Así se vivió la ceremonia de la canonización de la Madre Teresa

El papa Francisco valoró la labor de la monja, que recibió en 1979 el Premio Nobel de la Paz.

Una reliquia de la religiosa fue colocada junto al altar mayor del atrio de la Plaza de San Pedro. Foto: EFE

04.09.2016 04:30 Actualizado: 04.09.2016 06:40

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La misa para la canonización de la madre Teresa de Calcuta comenzó en la Plaza de San Pedro en el Vaticano ante más de 100.000 personas.

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La ceremonia se inició con el canto del himno del Jubileo de la Misericordia, el evento que está celebrando la Iglesia católica, y después entró en la plaza el papa Francisco en la habitual procesión con los concelebrantes. Junto con Francisco concelebraban 70 cardenales, 400 obispos y 1.700 sacerdotes.

Horas antes habían empezado los coros y rezos preparatorios, pues los fieles se congregaron en la plaza con tres horas de anticipación ya que era necesario estar mucho antes del inicio del acto por los numerosos controles de seguridad.

El papa Francisco en la ceremonia de canonización. Foto:

La parte más importante y esperada de la ceremonia fue el rito de la canonización, cuando el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, presentó la petición de

proclamar la santidad de madre Teresa.

Fue el papa quien pronunció la fórmula en latín en la que proclama santa a la monja que dedicó su vida a los más pobres y pidió se escribiera su nombre en el Libro de los Santos.

Ante la importancia del evento, en el que participaron representantes de 15 Estados, se reforzaron aún más las medidas de seguridad en los alrededores de la basílica de San Pedro con tres áreas de control y 3.000 agentes.

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La delegación oficial española que asiste al acto está compuesta por la reina Sofía, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, y el secretario de Estado para la Unión Europea en funciones, Fernando Eguidazu.

La reina Sofía presente en la ceremonia. Foto:

Las hermanas misioneras de la Caridad decidieron vivir con sencillez la canonización de su fundadora y sólo dos o tres religiosas de las diferentes sedes acuden en representación de sus zonas.

Uno de los sectores más cercanos al altar estuvo reservado para 1.500 personas sin techo atendidas por las hermanas de la Madre Teresa en varias ciudades italianas y que llegaron en autobuses y después se les ofreció un almuerzo a base de pizza por voluntad del papa Francisco.

EFE

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