¿Trump, el 'pacificador' de los conflictos globales? Informe revela cómo se divide el mundo con su llegada

En varias regiones del mundo, incluida China, Rusia y países del sur global, se percibe que el futuro presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tiene el potencial de terminar los conflictos en Ucrania y el Medio Oriente, según un estudio del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores publicado este miércoles. Sin embargo, esta perspectiva no es compartida en Europa ni en Corea del Sur.

Cuando Trump llegue a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, el republicano será recibido de manera notablemente polarizada en el mundo, detalla el informe titulado “Solos en un mundo trumpiano”.

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Esto se debe a que, por un lado, muchas personas en países como India, China, Turquía y Brasil tienen una visión positiva de su retorno, ya que, bajo su liderazgo, ven a Estados Unidos como una potencia "normal" en un mundo transaccional que podría ayudar a reducir tensiones en conflictos como Ucrania, Medio Oriente y las relaciones entre EE. UU. y China.

Mientras que, en Europa y Corea del Sur la llegada del magnate republicano les genera desconfianza.

Por ejemplo, solo una de cada cinco personas en Europa considera a Estados Unidos como un aliado, una proporción que ha disminuido significativamente en los últimos años.

Según detalla el informe, esto se debe, en parte, al temor generalizado de que Trump priorice políticas unilaterales, dejando de lado los intereses europeos. En concreto, con lo que tiene que ver con la posible reducción del compromiso de Estados Unidos con la Otán y la seguridad de Europa.

En lo que respecta a Ucrania, país que cursa el mayor conflicto en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial, la encuesta reveló que hay un pequeño optimismo sobre la capacidad de Trump para facilitar la paz (39 % dice que sí, frente al 35 % que dice que no).

Aunque la población está profundamente dividida sobre qué tipo de compromiso sería aceptable con Rusia, algunos están abiertos a concesiones territoriales, mientras otros rechazan cualquier solución que no incluya la recuperación completa de los territorios ocupados.

Consultados sobre cuál podría ser el resultado más probable de la guerra en Ucrania, aproximadamente, un tercio de los encuestados en Estados Unidos y el Reino Unido, y una cuarta parte en la UE, siguen expresando su apoyo a una victoria rotunda de Ucrania, incluida la recuperación de los territorios actualmente ocupados por Rusia.

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El otro cuarto de los encuestados en la UE, el Reino Unido y Estados Unidos estaría a favor de un acuerdo de paz en el que se ofreciera a Ucrania el ingreso en la Otán. “Este resultado podría considerarse una victoria ucraniana y, desde luego, un compromiso muy favorable para Ucrania y desfavorable para Rusia”, consideró el informe.

En resumen, “está claro que una paz humillante no es la preferencia de los aliados occidentales de Ucrania”, dijo el centro de investigación europeo con sede en Berlín, Alemania.

Muchos encuestados en regiones fuera de Occidente consideran que Trump podría actuar como un mediador eficaz en el conflicto debido a su historial de negociación y su disposición a desafiar el statu quo. Esto incluye su enfoque en normalizar relaciones entre Israel y algunos países árabes durante su primer mandato.

En países como Arabia Saudita, India, Rusia y China, una proporción significativa de las personas encuestadas ve al republicano como alguien capaz de facilitar la paz en el Medio Oriente. Mientras, los encuestados en países del sur global consideran que Trump, al no estar ideológicamente comprometido con el orden liberal, podría adoptar un rol más neutral y pragmático como mediador en conflictos complejos como el israelo-palestino

Como en el caso de Ucrania, la mayoría de los países europeos y Corea del Sur son escépticos sobre el papel de Trump en el Medio Oriente.

Para Europa, la posibilidad de acuerdos liderados por Trump genera preocupación sobre concesiones que podrían beneficiar a actores autoritarios como Irán o Arabia Saudita.

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Donald Trump ha demostrado una inclinación hacia políticas transaccionales que priorizan los intereses de Estados Unidos. Por ello, aunque Trump es visto como un posible pacificador, hay preocupación en ciertas regiones de que su enfoque transaccional pueda exacerbar divisiones existentes o generar acuerdos que beneficien a un grupo a expensas de otro.

Por ejemplo, su apoyo unilateral a Israel en el pasado, como el reconocimiento de Jerusalén como su capital, fue percibido como un acto polarizador que marginó las demandas palestinas y complicó los esfuerzos de paz.

Por otro lado, aliados tradicionales como Arabia Saudita podrían sentirse alentados a tomar decisiones más agresivas en Yemen u otras áreas, confiando en el respaldo de Trump.

Aunque cabe recordar que el enfoque de Trump hacia conflictos internacionales a menudo se ha caracterizado por declaraciones audaces, cambios repentinos de postura y amenazas económicas o militares.

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En ese sentido, este estilo puede generar incertidumbre en la región, dificultando la formación de consensos y, por el contrario, reforzando las posturas más polarizadas de los actores involucrados.