¿Por qué sale caro morirse en Barranquilla? La propuesta en el Concejo para aliviar duro momento

Algunos testigos, al verlo lesionado y tendido en el suelo, entraron en pánico y salieron corriendo de la escena, mientras que otros amigos trataron de auxiliarlo, aunque sin saber qué hacer en medio de los momentos de confusión.

Pese a que fue trasladado de inmediato a un centro asistencial cercano, la gravedad de la lesión le produjo la muerte. El dolor se apoderó de esta familia que, como si fuera poco, a partir de esta noticia tuvo que lidiar con otra preocupación: ¿con qué dinero iban a sepultar a su ser querido?

Amigos, vecinos y demás allegados a la familia emprendieron una colecta, no solo en la zona donde residen, sino también con cadenas que se difundieron a través de las redes sociales y en whatsapp.

“La triste realidad es que luego de morir sin razón y de manera absurda, no tienen para la sagrada sepultura”, lamentó una conocida del hogar, quien hizo llegar este mensaje a sus os con el propósito de recaudar la suma necesaria.

Este triste panorama que se sufre en las comunidades vulnerables de Barranquilla se discutió en la Comisión Primera de Planeación, Infraestructura y Bienes del Concejo del Distrito, donde los integrantes aprovecharon el espacio para hacer propuestas al respecto.

Propuestas que dirigieron a la Alcaldía Distrital, a través del secretario de Gestión Social, Ismael Marín Daza, quien estuvo en el recinto para presentar la hoja de ruta de esta cartera en el marco de la revisión del Plan de Desarrollo 2024 – 2027.

“Cuando a una persona se le muere un familiar, no llora tanto porque se le va el familiar, sino porque no tiene los 3 millones de pesos que en ese momento cuesta el servicio funeral y eso duele”, dice el concejal Freddy Barón.

En ese sentido, el cabildante resaltó la labor que se viene realizando desde esta dependencia con estos hogares, no obstante, pidió con el apoyo de otras secretarías correspondientes trasladar la mirada a los cementerios.

“Aquí hay un cementerio que es el Calancala, el cementerio católico de Barranquilla, y ahí no baja de millón 600 mil pesos la fosa donde sepultan a las personas. ¡Millón 600! Eso es aparte del auxilio que brinda la Alcaldía, que es retirar el cuerpo del hospital, embalsamarlo, llevarlo a la casa, velarlo en la funeraria, entregar el ataúd, pero después viene el otro dilema: del cementerio hacia adentro”, expresa el hombre.

El cementerio al que se refiere el concejal Freddy Barón, por el partido Liberal, está ubicado en el barrio Los Andes, de la localidad Suroccidente de Barranquilla, y cuenta con siete hectáreas de terreno.

Recuerda que hay un campo santo más flexible en términos económicos, que es el del barrio Santa María, sin embargo, señala que muchos ciudadanos desconocen su existencia o queda a una gran distancia de sus lugares de residencia.

“Para ver cómo entre todos, Secretaría de Hacienda, Jurídica, Gestión Social, tratamos de hacer un esfuerzo con el Concejo y se refuerza esa parte de llevarle la ayuda económica o de gestión y que realmente llegue a su fin a descansar esas personas de escasos recursos”, dice Barón.

Mientras que el cementerio del barrio Santa María, en la localidad Metropolitana de la capital del Atlántico, está ubicado en un sector popular. Sin embargo, es epicentro de quejas, por parte de la comunidad y los familiares de los difuntos, debido a su avanzado deterioro.

En varias ocasiones, la ciudadanía ha pedido recuperar sus zonas verdes, toda vez que los cuerpos reposan entre la maleza, lo que es motivo de temor a que ciertos animales que aprovechan estas condiciones, como las culebras, ronden entre el monte crecido y ataquen a los visitantes.

Como si fuera poco, han denunciado que el estado de las tumbas es “deplorable”. Y, a falta de mantenimiento, las estructuras se quiebran, dejando expuestos los restos óseos y provocando malos olores.

Esto último genera preocupación en la ciudadanía, que teme afectaciones en la salud de la población, por el estado del camposanto.

A esta petición se sumó la observación del concejal Alexis Castillo, quien propone una orientación concreta por parte de la Secretaría de Gestión Social a una instancia donde la persona que lo necesite se pueda acercar para solicitar el apoyo.

“Tenemos que definir los montos, mirar cuáles son los requerimientos exactos que necesita una familia para poder acceder al beneficio. Esto debería elevarse a una Oficina de Servicios Fúnebres en el Distrito de Barranquilla y bien que es necesaria para el adulto mayor y familias vulnerables. La gente sale llorando con una lágrima por el fallecimiento del ser querido y la otra lágrima es cómo lo va a enterrar”, afirma Castillo.

El concejal puso sobre la mesa el hecho que el cementerio Calancala “goza de una exención tributaria”, mientras que el cementerio Santa María, bajo la istración de la Secretaría de Gobierno Distrital, hay que recuperarlo, ante las condiciones en las que se encuentra.

“Es para la gente de extrema pobreza. Es que aquí no le vamos a dar un cajón a la gente que quizás tengas para comprar un cajón fino. Ellos definirán sus gastos, pero hay gente que sí no tiene ni para una vela. Velaré para que la discusión se abra sobre la necesidad de tener una Oficina de Servicios Fúnebres en la ciudad, como lo tienen otras ciudades del país, porque sí lo hay. Hasta los muertos merecen dignidad, sobre todo los más pobres”, sostiene Castillo.

A su turno, el concejal Edgardo Acuña hace énfasis en la problemática que tiene el cementerio Santa María, donde se han registrado casos de restos óseos expuestos ante las malas condiciones de las fosas.

“En una intervención que tuve, le solicité al alcalde que había que buscar un operador. Ese cementerio hay que intervenirlo. No tiene sentido el estado en la que se encuentra la oficina istrativa que está dentro del cementerio”, señala Acuña.

El cabildante cuenta que en este cementerio cobran “desde 800 mil pesos hasta 1 millón de pesos”, un monto que estas familias no están en condiciones de saldar para enterrar a sus seres queridos fallecidos.

Tras estas intervenciones, desde la Secretaría de Gestión Social del Distrito recuerdan que la Alcaldía brinda un auxilio funerario a quienes así lo requieran, cumpliendo con una serie de requisitos.

De acuerdo con esta dependencia, los documentos exigidos son:

• Fotocopia de la hoja del Sisbén grupo A – Pobreza Extrema y B – Pobreza Moderada del fallecido (Solo aplica para residentes de Barranquilla).
• Fotocopia de la cédula del fallecido.

Acta de defunción.

Una vez recibidos los documentos, son validados y la remisión es entregada al prestador del servicio.

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La istración distrital hace la salvedad que este beneficio solo aplica para fallecidos con hoja del Sisbén en Barranquilla y las personas que lo soliciten deben estar en situación de vulnerabilidad, que no cuenten con los recursos económicos para llevar a cabo sus trámites funerarios de manera independiente.

De igual manera, las propuestas que surgieron en el Concejo Distrital fueron recibidas por la Secretaría de Gestión Social, con el fin de mejorar el proceso y mantener el soporte para esas familias de escasos recursos en un momento de duelo.

Deivis López Ortega
​Corresponsal de EL TIEMPO - Barranquilla
​En X: @DeJhoLopez
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