La extorsión carcelaria en Colombia abarca casi la mitad de casos en poder de las autoridades; esta es la radiografía

na de las primeras estrategias del Gobierno Nacional para contrarrestar la extorsión desde las cárceles fue lanzar la operación Dominó, dirigida a reducir a los principales responsables de este delito, como alias Negro Ober, ‘Satanás’ o Digno Palomino, presos que desde sus celdas han grabado hasta videos amenazando a comerciantes.

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Contra ellos, las medidas han ido desde requisas sorpresivas y más estrictas hasta constantes traslados; sin embargo, el fenómeno no ha cesado, y las autoridades involucradas en este asunto han posado su mirada en cómo combatirlo. 

De hecho, en diciembre pasado, el presidente Gustavo Petro afirmó que “el centro de la extorsión en Colombia es la cárcel”, y por eso propuso una serie de salidas como comprar casas alrededor de las cárceles para así inhibir comunicaciones telefónicas sin afectar a los vecinos. No obstante, en el Gobierno esa idea parece haber cambiado en los últimos meses.

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En términos generales, la extorsión en el país dejó entre enero y junio de este año 5.947 casos de acuerdo con el ‘Informe de criminalidad, resultados operacionales y delitos contra las propias tropas’, elaborado por el Ministerio de Defensa. Y en un reporte paralelo de principios de 2024, la Procuraduría General indicó que el 41 por ciento de casos por extorsión vienen desde prisiones, cifra que se mantiene de acuerdo con estadísticas del Inpec.

“Esto parece evidenciar que, lejos de ser instituciones que aporten a la solución de la problemática ligada a la extorsión, las cárceles se están convirtiendo en centros dinamizadores del delito, propiciado por altos índices de hacinamiento, corrupción y las dificultades existentes para el mantenimiento del control y las regulaciones en su interior”, comentaron Brandon Adrián Acuña y Santiago Medina, investigadores de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares).

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Los centros carcelarios donde más se presenta esta problemática son la cárcel de Tuluá; La Picota; La Modelo, de Bogotá; El Bosque, de Barranquilla, y Picaleña, en Ibagué, desde donde delinquen alias Castor, ‘Negro Ober’, ‘Satanás’ y otros presos de alto nivel con bandas como el ‘Tren de Aragua’, ‘la Inmaculada’, ‘los Costeños’ y ‘los Camilos’.

En cuanto a personas que han ido a prisión por extorsión, las bases oficiales del Inpec tienen un reporte actual de 4.406, divididos en 2.860 condenados y 1.546 sindicados. Además, en el top general de los delitos más cometidos en Colombia, esta conducta, tipificada en el Código Penal con penas desde 192 a 288 meses de cárcel, aparece en el noveno lugar. Los principales son el homicidio, el hurto, el concierto para delinquir y el tráfico de drogas.

Carlos López - Redacción Justicia - @CarlosL49 - [email protected]