Antes de iniciar cónclave, el Vaticano anuló el anillo del Pescador y los sellos del papa Francisco

En la última congregación general del Colegio de Cardenales, celebrada este martes antes del inicio del cónclave, se procedió a la anulación del anillo del Pescador y del sello de plomo del papa Francisco, un acto tradicional que marca oficialmente el fin de un pontificado. 

El gesto tuvo lugar en el Nuevo Aula del Sínodo, en presencia de los cardenales reunidos para preparar la elección del nuevo pontífice.

Según informó 'ACI Prensa', la destrucción de estos símbolos pontificios suele realizarse inmediatamente después del fallecimiento de un papa, en conjunto con otras medidas como el sellado de los apartamentos papales, con el fin de preservar la confidencialidad de sus documentos y evitar un uso indebido de sus insignias oficiales. Sin embargo, en este caso, el procedimiento fue aplazado.

El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, minimizó la demora y señaló que no existía ninguna razón oficial para el retraso. "Quizá hayan tenido primero la necesidad de escucharse y, por eso, lo han hecho solo ahora", declaró ante los periodistas.

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La ceremonia fue registrada por 'Vatican Media', y la Secretaría de Estado del Vaticano compartió imágenes en su cuenta oficial de X. En ellas se observa a una mujer laica utilizando un instrumento similar a un cincel para inutilizar el anillo, en presencia del decano del Colegio Cardenalicio, cardenal Giovanni Battista Re, y del camarlengo, cardenal Kevin Farrell.

De acuerdo con la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, es responsabilidad del Colegio de Cardenales organizar la destrucción del anillo del Pescador y del sello de plomo tras la muerte del papa. Estas insignias, utilizadas históricamente para autenticar documentos papales, pierden su validez al concluir el pontificado.

El anillo del Pescador, cuyo diseño evoca a San Pedro como pescador de hombres, ha sido parte del simbolismo papal desde el siglo XIII. Aunque su uso práctico se ha reducido con los años, cada papa recibe uno nuevo al inicio de su pontificado. En el caso de Francisco, era común que portara únicamente su anillo episcopal fuera de las ceremonias oficiales.

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Durante la congregación general de este martes, participaron 130 de los 133 cardenales electores menores de 80 años. En el encuentro, 26 purpurados intervinieron para reflexionar sobre el legado de Francisco y los desafíos de la Iglesia. Entre los temas abordados se destacó el proceso de sinodalidad impulsado por el pontífice, la necesidad de comunión eclesial y la continuidad de iniciativas como la encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado de la creación.

“En tiempos de guerra se necesita un papa de misericordia”, afirmó Bruni al citar expresiones compartidas por los cardenales durante la sesión.

El cónclave para elegir al próximo pontífice comenzó este miércoles, 7 de mayo, en la Capilla Sixtina, en un contexto marcado por el deseo de mantener vivo el legado de Francisco y enfrentar los desafíos contemporáneos con unidad y compasión.

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En una jornada marcada por la solemnidad y el secreto, los 133 cardenales electores se encerraron en la Capilla Sixtina, donde permanecerán bajo aislamiento hasta alcanzar los 89 votos necesarios para elegir al nuevo pontífice. 

SOFÍA ARIAS MARTÍNEZ

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO