Las mujeres han sido discriminadas a lo largo de la historia, sus derechos se han vulnerado casi que sistemáticamente en el ámbito público y en el privado, y Bogotá no es la excepción.
Si bien que reconocer que en los últimos años las mujeres han ganado espacio de participación e inclusión en la agenda pública, los avances no han sido tantos como se esperaría, pues en la actualidad
fenómenos como la pobreza, el desempleo y la violencia siguen afectándolas.
Por esta razón, el enfoque de género que tiene el Plan Distrital de Desarrollo (PDD) de la actual istración fue una de las apuestas que más sobresalió, no solo porque es transversal a todos los sectores de la hoja de ruta, sino porque pone como prioridad a las mujeres a través de 21 metas que se deben alcanzar en el cuatrienio a través de tres propósitos centrales.
Seguridad
El sector mujer en el plan incluye un programa para garantizar que las mujeres tengan una vida libre de violencias, se sientan seguras y accedan con confianza al sistema de justicia.
Hay que decir que solo el año pasado, según las cifras, 26.911 mujeres fueron víctimas de violencia intrafamiliar, y en ocho de cada diez casos, el presunto agresor fue la pareja.
Además, 5.190 mujeres fueron víctimas de delitos sexuales.
Sistema Distrital de Cuidado
Según las cifras del Dane, el 11 % de la población en Bogotá requiere cuidado prioritario, pero ese no es el problema, sino que las actividades de cuidado se han convertido en una carga histórica para las mujeres. Solo en Bogotá 9 de cada 10 dedican cinco horas y media a trabajo doméstico y de cuidado sin remuneración, trabajo que de ser pago aportaría casi un 13 % al PIB.
Asumir este desequilibrio en estas labores ha hecho que las mujeres en la capital estén 14 % por debajo de los hombres en tasa de ocupación, y 22 % por encima en participación en trabajo no remunerado.
Con este panorama, la aprobación del PDD en el Concejo abrió las puertas a la creación del Sistema Distrital de Cuidado, una estrategia que se realizará por primera vez en Bogotá y que tiene como propósito reconocer, reducir y redistribuir las labores de cuidado entre hogares, mercado, Estado y comunidad.
El sistema tendrá una inversión de $5,2 billones, que serán divididos para lograr el cumplimiento de veinticinco metas, entre las que se encuentra la implementación de la estrategia ‘manzanas del cuidado y unidades móviles de servicios del cuidado’, este proyecto es transversal a todos los sectores del Distrito.
Un proyecto para lograr que en toda la ciudad haya a Casas de Igualdad de Oportunidades, lavanderías, jardines infantiles, centros de cuidado para personas mayores, centros de atención a personas con discapacidad y espacios de alimentación.
Feminización de la pobreza
En la capital del país, el 13,4% de las mujeres viven en condición de pobreza monetaria y el 7,6 % tienen privación en el a derechos básicos como educación. Además, el 44 % no cotiza a salud y pensión y la brecha salarial es del 17 %, es decir que ganan en promedio $300.000 menos que los hombres. Por eso, reducir la feminización de la pobreza también quedó incluido en el PDD como meta para el cuatrienio.
Presupuesto
La inversión tuvo un aumento del 201 % en comparación con el cuatrienio de la istración anterior para la Secretaría de la Mujer. De esta manera, entre el 2020 y el 2024 se destinarán $ 414.648 millones para mejorar la calidad de vida de las mujeres en la ciudad.
Los aciertos y desaciertos
Aunque la apuesta en el sector mujer fue aplaudida en el Concejo, para algunos cabildantes las metas no son tan ambiciosas como se esperaría.
Para Susana Muhamad, aunque en el PDD la mujer está priorizada con una “apuesta seria”, el Sistema Distrital de Cuidado, por ejemplo, “se basa en servicios sociales que se han construido en los últimos veinte años, el sistema está muy bien porque construye una red social alrededor de esos servicios, pero se debería pensar en una ampliación”, afirma.
Muhamad es enfática en que el sistema no empezará de ceros, pues “la innovación es que todos los servicios funcionen como un sistema”, puntualiza.
5 preguntas a: Diana Rodríguez Franco - Secretaria de la Mujer
¿Por qué el PDD es histórico para las mujeres?
Porque pone a las mujeres en el centro, todos los sectores van a priorizar acciones y van a invertir recursos en atender a las mujeres, esto no es solo compromiso de esta secretaría, sino de todos.
¿Cuál es la importancia del Sistema Distrital de Cuidado?
Tenemos que reconocer qué es el cuidado, las labores como lavar, planchar, cocinar, cuidar a los niños, cuidar a los adultos mayores, todas son actividades esenciales, sin ellas no hay sociedad que subsista; por eso tenemos que reconocer ese cuidado, redistribuirlo en el hogar, en el sector público y en el sector privado y luego reducirlo. El sistema es importante porque las labores de cuidado están desproporcionadamente en los hombros de las mujeres y hay que quitar esa carga que no tiene remuneración.
Necesitamos transformar la cultura del machismo
y desnaturalizar la violencia contra las mujeres; este es uno de los grandes desafíos
¿Cómo van a trabajar con la ciudadanía?
Todo va a partir de un momento de pedagogía, de cambio cultural, tenemos que reconocer que las labores de cuidado no son naturalmente de las mujeres. Un reto está en nuestra cancha, pero otro está en la cancha de la ciudadanía, necesitamos transformar la cultura del machismo y desnaturalizar la violencia contra las mujeres; este es uno de los grandes desafíos.
¿Cómo ve la inversión presupuestal?
El aumento demuestra una istración comprometida con las mujeres, un Concejo comprometido, esto es un conjunto. Lo que naturalmente se hacía era un presupuesto pensado para los hombres, aquí vamos a nivelar la cancha, el 51 % de la ciudad son mujeres.
¿Qué retos le ha puesto la pandemia al sector?
El covid-19 ha afectado más a las mujeres, sin duda. Nosotras le estamos poniendo el pecho, estamos más en trabajos informales, somos más pobres, es una realidad crítica y dura de entender, pero en el mediano y largo plazo va a servir para sacar de las paredes a las mujeres y que sus necesidades se conviertan en un asunto público y político.
ANA MARÍA MONTOYA Z.
Redacción Bogotá
EL TIEMPO