Marco Rubio y los otros nombres del gabinete Trump que buscan el aval del Congreso de EE. UU. esta semana

Pese a que Donald Trump se posesionará hasta el próximo lunes 20 de enero, el Congreso, ya instalado desde el 6 de enero, arranca este martes con un maratón de audiencias para evaluar a las personas que ha seleccionado el mandatario republicano como parte del gabinete que quiere lo acompañe en la Casa Blanca.

En total son casi una docena de nombramientos los que iniciarán su proceso de confirmación ante diferentes comités del Senado, el órgano legislativo encargado del proceso y que debe dar su visto bueno antes de que puedan asumir los cargos.

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Si bien no todos recibirán luz verde antes de la posesión -y algunos pueden hasta complicarse- la idea de los republicanos es confirmar con rapidez a la mayor cantidad posible para que puedan iniciar labores desde el primer día.

Algo viable ya que cuentan con 53 asientos en este órgano y requiere de una mayoría simple para su aprobación.

Pese a ello, todos los ojos estarán puestos en las audiencias para cuatro de los cargos más relevantes donde podrían surgir sorpresas y que desde ya anticipan polémica. Se trata de las nominaciones de Pete Hegseth, para Secretario de Defensa; Marco Rubio, al frente de la secretaría de Estado; Pam Bondi como nueva fiscal general y Kristi Noem para la secretaria de Seguridad Interna.

Aunque todos tienen sus matices, sin duda, Hegseth es el más controvertido de todos.

De 44 años, este ex veterano de guerra y ex presentador en la Cadena Fox estaría a cargo de un presupuesto de más de 800.000 millones de dólares, 3 millones de empleados entre personal civil y militares y un poderoso arsenal que incluye armas nucleares.

Para los demócratas, es claro que Hegseth carece de la experiencia necesaria para semejante responsabilidad. “Simplemente no está calificado para este trabajo. Un gerente de un restaurante supervisa más personal que lo que Hegseth a supervisado en toda su vida”, dijo la senadora y también ex veterana Tammy Duckworth.

Si bien su falta de preparación será eje de los cuestionamientos, otros elementos de su vida personal vienen causando intensa polémica.

Luego de que Trump lo nominó, y tras reportes de prensa, Hegseth itió que le había pagado a una mujer luego de que lo acusará de violarla durante una conferencia del partido republicana en el 2017.

Adicionalmente, ex empleados de Fox y de dos organizaciones de veteranos donde trabajó anteriormente lo acusaron de sexismo, consumo de alcohol desbordado y uso de recursos financieros para intereses personales. Todas acusaciones que niega, si bien ha dicho que si es confirmado dejará el consumo de licor.

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También hay controversia por comentarios hechos en el pasado sobre el rol de las mujeres en las fuerzas armadas -según Hegseth no deberían combatir sino más bien quedarse en casa atendiendo a los niños- y los homosexuales –a su juicio el ejército debería estar integrado solo por ¨hombres normales¨-, entre otras cosas.

Durante las primeras semanas, el nombramiento de Hegseth alcanzó a tambalear y se especula que Trump estuvo a punto de reemplazarlo. Sin embargo, en las últimas semanas ha venido cobrando fuerza la idea de que los republicanos no pueden oponerse a las selecciones de Trump, que ganó las elecciones y tiene gran mandato popular.

Especialmente, al comienzo de su istración y en vista de que ya uno de sus escogidos, el congresista Matt Gaez para fiscal general, se cayó por acusaciones de abuso sexual de menores. No extraña, en ese sentido, que la audiencia de Hegseth sea la primera de todas y que se ejecute este mismo martes ante el Comité para las Fuerzas Armadas.

“El Senado, o esa es la teoría, no puede arrancar este proceso dando un ‘no’ al primer candidato de Trump que evalúan”, dice una fuente en la Cámara Alta.

El caso de Marco Rubio para secretario de Estado también genera alto interés. Rubio, que es senador por el estado de la Florida, es respetado por sus colegas y visto como una fuerte carta dada su experiencia pasada en política exterior y visión tradicionalista del pensamiento republicano.

