Sedimentación: el mal que enferma a los ríos de Colombia

Elementos como arena, arcilla, limo y otras partículas contaminan los cuerpos de agua.

Sedimentación afecta a los ríos de Colombia Foto: Archivo particular

05.07.2022 20:08 Actualizado: 05.07.2022 20:08

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Una gran cantidad de basuras y elementos que se encuentran en las calles de municipios y ciudades son arrastradas hasta los cuerpos de agua, principalmente los ríos.

A esto se le conoce como los sedimentos, que en gran parte son arena, arcilla, limo y otras partículas sueltas del suelo que se depositan en el fondo de una masa de agua.

De acuerdo con la Mid-America Regional Council dichos componentes pueden provenir

de la erosión del suelo o de la descomposición de plantas y animales y, aunque es un fenómeno natural, el impacto del hombre lo ha magnificado.

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La Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency) clasifica a los

sedimentos como los contaminantes más comunes en ríos, arroyos, lagos y embalses.

Lo anterior se intensifica en zonas donde son comunes las actividades de construcción, la ganadería extensiva y hay minería ilegal.

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Estela Quintero Vallejo, docente de la Facultad de Ciencias y Biotecnología de la Universidad CES, mencionó a El Colombiano que una de las causas de que dichos sedimentos vayan más contaminados es la sobrefertilización de los cultivos. En este proceso se utilizan químicos en exceso, que al final se convierten en residuos arrastrados por las lluvias.

De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental, el 70 por ciento de la erosión acelerada es consecuencia del uso de la tierra por parte del hombre.

Consecuencias de la sedimentación

Asoportuaria dio a conocer la magnitud del fenómeno también con panorámica aérea. Foto:Archivo Particular

En Colombia, el río Magdalena es el principal contribuyente de sedimentos en suspensión, con un total de 183 millones de toneladas. Le siguen el río Meta con 44 millones, el río Guaviare con 28 millones y el río Patía con 19 millones, teniendo en cuenta los datos arrojados por la Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico emitido por Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.

De acuerdo con esa información, el sistema hídrico transporta anualmente 300 millones de toneladas de sedimentos en suspensión, lo que ha generado respuestas como el plan de dragado al río Magdalena que se empleó en el 2020.

Sin embargo, las consecuencias se pueden mantener en el largo plazo. Por ejemplo, el agua turbia por los elementos impide el crecimiento de vegetación natural en el agua.

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Asimismo, los sedimentos que se quedan en el lecho de los ríos y arroyos alteran la cadena alimenticia natural al destruir el hábitat donde viven los organismos más pequeños y provoca disminuciones masivas de poblaciones de peces.

También, pueden alterar el caudal de agua y reducir la profundidad de la misma, lo que dificulta la navegación y el esparcimiento en el agua.

Aunque gran parte de la responsabilidad por este fenómeno se le debe a la suma de actividades de explotación, hay acciones individuales que puede hacer para, contrario al dicho, no aportar su grano de arena al problema.

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Por ejemplo, puede barra la acera y los caminos de entrada a su vivienda en lugar de regarlos con una manguera, ya que si lava estas zonas con agua, los sedimentos y otras sustancias contaminantes llegarán a los arroyos, ríos y lagos.

De igual forma, debe notificar a los funcionarios del gobierno local cuando vea sedimentos que ingresan en calles o en arroyos cerca de una obra en construcción.