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‘La conversación migró de la transición a la seguridad energética’
Empresarios del sector energético y expertos se reunieron en la versión 17 del Congreso de Energía.
Carlos fernando Galán, alcalde de bogotá y la presidenta de Acolgen, Natalia Gutiérrez, en el 17po. Congreso de Energía del gremio generador Crédito: Acolgen Foto: Acolgen
El apagón que paralizó hace 20 días a España, Portugal y afectó a parte de Francia, así como una serie de episodios similares -unos puntuales y otros prolongados- que han padecido una docena de países en los últimos dos años, debería llevarnos a valorar mejor el sistema eléctrico colombiano, que en 32 años ha evitado situaciones de este tipo, gracias a un modelo que se ha vuelto ejemplo a seguir.
Este planteamiento lo hizo Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgen -la entidad que agremia a 14 empresas generadoras de energía, que representan el 80% de la capacidad instalada del país- en el discurso de apertura de la reciente versión 17 del Congreso de Energía.
Lo ocurrido durante ese día extraño en la península ibérica provocó parálisis no solo en los sistemas de comunicación y en estaciones de tren y aeropuertos, sino en el comercio y la producción industrial. Dejó las ciudades sin semáforos y sin metro, sin refrigeración para los alimentos en hogares y supermercados, sin cirugías y otros servicios hospitalarios. Fueron 23 horas de caos, que solo en España, según los empresarios, se tradujeron en pérdidas por más de 1.600 millones de euros, unos 7,5 billones de pesos.
La dirigente resaltó cómo, a raíz de experiencias como estas, el mundo ha empezado a migrar en la conversación del tema de la “transición energética” al de la “seguridad energética” para garantizar la estabilidad de las economías.
Citando a Daniel Yergin, autor de El problema de la transición energética, Gutiérrez resaltó que una transición que no tenga presente la energía firme puede acarrear mayores costos económicos y un retraso en el desarrollo social.
Según estudios del Banco de Bogotá, que citó la dirigente, cada hora sin energía en Colombia podría costar $ 200 mil millones. Y Fedesarrollo calculó que un corte del servicio similar al de los 90, implicaría una contracción de la economía en 1,5 puntos porcentuales y la pérdida de 230 mil empleos.
“Hace 32 años, luego de aquel gran apagón de inicios de los 90, y debido al exitoso modelo eléctrico que construimos con las Leyes 142 y 143, en Colombia no hemos vuelto a tener interrupciones del servicio y este sector ha mantenido las inversiones requeridas ($140 billones en el periodo) para continuar teniendo un sistema robusto”.
Según el primer Informe de Perspectivas y Tendencias de Inversión de Acolgen, presentado en el evento, solo en el último año, las empresas del gremio realizaron inversiones por más de $2,6 billones en nuevos proyectos y en el sostenimiento de las plantas que garantizan la confiabilidad eléctrica. Esto, sin embargo, es un 15% menos que el año anterior.
“Según nuestros cálculos, para garantizar la confiabilidad del sistema eléctrico a mediano plazo, se requieren entre $10 y $12 billones de pesos anuales”, o sea cinco veces el nivel actual de inversión.
Balance estrecho
En el 2024, $2,6 billones invertidos por las generadoras en el desarrollo de nuevos proyectos. Foto:Miltón Díaz / ET
Con el esfuerzo de las generadoras, Colombia superó el fenómeno de 'El Niño' del 2024 sin afectación del servicio, con cerca de 66% del total de la generación originada con fuentes hidráulicas, que con las térmicas han permitido afrontar siete eventos climáticos extremos en 30 años. “Esto no es casualidad: es el resultado de una operación técnica, rigurosa, de decisiones acertadas y de una institucionalidad que ha sabido sostenerse en el tiempo”.
No obstante, dijo Gutiérrez, hoy el sector enfrenta una situación estructuralmente compleja, sobre la cual Acolgen ha lanzado alertas desde hace más de cuatro años. Se trata del balance entre oferta y demanda de energía eléctrica, que se ha venido estrechando fuertemente.
La demanda ha crecido sostenidamente, a un promedio anual de 2,6%. Sin embargo, entre el último fenómeno de ‘La Niña’ y el último de ‘El Niño’, la demanda del sistema interconectado creció un 6,4%, y en regiones de mayor consumo como la caribe, han tenido picos de incremento por arriba del 10%.
