Una vuelta mágica por la nueva montaña rusa de Harry Potter

Viajar a los parques de Universal, en Estados Unidos, es trasladarse a un lugar mágico en donde los más locos sueños de niños y adultos se hacen realidad. Es conocer e interactuar de cerca con los mundos de Spiderman, Transformers, Shrek, Los Simpsons y Hulk, entre otros, que tantas veces hemos visto en cine y televisión, y que marcaron nuestra infancia y nos acompañaron en el camino de hacernos grandes. 

Una de las atracciones más imponentes y que no deja escapar ningún detalle de realismo y magia es la de Harry Potter.

Todo lo que vimos en la pantalla grande está ahí, al alcance de su vista, de su mano, de todos sus sentidos. La atracción tiene el castillo de Hogwarts, con sus columnas, sus escaleras que se mueven, los cuadros de pinturas con vida y la oficina de Albus Dumbledore, con su puerta corrediza en forma de ave, a donde tantas veces fueron a parar Harry, Ron y Hermione. Si es fan de esa serie de magos, criaturas y pociones mágicas, sabrá lo emocionante que se siente que ese universo cobre vida.

Pero hay más. A todo esto se suma una nueva montaña rusa que atraviesa las profundidades del Bosque Prohibido, un lugar protagonista de los más duros duelos en las ocho películas que componen esta saga. Por supuesto, uno de los héroes es el semigigante Rubeus Hagrid.

De ahí el nombre de la atracción: Hagrid’s Magical Creatures Motorbike Adventure. Fue inaugurada el 13 de junio, y un día después de abierta al público podría tardarse hasta 10 horas la fila para probar la montaña rusa.

El viaje mágico inicia con un recorrido por las ruinas misteriosas del bosque. Se pueden ver huevos de dragones a punto de salir del cascarón, una guardería improvisada en donde Hagrid mantiene sus escregutos de colas explosivas y calabazas gigantes. A medida que la fila avanza, la oscuridad es más evidente. Hay que atravesar pasadizos rocosos y caminar por salones ambientados a partir de la saga de Harry Potter.

El diseño del bosque, las ruinas y todo el paisaje es una copia perfecta de lo que vimos en las películas. De hecho, sembraron 1.200 árboles para mayor similitud. La producción cuidó cada uno de los detalles, y por eso toda la creación y el montaje estuvieron a cargo del equipo de Universal Creative en colaboración con Stuart Craig, también diseñador de producción de las películas de Harry Potter, y Alan Gilmore, el director de arte de las mismas.

Antes de subirse a la atracción, hay que tomar una decisión trascendental para disfrutar de la montaña rusa: ¿quiere manejar la moto o ser el copiloto? La respuesta no es menor y muchas veces es la causa más frecuente de que la gente quiera volver a montar. Cada tren de esta montaña rusa está compuesto por siete motos con sidecar, por lo que cada posición ofrece experiencias, sensaciones, vacío de estómago, cosquillas y gritos distintos.

En la primera, la velocidad se siente con mayor fuerza. Y en la segunda, el vértigo es evidente en las curvas. Cuando el trayecto a pie termina y usted ya decidió la posición en la que irá, el corazón late con fuerza ante la descarga de adrenalina que se acerca.

Una vez es elegido el lugar, hay que subirse a la moto en cuestión de segundos porque siempre está en movimiento. En el fondo se escuchan los gritos de los asistentes que se entremezclan con los ruidos de un motor (es recreado). No hay vuelta atrás. Se esperan tres minutos de adrenalina pura a 50 kilómetros por hora.

Los primeros instantes del recorrido dejan sin aliento. Es una tanda de vueltas compuesta por siete lanzamientos a gran velocidad. La inmersión es total, pues durante el recorrido se aprecian criaturas como un centauro majestuoso, un enjambre de duendecillos de Cornualles y Fluffy, el perro de tres cabezas que guarda un secreto en la primera película de la saga. En una de las vueltas más largas se tiene un encuentro con una figura animada del mismo Hagrid.

En un momento, cuando el aliento parece volver al cuerpo, la montaña rusa, literalmente, no tiene por donde más continuar. El abismo aguarda y los asistentes en secreto esperan que el cinturón esté bien amarrado. Se aproxima un ascenso de 20 metros.

Ya no hay carriles, solo se ve el cielo y las motos. Pilotos y copilotos quedan suspendidos en 70 grados de inclinación. Son segundos en que se mezcla la sensación de volar con la inevitable caída al vacío. Justo ahí, la moto da reversa durante más de 100 metros a una velocidad difícil de describir.

¿Para dónde vamos ahora? Una pregunta que retumba en la mente. El vehículo se detiene y todo indica que el viaje culminó. Pero no es así. La moto ahora cae a un escenario completamente oscuro, repleto de criaturas extrañas y viscosas que solo se pueden ver. Para escapar, la moto sale expulsada en el último tramo de velocidad. El recorrido termina. Los asistentes, algunos temblando, aplauden y paulatinamente la tranquilidad vuelve.

Los tiquetes para entrar a Universal’s Island of Adventure están alrededor de los 200 dólares por persona. Se recomienda comprarlos con anticipación a través de la página web. Allí encontrará información más detallada.

Este complejo de entretenimiento incluye la posibilidad de alojamiento. Por su relación costo-beneficio y cercanía con los parques, se recomienda el Universal’s Aventura Hotel. Recuerde que los colombianos necesitan visa para ingresar a Estados Unidos.

Universal’s Endless Summer Resort, el séptimo hotel de Universal Orlando Resort, abrió recientemente sus puertas ofreciendo una vibra de playa y 750 habitaciones. Cuenta con piscina en forma de tabla de surf, área de comida y suites de dos habitaciones con un cupo máximo para seis personas. El hotel inicia temporada con tarifas bajas: 73 dólares la noche por una estadía de siete noches.

CAMILO PEÑA CASTAÑEDA

Twitter: @penacamilo

Enviado especial de VIAJAR

*Invitación de Universal Orlando Resort.