La semana pasada, comenzó a difundirse a través de WhatsApp un audio en el que un médico alerta a su familia sobre un supuesto incremento en el número de casos de personas afectadas por leptospirosis en Medellín y Antioquia, debido a una supuesta nueva cepa que, según se escucha en el audio, habría cobrado la vida de seis personas. De inmediato, el rumor comenzó a propagarse por las redes sociales, creando alarma entre la población del departamento.
Ante estos rumores, tanto la Secretaría de Salud de Antioquia como la EPS Sura, a la que el supuesto médico pertenece, tuvieron que desmentir la información aclarando que “actualmente solo hay confirmada una muerte por leptospirosis y 8 casos confirmados de la enfermedad en lo que va del año 2024, y la entidad está haciendo vigilancia de este tipo de eventos”. Adicionalmente, la Secretaría de Salud invita a todas las personas a informarse a través de los canales oficiales para evitar caer en información falsa.
Asimismo, la enfermera líder de Epidemiología del Distrito de Medellín, Rita Almanza, confirmó que en la ciudad no hay muertes confirmadas por leptospirosis.
La situación en Colombia
Según información del Instituto Nacional de Salud (INS), la leptospirosis afecta al 26 por ciento de la población en América del Sur y, al igual que Brasil, Colombia figura entre los países con mayor número de casos. Tan solo en 2023, se registraron 228 casos confirmados de un total de 7,818 reportes recibidos.
Por esta razón, se realiza un seguimiento epidemiológico de los casos en todo el país, prestando especial atención a departamentos como Antioquia, Chocó, Guaviare, Huila y Risaralda, entre otros.
¿Qué es la leptopirosis?
Se trata de una enfermedad zoonótica, es decir, que se puede transmitir de los animales, tanto silvestres como domésticos, al ser humano, provocada por bacterias del género Leptospira, de las cuales existen dos especies y más de 200 serotipos o variedades.
Esta es una enfermedad de importancia para la salud pública, ya que los síntomas en las personas pueden ser similares a los del dengue o la influenza. Se caracteriza por producir dolor de cabeza, tos seca, dolor muscular, diarrea, escalofríos, dolor de garganta, entre otros. Ante ello, es fundamental hacer un diagnóstico oportuno para evitar casos graves y salvar vidas.
Aunque la incidencia de esta enfermedad es mayor durante la temporada de lluvias e inundaciones, la leptospirosis puede presentarse en todas las épocas del año, ya que la bacteria puede sobrevivir durante semanas o meses en el ambiente. Se contagia al entrar en o directo con la orina de animales infectados, con alimentos que contengan estas bacterias o con cuerpos acuáticos, como lagos o lagunas, al practicar actividades recreativas.
¿Cuál es el papel de las mascotas?
Si bien las vacas y las ratas juegan un papel importante en la propagación de la enfermedad a los seres humanos, las mascotas como perros y gatos también están en riesgo de infectarse y pueden contagiar a las personas al ser parte de la familia.
“Tanto los perros como los gatos pueden infectarse de leptospirosis, pero son los perros los que más comúnmente se enferman y desarrollan signos evidentes”, explica María Teresa Santana, médica y microbióloga veterinaria. En el caso de los perros, “todos pueden infectarse sin importar la raza, la edad, el estilo de vida, la localización o la época del año”, añade la especialista.
Las situaciones de mayor riesgo de infección son:
- Beber agua estancada o que tengan movimiento lento como charcos, lagos, lagunas o arroyos.
- Tener o con otros animales domésticos (como vacas, caballos, cerdos u ovejas), animales silvestres o roedores.
- o estrecho con otros perros al compartir agua, instalaciones o alojamientos con malas condiciones sanitarias.
En cuanto a los signos en perros, es importante mencionar que algunos pueden ser portadores de la enfermedad sin manifestar ninguna alteración, mientras que otros presentan pérdida de apetito, pérdida de peso, vómito, decaimiento, diarrea, deshidratación, dolor abdominal, coloración amarilla de la piel y de algunas membranas mucosas, y aumento de las micciones. Estos signos pueden llevar al animal al desarrollo de enfermedades renales, hepáticas, pulmonares, cardíacas e incluso a la muerte.
¿Cómo proteger a los perros?
Aunque no existe una vacuna para las personas, sí hay vacunas disponibles para proteger a las mascotas, especialmente a los perros.
Según María Teresa Santana, “todos los perros deben ser vacunados, y así se puede ayudar a evitar la infección en los seres humanos”. Estas vacunas se aplican como parte del esquema de vacunación básica de los perros, y es fundamental realizar un refuerzo anual de manera responsable.
Otra recomendación importante es evitar que los animales beban agua o naden en aguas estancadas y mantenerlos alejados de otras especies animales.
Para evitar que los perros infectados contaminen a sus tutores, la especialista recomienda:
- Evitar tener o con orina o sangre de las mascotas.
- Cubrir heridas y mantener normas básicas de higiene como el lavado de manos después de tener o con excrementos u orina.
- Mantener los esquemas de vacunación al día y seguir atentamente las recomendaciones y los tiempos de revacunación.
- Consultar al médico veterinario ante cualquier sospecha para hacer un diagnóstico y tratamiento oportunos.
- Mantener la calma e informarse solo a través de fuentes profesionales. “Aunque los animales pueden transmitir la enfermedad a las personas, un animal protegido es una familia protegida”, agrega la profesional.
GABRIEL GARCÍA
Médico Veternario
@NoSoyEseGabo