Por el lado de la oferta, según XM, el operador del mercado, entre 2021 y 2024 la tasa de entrada de proyectos fue de apenas 21%. Hoy, según la presidenta de Acolgen, hay una atraso en capacidad de más de 3.500 megavatios, cerca del 30% de la demanda nacional. “Esto nos deja sin márgenes para afrontar eventualidades y es por ello que le pedimos al Gobierno que camine de la mano de los gremios y las empresas, de manera que tanto la política pública como la regulación se orienten a la solución de cuellos de botella, a la atracción de nuevas inversiones y a construir confianza”.
Según la dirigente, los resultados de la reciente subasta de reconfiguración evidencian la estrechez de la oferta. Desde una perspectiva positiva, destacó el papel fundamental de la generación hidráulica y térmica, que representaron 43% y 24% de las asignaciones para 2026, respectivamente; esto a través de 16 proyectos existentes. Además, para 2027 se asignó un 35% de las Obligaciones de Energía Firme (OEF), en conjunto, a 15 proyectos, contribuyendo a mitigar el déficit que pudiera presentarse más adelante.
Sin embargo, los retos persisten, porque con la subasta no se alcanza a cubrir la totalidad de la demanda futura. Acolgen considera que si se llegan a presentar las demoras promedio en el desarrollo de proyectos, cualquier sequía intensa podría generar cortes del servicio.
“Por esto, le agradecemos al ministro Edwin Palma su apertura al diálogo y su intención de trabajar de manera conjunta y urgente con las empresas en pro de propósitos comunes, orientados a la creación de nueva oferta energética”.
Cantidad de energía
Los precios son un síntoma de escasez, que solo se resuelve con más proyectos. Foto:Miltón Díaz / ET
Gutiérrez dijo que entendía las preocupaciones del Gobierno por los precios de energía, pero que “el problema de fondo es de cantidades de energía" y las acciones deberían orientarse a obtenerlas.
Sobre la polémica en torno a las tarifas, Gutiérrez reiteró que este “no es un asunto que compete exclusivamente a las generadoras, sino que requiere de acciones estructurales”, que en parte tienen que ver con la cultura del no pago del servicio que existe en algunas regiones y con cobros y tasas adicionales en la factura ajenos al sector.
“Los precios son un síntoma de escasez, que solo se resuelve con más proyectos que nos garanticen energía firme. Es por esto que poner topes a la venta de energía en la bolsa tampoco llevará a la reducción de tarifas”. Gutiérrez explicó que la bolsa de energía no es el mecanismo prioritario para la venta de energía, ya que allí se transa menos del 20% de la energía que se consume y más de 80% se pacta en contratos de largo plazo entre generadores y distribuidores.
Riesgo país
Con el cambio de estable a negativa de la perspectiva sobre Colombia de las calificadoras de riesgo, la percepción de riesgo país ha aumentado, lo cual genera una deuda más limitada y costosa para el Gobierno y las empresas. También el país ha perdido cuatro puestos en los últimos 5 años en el Ranking de Competitividad Global del Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial: 57 entre 67 economías. Y según el Climatescope 2024 de Bloomberg, cayó 10 puestos desde 2022 en capacidad de atraer inversión para la transición energética.
Por todo esto, Acolgen le pidió al Gobierno Nacional "señales de política pública claras y coherentes" que viabilicen la entrada en operación de los proyectos en desarrollo y garantizar condiciones estables para la inversión "en todas las tecnologías de generación" (hidráulica, térmica, solar, eólica y biomasa) reconociendo el valor de cada para la confiabilidad del sistema.
"Desde Acolgen, ratificamos nuestra disposición para trabajar con el Gobierno, el Congreso, la academia y la sociedad en el diseño de estrategias que fortalezcan la sostenibilidad del sector, promuevan la inversión y aseguren el suministro energético necesario para el crecimiento de Colombia", concluyó la vocera de las generadoras.
Bogotá, en vilo por el riesgo de no poder cubrir la demanda
Acelerar proyectos, reducir la incertidumbre, promover la eficiencia, entre las propuestas. Foto:Miltón Díaz / ET
En la apertura del Congreso de Energía de Acolgen, intervino el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, para advertir que la capital está en alto riesgo de no tener energía suficiente. “Si no se resuelve el problema de las tres redes de transmisión pendientes y sigue aumentando la demanda (el año pasado creció 2.3%), podemos llegar a tener un momento de dificultades de abastecimiento”, dijo. Galán calificó como “absurdo” que no se puedan traer energías limpias por los problemas ambientales solucionables de esas redes y la ciudad tenga que seguir abasteciéndose de una termoeléctrica que contamina tanto como la mitad de los carros.
