La palabra ‘sostenible’, aplicada a los productos, actividades, transportes, energías, infraestructuras y emprendimientos que se pueden mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar un daño grave al medio ambiente, está cada vez presente en múltiples sectores de la vida económica, ecológica y social, y esta tendencia también ha llegado al mundo de la moda.
“¿Sabes dónde se ha fabricado la camiseta que llevas puesta y cuántos litros de agua se han necesitado para producirla? ¿Has pensado alguna vez en cuánta ropa tienes en el armario pero no te pones y por qué la compraste?” son preguntas reveladoras que todos deberíamos hacernos, según Laura Opazo, especialista en moda sostenible.
Responder a estas y otras preguntas sobre nuestra indumentaria y el uso que le damos puede ayudarnos a tomar conciencia de nuestra responsabilidad como consumidores en el impacto medioambiental de la moda, sobre todo la ‘rápida, masiva y barata’, compuesta por infinidad de prendas diseñadas, producidas, adquiridas y desechadas a toda velocidad, asegura.
La industria de la moda es uno de los contribuyentes a la contaminación del aire y el agua, y la llamada moda rápida ha supuesto que la industria textil, que es contaminante, se convierta en un problema que conviene resolver sin demora, informa el libro Armario sostenible, del que es autora Opazo.
“Hace años que la Tierra dio un grito de ayuda, y desde entonces cada vez son más las empresas implicadas en trabajar a favor de la sostenibilidad. Ya existen firmas que han nacido o se han reinventado y crean sus colecciones con materiales orgánicos, sostenibles o reciclados”, afirma Laura Opazo.
Cada vez más sostenible
Opazo investiga la industria de la moda y las maneras de cambiar nuestros hábitos de consumo para que estén en consonancia con un mundo mejor. Es una de las principales divulgadoras de “la moda y el armario sostenibles”, temática que difunde a través de Instagram y de las clases que imparte en Isem Fashion Business School, una escuela de negocios especializada en moda.
Señala que la economía circular, centrada en aprovechar y reutilizar los productos, materiales y deshechos, es una de las áreas en las que se centra la investigación actual, ya que este sistema permite reducir la acumulación de residuos dándoles una segunda vida, con un uso útil durante mucho más tiempo.
Hace años que la Tierra dio un grito de ayuda, y desde entonces cada vez son más las empresas implicadas en trabajar a favor de la sostenibilidad
Entre los materiales sostenibles con los que hoy se trabaja para crear prendas figuran la ‘fibra de hoja de piña’ (una alternativa al cuero natural, fuerte, flexible, transpirable, suave y cuya superficie puede labrarse) y el ‘cuero de seta’ (hecho con hongos de árboles, y con texturas y consistencias que van desde la suavidad del terciopelo hasta una dureza que recuerda al corcho).
También se utilizan materiales como la piel de mandarina y el cuero de cactus, así como tejido de plástico reciclado, obtenido a partir de los productos recogidos, en su mayor parte botellas, que son limpiados y reducidos hasta crear nuevamente hilo con el que se pueden fabricar prendas de ropa, según Opazo.
Como se ve, la industria de la moda ya trabaja para aprovechar y reaprovechar los recursos disponibles, protegiendo y conservando la naturaleza del planeta, pero ¿qué pueden hacer los consumidores para reducir el impacto ambiental de la indumentaria en su día a día, al elegir, comprar, usar o desechar nuestra ropa y complementos...?
Estos son los consejos de Opazo para practicar un consumo de moda más consciente, sostenible, inteligente y responsable:
Conózcase mejor a sí mismo
“Muchas veces consumimos mal, nos dejamos arrastrar por las tendencias y compramos cosas que no necesitamos, principalmente porque no nos conocemos”, advierte Opazo.
“Conocernos a nosotros mismos y ser nuestro propio referente y elaborar nuestro propio discurso nos ayuda a ser conscientes de quiénes somos y qué mensaje queremos mandar al mundo. Parece obvio, pero no lo es. Poca gente viste en coherencia con su esencia personal y sus valores”, señala.
