En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

La carrera de científicos por estudiar la Amazonia antes que desparezca

Una expedición en Brasil busca catalogar especies antes de que, quizá, ya no puedan estudiarse.

La explotación maderera y la quema de selva para establecer áreas de agricultura, ganadería y minería generan un impacto muy fuerte y grave en un delicado equilibrio, advierte el experto.

La explotación maderera y la quema de selva para establecer áreas de agricultura, ganadería y minería generan un impacto muy fuerte y grave en un delicado equilibrio, advierte el experto. Foto: GETTY

Alt thumbnail

PERIODISTA DE MEDIOAMBIENTE Y SALUDActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
En una selva remota y todavía preservada de la Amazonia brasileña, una expedición científica lleva días catalongando la biodiversidad y buscando nuevas especies. El tiempo apremia.
 "El ritmo de devastación es mayor que el ritmo de conocimiento", dice Francisco Farroñay, del Instituto de Investigaciones de la Amazonia de Brasil (Inpa) antes de hacer una incisión en la corteza de un enorme árbol y oler su interior.
Los temores de este joven botánico peruano se fundan en dos realidades encontradas: mientras la mayor selva del planeta está siendo asolada a marcha forzada por la deforestación e incendios provocados para el agronegocio, minería y tráfico ilegal de madera, su infinita biodiversidad sigue siendo un gran misterio para la ciencia.
"Es una lucha contra el tiempo", sostiene. Para llegar a este paraje al sur del estado de Amazonas, considerado el más conservado de los nueve de la Amazonia Legal, se puede tomar una avioneta desde Manaos, sobrevolar cientos de kilómetros de manto verde con serpenteantes ríos hasta Manicoré, un municipio de casi 50.000 km2, y recorrer en lancha durante cinco horas las aguas negras del río homónimo, entre exuberantes selvas inundadas, los igapós.
Brasil es el líder en la pérdida de bosques primarios en el mundo.

Brasil es el líder en la pérdida de bosques primarios en el mundo. Foto:CEET

Aquí recaló a principios de junio una expedición, organizada por Greenpeace, con una quincena de científicos como Farroñay para inventariar la fauna y la flora y secundar una vieja demanda de las comunidades tradicionales que viven a orillas del río: constituirse en Región de Desarrollo Sostenible (RDS), una categoría de unidad de conservación que sirva para cohibir los crecientes crímenes ambientales en su entorno. 
Durante varias semanas, especialistas en mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces se adentraron en la selva para colectar muestras de plantas y detallar el comportamiento de animales, para lo cual instalaron cámaras y micrófonos.

"Nunca lo vamos a conocer"

Irónicamente, en el papel de periódico que una botánica del grupo usa para prensar una flor puede leerse este titular: "Aumento en la explotación de madera en el (estado) Amazonas", sobre una foto de dos camiones saliendo de la selva cargados con enormes troncos.
"La mayoría de las especies de plantas de la Amazonía se distribuyen en áreas reducidas. Si desconocemos el 60% de las especies de árboles, cualquier región que es deforestada está eliminando una parte de la biodiversidad que nunca vamos a conocer", reclama Alberto Vicentini, investigador del INPA. 
Según un estudio de Mapbiomas divulgado en septiembre del año pasado, la Amazonía perdió entre 1985 y 2020 unos 74,6 millones de hectáreas de vegetación original, un área equivalente a todo el territorio de Chile.
Deforestación en Mato Grosso en agosto del 2019

Deforestación en Mato Grosso en agosto del 2019 Foto:AFP

El fenómeno se agravó durante el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, al que los ambientalistas acusan de fomentar la deforestación de esta selva vital para frenar el cambio climático, con sus políticas y la retórica a favor de la agroindustria, de hacer la vista gorda ante los infractores y de cortar los recursos de las agencias de control ambiental.
Desde que asumió en 2019, la deforestación anual promedio en la Amazonía brasileña aumentó un 75% respecto de la década anterior, según cifras oficiales.
"Ademas, vivimos un momento de negación de la ciencia, como vimos con la pandemia en Brasil, un oscurantismo tremendo. Las instituciones de fomento a la investigación en Brasil están siendo atacadas por las políticas de este gobierno, las universidades están sufriendo muchos recortes", agrega Vicentini.

"Andando hacia atrás"

En otro punto del río Manicoré, en cuyas aguas se reflejan las copas de los árboles inundados en esta época del año, una canoa se adentra lentamente en un 'igarapé', un brazo de agua cristalina que discurre por dentro de la floresta cerrada.
De ella saltan tres biólogos especialistas en peces, que se sumergen con pequeñas redes para estudiar si los peces de esas aguas son distintos a los del río principal. "Hay lugares donde nunca fue nadie, no se tiene idea de lo que hay.
Sin recursos para investigar, no tenemos la información necesaria para explicar por qué tenemos que preservar", explica Lucía Rapp Py-Daniel, doctora en Ecología y Biologia Evolutiva.
La investigación viene perdiendo recursos desde hace una década. En mayo, las dos principales sociedades científicas de Brasil, la Academia Brasileña de las Ciencias (ABC) y la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC) advirtieron de que este año habrá un recorte de casi 3.000 millones de reales (unos USD 560 millones al tipo de cambio actual) en investigación científica.
"Deberíamos acelerar el ritmo de investigación para llegar a tiempo antes de la destrucción, pero estamos andando hacía atrás", lamenta Py-Daniel. 
JORDI MIRO (AFP) 

Más noticias

Sigue toda la información de Vida en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.

Mis portales