La Reina Isabel II, protagonista de la inauguración de los Olímpicos 2012

La reina Isabel II, que murió este jueves a los 96 años, fue un símbolo de estabilidad y continuidad en medio de grandes crisis como la pérdida del Imperio británico o los múltiples escándalos de la familia real.

Isabel Alejandra María II nació en Londres el 21 de abril de 1926. Cuando ascendió al trono en 1952, con sólo 25 años, Winston Churchill era primer ministro, India acababa de conseguir su independencia y el Reino Unido todavía gobernaba en partes de Asia y África.

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Desde entonces, se convirtió en un símbolo de estabilidad que pasó a través de la desintegración del imperio, la Guerra Fría, los cambios sociales de la posguerra, los felices años 1960, la llegada de la era digital y la complicada salida británica de la Unión Europea. Los tiempos cambiaron y la popularidad de la monarquía sufrió altibajos, pero la reina fue siempre una figura popular, posiblemente la mujer más reconocida del mundo.

La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos del 2012 en el estadio de Londres fue increíble e Isabel fue gran protagonista, al lado del actor Daniel Craig, el James Bond de la época.

La ceremonia se llamó ‘Islas Maravillosas’ y fue dirigida por el reconocido productor y director de cine británico, Danny Boyle.

De película fue la aparición de la Reina. Todos esperaban que apareciera en el estadio por una puerta especial y que fuera ayudaba a bajar por las escaleras al sitio especial, pero no fue así.

Una imagen proyectada en las pantallas trasladaron a los asistentes a la ceremonia y al mundo al palacio de Buckingham, allí se abrió una puerta de una de las salas especiales donde era el sitio de trabajo de la Reina.

El agente Bond ingresó a esa sala y en ese instante se escucharon el sonido de los 600 relojes del palacio. Isabel II salió del salón acompañada por uno de sus perros y Bond le siguió los pasos. Ambos llegaron al jardín y abordaron un helicóptero.

El aparato sobrevoló el estadio y de un momento a otro Bond y la Reina se lanzaron al aire. Ella llevaba un vestido de color rosado. Se abrieron los paracaídas, que eran las banderas del Reino Unido y luego se registró la imagen de Isabel II en el palco de honor acompañada del duque de Edimburgo.

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