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Noticia
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Joven creó cemento capaz de descomponer CO2 en Barranquilla: hallazgo ilusiona a ambientalistas
Idea surgió tras crisis del agua en la ciudad y ahora una tonelada equivale a lo que descontaminarían 117 árboles en un año.
Se trazan como objetivo posicionarse en el mapa de la industria nacional, para demostrar la capacidad de innovar. Foto: Suministrada por Towers Cem
A la preocupación por los efectos nocivos del sector de la construcción en el medio ambiente, el barranquillero Carlos Andrés Torres Puello llegó y halló una solución, sin importar el pesimismo de quienes lo rodeaban.
Pese a las observaciones incrédulas, con frases como “eso es imposible”, “no lo vas a lograr”, entre otras, el joven de 25 años descubrió en las propiedades del cemento un aliado sostenible en el ámbito ambiental.
Sin embargo, como todo resultado impactante, el inicio le fue difícil, luego de pasar por problemas económicos, tener que dejar la universidad y hacerse cargo de su familia y abrirse cupo en un campo que ya estaba lleno de expertos.
“Tower Cem nace de un proceso investigativo. Estudio Ingeniería Eléctrica y siempre me ha gustado el mundo de los materiales. Como he estado rodeado de la ingeniería y la ciencia básica, aprendí a tener dos puntos de vista distintos de las cosas. Cuando me inscribí en el grupo de investigación, me preguntaron qué podía aportar y yo respondí que quería aprender. Empecé como el ayudante en el laboratorio, limpiaba las probetas, organizaba todo y así me fui metiendo en la investigación”, recuerda Carlos.
El equipo avanza en el proyecto. Foto:Suministrada por Towers Cem
Pasado el tiempo, asegura que se sacudió y se animó a hacer un proyecto de investigación, aprovechando el boom de las energías renovables y temas de sostenibilidad.
“Había un proyecto que estaba buscando mejorar la eficiencia de los es solares. Así fue como ingresé en el tema de los materiales aplicados a la ingeniería. Estábamos diseñando un electrodo que es una película transparente para que el solar absorbiera mayor radiación y fuera más eficiente”, cuenta el ingeniero.
Problemas económicos en la vida de Carlos
A medida que fueron entrando más en materia y desarrollando la investigación, concluyeron que su participación no era viable en el proyecto si no estaban en el proceso de diseño del o tener a uno de ellos, dañarlo y volverlo a construir.
Lo intentó con otra idea y, a los seis meses, surgió la iniciativa de hacer un vidrio con propiedades combinadas de un y térmicas, es decir, que con el calor también pueda producir energía. Pero en la universidad le dijeron que eso no era ingeniería.
Un profesor le recomendó que siguiera con el proceso hasta que llegó a asesores externos, quienes le advirtieron que, para sacar un prototipo del papel tenía que invertir 30 millones de pesos hace cuatro años.
“No tengo 30 millones, pero los busco, bien corajudo yo. Se metió pandemia y pasaron problemas económicos en mi casa. Tuve que aplazar mis estudios y me tocó trabajar en un call center por dos años, sin perder el o con los profesores”, manifiesta.
Así ingresó a la industria cementera
Tras superar los inconvenientes, logró retomar sus estudios y hacer sus pasantías en una cementera de la capital del Atlántico. Su plan era hacer algo que a la compañía le quedara y adquirir la suma que necesitaba.
Los resultados fueron positivos luego de varias pruebas. Foto:Suministrada por Towers Cem
La cementera buscaba un proyecto innovador como estrategia y él intervino desde la línea de procesos. Entendió las problemáticas del mercado y empezó a trabajar en el proceso del cemento.
“Quiero hacer un cemento que tenga estas propiedades. El cemento tiene el problema que contamina mucho. Vamos a ser la primera cementera en Colombia que haga un cemento que descontamine y que tenga propiedades mecánicas mejoradas, algo que la competencia no tiene”, sostiene Torres.
No le aprobaron la idea, pero él continuó con el proceso de manera independiente, aprovechando que ya tenía os y trayectoria en la industria del cemento. Towers Cem estaba cobrando vida.
“Ya tenía claro qué debía hacer, pero el laboratorio de la corporación no tenía la maquinaria para producir el cemento, sino solo para caracterizar y medir el material. Tengo que contar esta historia, no estuvo bien, pero ingresaba a otra universidad y entraba a escondidas a un laboratorio, cuando estaban desocupados. En ocasiones, iba en las noches para no molestar a nadie, y apenas amanecía a las 6 a. m. me tenía que ir. Así durante un año”, reconoce Carlos.
El proceso para descomponer CO2
A esas alturas ya tenía un producto funcional y procedió a realizar las pruebas. Con ayuda de amigos en empresas externas, caracterizó en sus instalaciones para hacer prueba, ensayo y error durante ocho meses.
Nuestro cemento descompone el CO2, los gases descontaminantes
Carlos TorresIngeniero eléctrico
“Nuestro cemento descompone el CO2, los gases descontaminantes. Cuando hice el primer proyecto de investigación, esta idea surgió cuando Barranquilla tuvo un problema de turbiedad con el agua y el grupo de investigación estaba trabajando en la solución a esa problemática. Adicionaban un fotocatalizador, lo excitaban con radiación ultravioleta, simulando la luz solar y podía ver cómo el material seleccionaba ciertos contaminantes y lo descomponía, se empezaba a limpiar el agua”, relata.
Ese proceso era en estado líquido y Carlos se propuso llevarlo y probarlo en otro nivel, al estado sólido. Así fue como empezó a incorporar ese paso a paso al cemento.
“Lo que hacemos con el cemento es que se prepara la mezcla, las proporciones y dosificaciones y adicionan un fotocatalizador. Este se excita con la radiación solar, UV, luz azul y ultravioleta, y empieza a reaccionar y a descomponer gases contaminantes. Nos centramos en el CO2, los óxidos nitrosos, los óxidos sulfurosos, los que botan los gases de los carros y los PM, que son material particulado; y los compuestos volátiles orgánicos. Se descomponen los enlaces de estos contaminantes, proporcionando aire limpio”, explica Torres.
El equipo de trabajo sueña con convertir a Towers Cem en la mejor cementera del mundo. Foto:Suministrada por Towers Cem
Tecnología capaz de remover 173 kg de CO2 con una tonelada de cemento
La tecnología del cemento que creó Carlos se denomina X-Cem, con la que una tonelada de este cemento es capaz de remover hasta 173 kilogramos de CO2. Eso equivale a lo que descontaminarían 117 árboles en un año.
Agrega que el material solo con el fotocatalizador necesitaba un empujón para funcionar. Por lo tanto, lo ‘dopan’, lo alteran un poco, adicionan materiales suplementarios que son desechos de otras industrias, apuntándole a la economía circular, que son desperdicios del hierro para que el material sea menos selectivo. El hierro, como instrumento conductor, hace que el material se excite con menos energía y pueda reaccionar con más gases contaminantes.
“Disminuyendo emisiones de CO2, le apostamos a que las empresas puedan ser un nuevo tipo de mercado, que se llama ‘Bonos de Carbono’. Es decir, por cada kilo de CO2 que quite a la atmósfera, se da un incentivo. Esos son los beneficios tanto a nivel ambiental como para la empresa”, destaca Carlos.
El joven resiliente sueña con convertir a Towers Cem en la mejor cementera del mundo. Se traza como objetivo ponerla en el mapa de la industria a nivel nacional y que a nivel mundial se enteren que en el país también hay talento y capacidad de innovar y revolucionar mercados.