mucho más lo que las une que lo que las separa. Desde los pueblos originarios, pasando por nuestra idiosincrasia y hasta nuestros platos típicos, como el chontaduro y la carimañola, nos hacen más que vecinos”, le resume a este diario la saliente embajadora de Panamá en Colombia, Liliana Fernández, quien luego de cinco años deja el cargo destacando lo sólidas que son las relaciones bilaterales y el potencial que tienen en distintos ámbitos cuando se cumplen 100 años de instauradas.

Las relaciones diplomáticas entre Colombia y Panamá se iniciaron en julio de 1924 con la firma del Tratado Vélez-Victoria, luego de cuatro intentos de separación entre los dos países, cuyo cierre final ocurrió en 1903.

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Relaciones que se han estrechado con el devenir de los años. Ejemplo de esto fue lo ocurrido en el siglo pasado cuando Panamá libró una de las batallas diplomáticas más importantes de su historia y donde el rol de Colombia fue fundamental.

“En la discusión más álgida que hemos tenido nosotros por recuperar nuestra soberanía nacional, posteriormente ante Estados Unidos, las relaciones diplomáticas con Colombia fueron muy importantes al reconocer la Declaración de Contadora en la década de los 70. Eso generó que nuestros países establecieran unas excelentes relaciones que se han mantenido a lo largo de los años. No ha habido pleito ni enemistad. Somos muy buenos vecinos y no cualquier país puede decir eso en materia internacional”, expresa por su parte el historiador panameño Jonathan González Quiel.

Y es que Panamá se destaca por abogar dentro de su historia a las vías de diálogo para la resolución de conflictos.

“La independencia de España fue negociada, la separación de Colombia fue negociada, la reversión del Canal de Panamá fue negociado. Nosotros hemos logrado jugar de negociadores dentro del mundo multilateral, viéndonos como un actor neutral que mantiene relaciones con la gran mayoría de países y por lo que, incluso, fuimos electos para ocupar un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para el periodo 2025-2026", expresa por su parte Fernández.

De ahí que, bajo el contexto actual, donde la región enfrenta serios desafíos en temas de seguridad, migración y economía, la apuesta está en acudir a esa estrecha relación histórica, que ha servido de marco para que los dos países mantengan un diálogo político al más alto nivel, para buscar ampliar la agenda bilateral en asuntos como la cooperación técnica y científica, el intercambio de mejores prácticas y lecciones aprendidas entre las instituciones de los dos países, la seguridad en la frontera y la promoción de las inversiones, comercio e interconexión eléctrica.

Asimismo, la movilidad turística y académica son ámbitos relevantes que hacen parte de las mesas técnicas establecidas por las naciones para potenciarlas.

Según cifras del Banco de la República de Panamá, la Inversión Extranjera Directa (IED) de Colombia durante 2023 fue de 131 millones de dólares. Pero, para el primer trimestre de 2024, la IED de Colombia en Panamá fue de 367 millones de dólares, es decir, un incremento del 180 por ciento, (acumulado de 11.504 millones de dólares, desde 1994).

De hecho, Colombia ocupa el segundo lugar entre los diez principales países emisores de IED en Panamá cuando las importaciones desde Colombia suman 323’918.243 de dólares en productos farmacéuticos, de combustible mineral, plástico, aceites animales o vegetales, aparatos eléctricos, entre otra amplia variedad de ámbitos.

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“La banca panameña está compuesta por bastantes actores colombianos, como Argos o EPM, y hay muchos sectores que han apostado por las facilidades de Panamá que es una economía dolarizada, sin inflación y que te permite abrirte al mundo”, explica Fernández.

Del otro lado, según datos del Banco de la República de Colombia, Panamá fue el origen de inversión extranjera en Colombia por 658 millones de pesos, un 7 por ciento más que en 2020.

En cuanto a los acuerdos comerciales, se mantiene vigente desde 1995 el de Alcance Parcial que se destaca por sus preferencias arancelarias con ciertos productos, mientras que el Tratado de libre Comercio (TLC), firmado el 20 de septiembre de 2013, no ha sido ratificado por ninguno de los dos países.

No obstante, Panamá ha manifestado que estaría en disposición de avanzar con la ratificación del TLC y que se incluya un anexo en temas aduaneros, en la medida que se avance en la resolución del conflicto comercial.

Panamá cuenta con amplios atractivos a nivel fiscal, laboral y migratoria que, sumados a su posición geográfica, se convierte en un atractivo para establecerse en ese país.

“Compartir esa idiosincrasia también facilita los negocios. El talento colombiano es muy bien recibido en Panamá, por lo que cada vez está creciendo el número de colombianos que residen en Panamá. Nosotros somos un país cuya economía y gran parte de las instituciones están hechas para relacionarse con el mundo internacional y el colombiano lo ha entendido”, explica Fernández.

