Violando el toque de queda, la ley seca y demás normas vigentes por el aislamiento obligatorio por causa del nuevo coronavirus, en Tumaco, costa Pacífica de Nariño, algunos pobladores han llegado al extremo de arrebatarles a las autoridades los féretros con los cuerpos de personas contagiadas con el mortal virus.
Las autoridades creen que por lo menos son cinco casos los que se han registrado en las calles del puerto y en presencia de de la Policía Nacional en los últimos días.
El caos y el desorden social, que parecieran incontrolables, suceden en medio de la impotencia de las autoridades.
Las redes sociales han sido aprovechadas para realizar esta clase de denuncias públicas que causan un gran impacto social.
El más reciente caso fue registrado en la noche del domingo, a través de un video, bajo la advertencia “SOS. Tumaco… sálvese quien pueda”.
La curiosa y sorprendente escena callejera muestra cómo varios jóvenes, sin utilizar tapabocas, ni guantes y tampoco guardando la distancia recomendada por las autoridades sanitarias, deciden sacar a la fuerza del carro funeral el féretro ante la mirada impávida de uno de los empleados de la funeraria.
“Vamos a llevar el muerto a nuestra casa” es la expresión de una mujer mientras que otras lanzan gritos y hasta aplauden el acto.
A pocos metros se encuentran algunos de la Policía Nacional, que solo se limitan a presenciar el hecho.
Cinco de los jóvenes cargan el ataúd en sus hombros y emprenden un recorrido con la mayor tranquilidad del caso y a paso lento.
“La Policía se queda viendo un avispero”, exclama uno de los curiosos, mientras que algunos jóvenes deciden acompañar el inusual traslado del féretro a pie y otros lo hacen en motocicletas haciendo sonar sus pitos.
Un día antes, el sábado en horas de la mañana, en las calles de Tumaco se registró el sepelio de una persona en el que se observa un gran número de personas entre dolientes y curiosos, varios de ellos sin las medidas de protección que exigen las autoridades por la emergencia.
Aquí, por lo menos una docena de familiares, entre mayores de edad y jóvenes, acompañaron el cajón con el difunto en su interior, pero lo tocaron y hasta lo abrazaron en medio de llantos y expresiones de dolor. Algunos no llevaban tapabocas ni guantes.
Mientras esto sucede, ni los angustiosos y constantes llamados de la alcaldesa María Emilsen Angulo a la autoprotección y el aislamiento por la cuarentena han servido para convencer a un amplio sector de la comunidad tumaqueña.
Durante el último puente festivo, al menos 15 reuniones sociales o rumbas debieron ser intervenidas por los efectivos de la Policía Nacional, en la mayoría de ellas con la asistencia de ciudadanos pero sin protegerse.
“Las sanciones fueron impuestas de forma inmediata por incumplimiento a la medida de aislamiento y toque de queda”, advirtió la funcionaria.
“Los casos de Tumaco cada día se incrementan más por la tardanza en la toma de muestra y la lectura de las mismas”, declaró y aseguró que la situación en su municipio se va a desbordar de no adoptarse medidas drásticas y acciones orientadas a salvar la vida de los tumaqueños.
“Aún estamos a tiempo de lograr un apoyo real desde todo el Estado y del Gobierno para que esto no se nos salga de las manos”, manifestó.
“Estamos implorando una mirada diferencial hacia Tumaco y todo el territorio del Pacífico nariñense”, enfatizó la mandataria.
Este municipio ya contabiliza un total de 524 casos positivos de covid-19 de los 830 reportados hasta el momento en Nariño, mientras que el número de fallecidos asciende a 19.
MAURICIO DE LA ROSA
PARA EL TIEMPO
PASTO