Barichara, esa bella población santandereana, fue fundada el 29 de enero de 1705 y según algunas descripciones, “se levanta sobre piedra. Sus calles, casas, templos y en especial el cementerio, lugar destacado, son construidos con piedra amarilla. La catedral de la Inmaculada Concepción, en recuerdo a la Virgen de la Roca, es una obra única y está sostenida por 10 columnas monolíticas labradas con 5 metros de altura y 70 cm de ancho”.
Es un lugar de vacaciones para muchas personas, que han comprado casas en esta población para su retiro o para ir a pasar temporadas. Es un sitio que muchas parejas escogen para casarse y todos hablan de su
maravillosa arquitectura y su clima.
Sin embargo, este patrimonio cultural, monumento nacional y que hace parte de la Red de pueblos patrimonio, encara, según el Equipo Interdisciplinario TierrAdentro, la destrucción de parte de su historia.
Uno de los patrimonios en mayor riesgo es la Red de caminos ancestrales, que, cuenta María Alejandra Holguín Rojas, representante legal de TierrAdentro, son “vías de transmisión del legado de nuestros antepasados, los indígenas. A lo largo de la historia han sido resignificados y transformados, adquiriendo a su paso diversas apelaciones, valores y usos”.
Estos caminos han sido afectados y algunos han sido destruidos o están en mal estado. Según un documento de Tierradentro, “el Camino Real Villanueva-Guane, por los lados del Boquerón, al igual que el Camino Real Butaregua (con conexión Camino Real Tobares y el Camino Real) fueron prácticamente destruidos por el paso de carreteras.
Por esta razón es fundamental hacer un trabajo de sensibilización al patrimonio y de mediación cultural dado que en ninguno de ellos figura una placa alusiva de su existencia”.
Agrega que “vamos a complementar la Red de conexión con otros caminos, tales como Villanueva-Butaregua, que actualmente carece de mantenimiento y es imposible de transitar. También, identificar qué porcentaje queda del trazado original antes del paso de carreteras entre la conexión del Camino Real Butaregua-Camino Real”.
María Alejandra Holguín Rojas habló con EL TIEMPO sobre esta grave situación.
¿Qué pasa hoy con estos caminos reales?
Teniendo en cuenta contextos como la construcción de carreteras, la ausencia de mantenimiento y el desconocimiento del valor patrimonial de esta red de caminos ancestrales, hoy está siendo destruida y a su paso, los Bienes de Interés Cultural (BIC) en su zona de influencia, como patrimonio natural y patrimonio arqueológico. Debido a que hay un incumplimiento de las normativas que los cobijan y especialmente, por la ausencia de sensibilización sobre el valor de estos BIC y los mecanismos que permitan salvaguardarlos.
¿Qué son los caminos ancestrales y cómo eran sus rutas?
Los caminos ancestrales de Barichara son vías de transmisión del legado de nuestros antepasados, los indígenas. Son patrimonios vivos que designan la identidad de un territorio, no solo desde su aspecto físico ni comercial sino desde su valor patrimonial.
Son vectores de diálogo de saberes, de tradiciones que propician no sólo el desarrollo económico de un lugar a otro, sino que promueven un modelo de senderismo sostenible que privilegia el capital humano.
Son sendas que se caracterizan por entrelazar conocimientos y saberes locales donde convergen varios contextos históricos. Estas rutas enaltecen la esencia de un pueblo y su relación con otras culturas y territorios. Por eso hoy en día son considerados como Bienes de Interés Cultural.
¿Cuáles son los saberes más importantes que reúnen estos caminos?
En la zona de influencia de esta red de caminos ancestrales, declarados Bienes de Interés Cultural del departamento, se entrelazan el Centro Histórico con la zona rural (17 veredas y el corregimiento Guane) del municipio de Barichara y podemos observar dentro del patrimonio inmaterial saberes de la cerámica emblemática guane, técnicas tradicionales de construcción en tierra, cestería artesanal y producción de café orgánico, entre otros.
Pero en esa zona de influencia también podemos reconocer otra diversidad de patrimonios: bienes arqueológicos como pictogramas y patrimonio natural como el bosque seco tropical, característico de esta región y uno de los ecosistemas más amenazados que se debe proteger.
¿Cómo eran las rutas, a dónde llevaban y cómo era su lógica?
Esta Red de caminos ancestrales son un conjunto de vías rurales y urbanas que se conectan con otras zonas del país. Sus trazados son bienes públicos dentro de propiedades privadas. Según la ordenanza 021 de 2006, pueden clasificarse como Bienes de Interés Cultural departamentales, y hay caminos indígenas, caminos reales y de herradura que se encuentre en este territorio santandereano. También pueden clasificarse como senderos peatonales y caminos de servidumbre.
Dependiendo de su ubicación estratégica, tipología basada en aspectos geográficos e interés de uso, cada uno de los trazados de estos caminos podría tener una lógica simbólica, comercial, geopolítica, teniendo en cuenta que son caminos de trashumancia, donde se practicaban rituales, el intercambio de servicios, productos y mercancías a nivel local y nacional, muchos a través de la economía del trueque con otras comunidades indígenas.
¿Cómo se movían los cruces de caminos y cuáles eran los más importantes?
Toda la Red de caminos ancestrales, tanto de Barichara como de la Red de caminos históricos del departamento de Santander y del país, son de igual importancia y relevancia, teniendo en cuenta que todos los caminos son necesarios para entender la evolución de nuestra cultura, no desde una visión fragmentada y parcial sino desde una perspectiva más holística.
¿Cómo afecta lo que ha pasado con el patrimonio general de Barichara?
Al destruir los caminos, es decir las rutas de diálogo de la comunidad, el tejido social se fragmenta. Con ello mutan los saberes ancestrales y en el peor de los casos se pierde la identidad de una cultura y por ende, la esencia que caracteriza un pueblo.
¿Qué más sucede en la región? ¿Cuáles han sido las más importantes pérdidas o qué más está en riesgo en este momento?
En la caminata que organizó el equipo interdisciplinario Tierradentro el pasado 6 de marzo, donde participó la comunidad de Barichara, Gilberto Camargo Amorocho, del equipo Entre los Alpes y los Andes, y más de 120 personas, se confirma que hubo un atentado directo a un bien de interés cultural nacional declarado por el Ministerio de Cultura: el Camino Real Guane-Centro Histórico (Piedra Bolívar).
A su vez, se informa a las autoridades que en la zona de influencia de este bien público dentro de propiedad privada se está destruyendo y siendo afectado paralelamente el patrimonio arqueológico del municipio.
¿Qué pasa con las entidades a cargo del patrimonio?
La ausencia de implementación de estrategias sostenibles de desarrollo en la zona rural por parte del ente de control es notoria. El desinterés de parte de las autoridades territoriales para promover e implementar modelos eco-responsables desarrollados y propuestos gratuitamente por la comunidad para generar conectividad entre el Centro Histórico y rural, provoca que el patrimonio de Barichara esté en riesgo debido a que los intereses privados priman sobre el los intereses públicos.
En otras palabras, el progreso de un pueblo lamentablemente se está enfocando principalmente en promover su desarrollo urbanístico e industrial en lugar de promover servicios ecosistémicos que aporten en el crecimiento económico durable de sus habitantes.
Esta indiferencia y falta de reacción del valor patrimonial de estos bienes de interés hacen que la esencia e identidad que caracterizan un pueblo estén en vilo. Por eso es crucial darle un uso adecuado a los caminos como estrategia de conservación de un territorio.