Sin embargo, existen muchas dudas sobre cómo acomodará su visión del mundo con la de Trump, cuya bandera es el aislacionismo y la tesis del América Primero. A lo largo de su carrera, Rubio se irguió como todo un ¨halcón¨ en política externa con posiciones muy críticas frente a Rusia y China, respaldo a Ucrania y mano dura contra dictadores, muchos de ellos en la región.

El presidente republicano, sin embargo, habla de eliminar la ayuda para Kiev, y restablecer relaciones con Vladimir Putin y Xi Jinping. En el caso de Venezuela, por ejemplo, se insiste en que favorecerá algún tipo de trato con el régimen de Nicolás Maduro para que le reciba a migrantes ilegales.

Y habrá que ver, por ejemplo, como maneja las recientes declaraciones de Trump sobre una posible recuperación del Canal de Panamá, la compra de Groenlandia o la anexión de Canadá.

“A Rubio lo van a confirmar. Pero es probable que los demócratas usan las audiencias para tratar de forzarlo a que marque distancia con Trump en algunos temas. Es interesante, además, por que Trump ha venido proponiendo muchas cosas -como acabar con la guerra en Ucrania el primer día- pero sin que existen detalles al respecto”, afirma Chuck DeVore, del Texas Policy Institute.

Kristi Noem como secretaria para del Departamento de Seguridad Interna (DHS por su sigla en inglés) es otra que no debe problemas para ser confirmada. Ex congresista y gobernadora por dos términos en el estado de Dakota del Sur, es una de las consentidas y figuras nacientes del partido republicano.

Sin embargo, como cabeza del DHS es la encargada de adelantar buena parte de la política migratoria de Trump, en coordinación con otras agencias como la Fiscalía y Tom Homan, el nuevo zar para la frontera que nombró el republicano.

Dado que muchas de las promesas de Trump causan polémicas y aún no sido esbozadas con claridad, su audiencia de confirmación podría ser la primera ventana de lo que se viene. Entre ellos, los planes para una deportación masiva de migrantes, los centros de detención que serán creados, el arresto de niños y familias, las redadas en puestos de trabajos y vecindarios y muchos temas más.

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Durante la audiencia, que se espera para este miércoles ante el Comité para la Seguridad Interna, será importante ver la posición que adopta el senador demócrata de origen colombiano Rubén Gallego, que ganó las elecciones el año pasado y representa al estado fronterizo de Arizona.

Gallego, como otros de su partido, ha endurecido su posición frente a los temas migratorios y hace poco anunció su respaldo a una ley aprobada por la Cámara de Representantes que ordena el arrestó inmediato de cualquier indocumentado al que se acuse de un robo.

Y por último está Pam Bondi, cuya audiencia ante el Comité Judicial del Senado se extenderá por dos días y arrancará este miércoles.

Bondi, ex fiscal general de Florida y una de las abogadas que defendió Trump durante su primer juico de destitución en el 2020, fue la escogida por el mandatario republicano tras la implosión de Gaetz y tampoco debería tener problemas dado la mayoría que ostenta el partido en la cámara alta.

La abogada, sin embargo, no está exenta de polémica y su audiencia podría tornarse explosiva. Entre otras cosas, fue de las que acusó a los demócratas de orquestar un fraude en las elecciones del 2020 y declaró a Trump ganador pese a que nunca existió evidencia.

Así mismo hay dudas sobre su imparcialidad, pues la fiscal general, pese a ser nombrada por el presidente, se supone que es un cargo independiente que sebe ejecutar la ley.

En 2023, por ejemplo, declaró durante una entrevista con la cadena Fox que una vez los republicanos retomaran la presidencia, los fiscales e investigadores serían “procesados e investigados”.

Trump, así mismo, ha insinuado que usará la Fiscalía para perseguir o enjuiciar a sus oponentes políticos y a la prensa que lo criticó.

“Los comentarios y posturas anteriores de Bondi plantean dudas sobre cómo dirigiría el Departamento de Justicia. Obviamente, ocurrieron en otro momento, pero creo que va a ser muy importante ver si ella liderará un Departamento de Justicia que va a tomar decisiones basadas en los hechos y la ley y no en rencores o caprichos del presidente de turno”, le dijo al Washington Post Noah Bookbinder, presidente del grupo de vigilancia gubernamental Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética.

SERGIO GÓMEZ MASERI - Corresponsal de EL TIEMPO-Washington