Según las autoridades panameñas, actualmente se estima en 100.000 colombianos cuentan con el visado de inversión que les permite a los candidatos obtener una residencia que se puede alargar mientras tenga una inversión en Panamá y luego, si lo desea, solicitar la ciudadanía. Otra de las ventajas es que no requiere tiempos fijos de permanencia.

A esta se suma la visa para jubilados que permite que quienes demuestren una pensión de mil dólares o más, pueden aplicar y residir en Panamá, comprar propiedades y recibir la visita de sus familias. “Tenemos una colonia colombiana que está creciendo. Hay una cantidad de visas en la que se puede pensar”, puntualizó Fernández.

Asimismo, son muchas las empresas colombianas que han solicitado su traslado a Panamá debido a los incentivos para los headquarters, zonas francas, alquiler de bodegas en zona libre e innovación de software.

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Panamá cuenta con la sociedad del saber para las tecnológicas, se trata de una ciudad del conocimiento con facilidad para empresas pequeñas e incluso hay universidades colombianas que han hecho presencia allí.

De hecho, una delegación de empresarios panameños estuvo hace unos meses en el país para promover sus servicios y brindar apoyo integral a las empresas colombianas del sector tecnológico, área en la que Panamá ha crecido durante los últimos años.

La región del Darién, ubicada en la frontera entre Panamá y Colombia, se ha convertido en los últimos años en uno de los pasos migratorios más complejos y peligrosos del mundo.

En lo que va de 2024, la Oficina de Migración de la ONU estima que cerca de 120.000 personas, una gran parte menores de edad, han atravesado la peligrosa selva en su camino hacia Estados Unidos. Mientras que, según la organización, al menos 34 migrantes murieron el año pasado en medio de la travesía.

Para el nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, quien fue ministro de Seguridad, limitar los cruces fronterizos por la selva salvaguardando los derechos humanos de quienes la atraviesan es una opción que quiere defender. Sin embargo, es consciente de que dicha tarea puede ser más compleja de lo que parece.

Por esto, los presidentes de Colombia y Panamá, en una reunión bilateral que tuvo lugar el pasado 1.° de julio, acordaron un trabajo conjunto para responder a los desafíos comunes, incluyendo asuntos migratorios en la región del Darién e interconexión eléctrica para la transición energética.

Sobre el tema en cuestión, las partes acordaron la creación de un Plan Binacional de Desarrollo Integral de la Región Fronteriza que beneficie a los pueblos y comunidades que han habitado históricamente estos territorios.

“Con Panamá tenemos una alianza muy fuerte y trabajamos distintos temas de la actualidad regional, nuestros asuntos binacionales, sobre todo migratorios, de seguridad, cooperación, desarrollo en nuestras fronteras y es particularmente muy significativo en mi caso, que soy del Chocó, que es el departamento en Colombia que tiene toda la frontera con Panamá", destacó el canciller Luis Gilberto Murillo en un comunicado tras un encuentro bilateral.

Los mandatarios también definieron una hoja de ruta para abordar temas de seguridad, sociales, ambientales y culturales de manera articulada. Se hizo énfasis en la coordinación para la desarticulación de redes criminales que operan en las zonas fronterizas.

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Dadas las conexiones históricas, Colombia y Panamá trabajan en conjunto para fortalecer la cooperación en cultura, educación, ciencia y tecnología.

En este sentido, los gobiernos trabajan en un aumento de la oferta de becas de educación superior a estudiantes panameños. Así mismo, el Gobierno de Panamá expresó interés en cooperar con Colombia en el fortalecimiento de las redes de museos.

Al respecto, el historiador González Quiel destaca que: “Colombia tiene un gran peso a nivel académico”.

“Los primeros pensadores panameños estudiaron en la Universidad Nacional de Colombia. Hubo un presidente de la gran Colombia, y luego presidente de la República de Panamá, egresado de la Universidad Nacional de Colombia. Igualmente, Belisario Porras - tres veces presidente de Panamá- también estudió en Colombia, por lo que a nivel académico podríamos potenciar los intercambios para acercarnos mucho más”, agregó.

En cuanto al turismo, ambas naciones tienen especial interés en poder ampliar las conexiones aéreas y así potenciar esta área.

Para 2023, ingresaron 197.012 turistas de Panamá a Colombia (35 por ciento más que los registrados en 2022, cuando ingresaron 145.864 turistas), y 411.384 colombianos eligieron Panamá como destino turístico (26 por ciento más que los registrados en 2022, cuando salieron 325.401 colombianos.

STEPHANY ECHAVARRÍA

Editora Internacional

EL TIEMPO