En un video, el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, hizo una invitación a los actores del sector a seguir conversando alrededor de la transición energética, la democratización y la diversificación de la matriz. “Este es un ministerio de construcción de consensos, poniendo en el centro los intereses del , que a veces tiene que escoger entre comer y pagar la factura”, afirmó.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, hizo en su exposición una enumeración de tareas para evitar un déficit energético en Colombia. Entre otras: acelerar proyectos, reducir la incertidumbre, promover la eficiencia en la demanda, mejorar la coordinación entre instituciones y reforzar la seguridad en las zonas energéticas. También lanzó alertas sobre el estrés de energía firme que se siente y la baja asignación de esta en las subastas recientes, y sobre la posibilidad de una insuficiencia de capacidad regasificadora en 2026 y 2027 si hay ‘Niño’ y desde 2031, aunque no haya fenómenos climáticos especiales.
Mejía hizo énfasis en el problema del país con los subsidios de los servicios públicos, que en más de un 80% llegan a hogares no pobres. De los $7,2 billones que el gobierno le adeuda al sector, $3,2 billones son por subsidios.
Mientras John Maya, de EPM, mostró su preocupación por el efecto que pueda tener sobre todo el sector el problema de las empresas Afinia y Air-e en la costa caribe, sco Bertoli, del grupo Enel, destacó que en el último año ha habido acercamiento entre las autoridades del sector y las empresas desarrolladoras de proyectos, pero sigue faltando la seguridad para hacer esos proyectos en entornos de confianza.
En el de empresas, Federico Echavarría, de la empresa AES Colombia, centrada en nuevas energías renovables, pidió “una apuesta de institucionalidad” del Gobierno para atender las necesidades de los guajiros y no renunciar a “los vientos de clase mundial” de la zona.
El de ejecutivos financieros de Ana Milena López, María Fernanda Suárez, Camila Vásquez y Miguel Toledo concluyó que Colombia sigue siendo atractivo para invertir en el sector, pese a su problema fiscal y a la incertidumbre política, que sí están encareciendo el a capitales.
La mirada de expertos foráneos
El Congreso de Energía tuvo dos invitados internacionales especiales. Uno fue Vicente García-Ibor, presidente de la Federación Europea de Asociaciones de Derecho de la Energía, quien habló de las lecciones que dejó el reciente apagón en su país, España, que ha sido tratado como un asunto de toda la Unión Europea, la cual, por cierto, tiene como objetivo lograr la unión energética en un futuro no muy lejano. Aunque aún faltan los resultados de las investigaciones del caso, para el experto esto corroboró que el sector es y debe ser tratado como esencial; su gestión debe tener todas las garantías y evitar las situaciones extraordinarias; y se deben valorar temas como el almacenamiento, la hibridación, la extensión de redes y la digitalización. En su concepto, quedó claro que la capacidad de interconexión es clave para la seguridad y lo muestra que el apagón habría sido menos dañino si los enlaces con Francia hubieran estado en mejores condiciones de capacidad y confiabilidad.
El otro invitado especial fue Luis Maurer, consultor en estrategia de energía, quien analizó la evolución de la producción de energías renovables en Brasil, muy concentrada en el poco desarrollado Nordeste de ese país, lejano de los grandes centros de producción (algo parecido a La Guajira), lo que implicó hacer extensas líneas de transmisión. Para Maurer, se cometieron errores como dar excesivos subsidios y estímulos que llevaron a una sobreinversión en una sola región, tener líneas de poca estabilidad, generar un desperdicio grande de energía y garantizar un rescate ante un problema sistémico para los inversionistas. Hoy, en su país están viendo la producción híbrida como una solución para un desarrollo más aterrizado.
Interrogado sobre el modelo colombiano, Maurer dijo que -con su matriz diversificada, sus regulaciones y su institucionalidad- se ve desde afuera mucho mejor que lo que dicen las voces críticas locales. “Estoy de acuerdo: ustedes se dan mucho palo”, afirmó.
MÁS CONTENIDO*. Un proyecto de Contenidos Editoriales Especiales de EL TIEMPO, con el auspicio de Acolgen.