Para esto, puede mirar qué tipo de prendas son las que más usa y con las que mejor se identifica y se siente, para así decidir más inteligentemente en el momento de comprar.
Exprima su creatividad
Opazo recomienda reutilizar y recombinar nuestras prendas, ya que “tenemos suficiente ropa,l pero muchas veces no intentamos combinarla de manera diferente porque nos da miedo arriesgar o nos acostumbramos a un tipo de combinaciones de ropa”.
“En ocasiones disponemos de mucha ropa pero inconexa, y en ese caso se trata de hacer combinaciones únicas y personales con esas prendas para sacarles el mayor partido”, apunta.
Por ejemplo, intente combinar un saco o camiseta -que generalmente utiliza con jeans-, usando faldas, joggers o shorts. Asimismo, intente con todas sus prendas, y verá que necesita menos de lo que cree.
Evite las tentaciones
Opazo recomienda darse de baja de todas las “newsletters peligrosas” que nos inducen a adquirir ropa nueva.
“Si nos cuesta contenernos, es mejor evitar los ‘cebos’ (tentaciones) que en forma de mails promocionales llegan a nuestro correo, invitándonos a aprovechar la última oferta o ponernos al día con las últimas tendencias. Ojos que no ven, corazón que no siente, armario ligero y bolsillo lleno”, enfatiza.
“Vivimos en una sociedad que nos incita a consumir compulsivamente, compramos sin analizar qué necesitamos y qué nos favorece y acumulamos ropa que terminamos por no ponernos, y eso es justo lo que queremos evitar”, comenta.
Apueste por las prendas multiposición o las reversibles
“Así conseguirás tener muchas prendas distintas, con una sola prenda, lo cual minimizará claramente el impacto ambiental de tu vestuario, y naturalmente beneficiará tu economía, permitiéndote ahorrar”, indica la autora de Armario sostenible.
Apueste por la calidad y el diseño
“Cuando las prendas son de buena calidad van a acompañarnos durante mucho tiempo. Si, además, tienen buen diseño, nos sentarán como un guante y no nos desprenderemos de ellas fácilmente, convirtiéndose en aliados imprescindibles en nuestro día a día”, reflexiona Opazo.
Tenga en cuenta que aunque algunas prendas de moda sostenible pueden llegar a ser un poco más costosas, estas son de una mejor calidad y le van a durar mucho más tiempo que las de ‘moda rápida’, que están diseñadas para ser desechadas rápidamente.
Reduzca, reutilice, reclicle y cuide su ropa
“De nada sirve comprar algo fabricado de manera sostenible si lo lavamos en la maquina lavadora a alta temperatura, en ciclo largo de centrifugado y con jabones no biodegradables”, lamenta.
Para esto puede optar por lavar sus prendas clasificándolas por tipo de tela y color. Siga igualmente las instrucciones que traen las prendas en sus etiquetas. Así, la ropa tendrá una mayor durabilidad.
Lea las etiquetas de las prendas
“Igual que leer las etiquetas de los alimentos y los productos cosméticos nos permite tomar mejores decisiones desde el conocimiento, tener la curiosidad de leer las etiquetas de las prendas nos puede dar información para interpretar el tipo de modelo productivo que hay detrás, dependiendo de los tejidos y el lugar donde han sido fabricadas”, señala Opazo.
De esta manera se pueden adquirir prendas iguales o similares a las que se producen en moda rápida, pero de procesos más sostenibles y conscientes.
Done o revenda
“Si algo está en buen estado pero ya no te sirve o no juega un rol en tu vida, trata de alargar su ciclo vital a través de la donación o la reventa. El último lugar donde debería acabar la ropa es en la basura”, indica Opazo.
Señala que si una prenda está ajada, es preferible llevarla a un punto limpio (sitio de recogida de productos desechados) para que puedan gestionar los residuos, pero nunca tirarla en el contenedor genérico de la basura, ya que de esa manera acabará en el vertedero sin ser tratada convenientemente, apunta.
ROCÍO GAIA
EFE REPORTAJES
REDACCIÓN DOMINGO