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Noticia
Conozca Mururito: un paisaje salvaje de los Llanos Orientales de Colombia
Esta reserva natural ofrece una auténtica experiencia de descanso y conexión con la naturaleza.
La finca comprende unos 700 metros cuadrados para el descanso de los visitantes. Foto: Cortesía: Mururito
Mucho antes del ganado y los cultivos característicos del paisaje llanero existía una sabana diferente. Frondosos bosques, cielos enrojecidos al amanecer y al caer el día, además de un sinfín de especies animales, se mantienen vivos en Mururito, una reserva natural ubicada en zona rural de Puerto López, Meta.
Son 1.900 hectáreas de extensión, hogar de 48 especies de anfibios, 119 reptiles, 1.435 peces, 38 mamíferos y 310 especies de aves diferentes; muchas de estas especies se encuentran en peligro de extinción.
Desde que se compró el predio en el año 2006, se ha iniciado un proceso de conservación que poco a poco ha ido creciendo hasta convertirlo en el destino turístico que es hoy.
Se trata de un lugar para conectar con la naturaleza, nada parecido a lo que tradicionalmente se encuentra hoy en la oferta turística de los Llanos Orientales.
Daisy Tarrier, de la fundación Envol Vert, sostiene que este lugar es una experiencia original de los Llanos para quienes estén de verdad interesados en una conexión diferente con el paisaje llanero.
“Lo que van a vivir es naturaleza –señala Tarrier–, la experiencia de la naturaleza original de los Llanos. Antes de todo lo que se ve en los Llanos Orientales estaba esta sabana, así se veía y eso es lo que la gente va a encontrar. Es naturaleza, observar animales, descansar y montar a caballo”.
Planes a orillas del río Manacacías para disfrutar de los atardeceres. Foto:Miguel Ángel Espinosa Borrero. EL TIEMPO
Tras la recuperación y el mantenimiento de toda el área natural, se dispuso desde el 2015 de una finca hotel autosostenible de unos 700 metros cuadrados, con siete habitaciones, para la llegada de turistas.
Se calcula que unas 60 personas al año visitan este espacio de total desconexión, donde cuentan con servicio de alimentación con la exquisita gastronomía llanera; hay ausencia de contaminación, noche de estrellas y varios puntos dispuestos para la contemplación de la salida del Sol y también del atardecer.
Caminar, paseos en bicicleta y a caballo son el secreto para descubrir la magia de esta reserva para la vida salvaje.
Un espacio para respirar
Tras la muerte de Juan Llano Soto, dueño original de Mururito, su familia y colaboradores de esta reserva mantienen vivo su legado de cuidado y protección del medioambiente, por eso este lugar ofrece no solo un espacio de descanso, sino también un camino diferente de ecoturismo. Desde el año 2006, la finca emprende un camino hacia la conservación de la gran riqueza y biodiversidad del lugar.
Son comunes las observaciones de aves y mamíferos. Aunque la finca mantiene la tradición ganadera, este espacio está limitado a solo 400 hectáreas y no se practican ni la quema ni la caza de animales silvestres. Gracias a sus cuatro lagunas, humedales, esteros y ríos, Mururito conserva su agua.
El río Manacacías, uno de los afluentes del río Meta, rodea la reserva y es también uno de los escasos ríos que nacen en la llanura y no en los Andes.
Uno de los objetivos de este santuario de fauna es la preservación y conservación de las especies endémicas. Desde el 2023 se convirtió oficialmente en reserva natural, y en la actualidad se espera ir ante Parques Nacionales para poder llegar a estar en el mapa de áreas protegidas.
Animales como el venado se pueden encontrar en los recorridos por la finca. Foto:Cortesía: Mururito
Nixon Gondellez Gaitán, de 53 años, quien ha estado vinculado con la reserva desde el año 2009, insiste en la importancia de estos espacios para la enseñanza de conservación.
“A la finca la sostienen el turismo y el ganado –explica Nixon–. Lo que se produce de cultivos de yuca y plátano es para el consumo nuestro, la finca cuenta con muchos espacios del paisaje llanero para mantener vivas a las especies y la conservación”.
La actividad ecoturística de Mururito permite generar recursos para hacer rentable el proyecto y también para sensibilizar y concientizar al público que visita la reserva. Los caminos llevan a uno de los hechizos que más cautivan en este lugar: la unión de las llanuras y la vegetación con el alba y el ocaso.
Gracias a la siembra de 5.000 árboles nativos se ha logrado restaurar la conectividad entre bosques y caños.
Todo lo anterior convierte a Mururito en un espacio de descanso y que cautiva, acompañado de lo mejor del paisaje llanero y las especies que lo habitan; un lugar para escapar de la ciudad y descansar abrazado por un clima cálido y el canto de las aves.
Cómo llegar
De Bogotá a Puerto Gaitán se puede llegar en bus y de ahí se debe tomar otro transporte que pueda transitar por la carretera destapada hasta la finca, un viaje de casi dos horas.
Los precios oscilan entre los 200.000 y los 300.000 pesos, e incluye estadía, alimentación, guía y botas, a excepción del servicio de transporte.