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Las cinco peores formas de morir, según la ciencia
Fallecer por hambre o por sueño son de las maneras más lentas y dolorosas.
Encuentran amarrado el cuerpo de joven de la comunidad LGTBIQ Foto: iStock
Aunque es un hecho claro que todos vamos a morir en algún momento, tenerle miedo a ese instante es inevitable. Su llegada es tan inesperada que se dice que nunca se termina de estar preparado para esta.
La ciencia se ha dedicado a investigar cuáles son las peores formas de morir, bien sea por su duración o por el dolor físico que podría causar a quien la viva. Desde muertes muy comunes, hasta casos que han pasado una sola vez en la historia.
El doctor Paul Doherty, científico sénior del museo Exploratorium de San Francisco, y Cody Cassidy, escritora independiente, han pasado los últimos años investigando acerca de las peores formas de morir. Estas son las que han reseñado en sus estudios:
1. Morir de hambre
. Foto:iStock
Esta no es, ni de lejos, una muerte rápida. De acuerdo con el medio mexicano ‘Expansión’, cuando se muere de hambre, el mismo cuerpo se empieza a atacar a sí mismo para poder sobrevivir, pues recurre a la grasa del hígado y los tejidos grasos.
Pasada esa etapa el cuerpo seguirá buscando proteínas, pero esta vez en los músculos. Si la persona sigue viva para este momento, su sistema inmunológico empezará a fallar, lo que ocasionará que el pulso, la presión arterial y la temperatura corporal caigan precipitadamente.
La etapa final llega cuando se consume el corazón y la persona muere rápidamente de un paro cardíaco.
2. En un ascensor que cae
Reparaciones y mejoras en los bienes comunes del edificio son ignorados tanto por la istración como por los propietarios que tienen la intención de vender sus inmuebles. Foto:iStock
Según el productor de ascensores ‘Icon’, la mejor forma de sobrevivir a un ascensor que se se desploma es acostarse boca arriba, con las manos cubriendo el rostro para que las costillas amortiguen el impacto de la caída y las manos ayuden a proteger el rostro.
No obstante, vivir una experiencia de este tipo debe ser terrorífico por la rapidez con la que ocurre. Según la ciencia, con el efecto de la caída, los órganos intentarían salir del cuerpo y las extremidades podrían romperse hacia los lados.
3. Quemado vivo
En la Isla Evia (Grecia), más de 2.000 personas evacuaron debido a los fuertes incendios. En la imagen, un hombre ayuda a controlar el fuego. Foto:Foto: AFP
Morir a causa del fuego es un deceso rápido, pero muy doloroso, como afirma la cadena ‘Ser’, dado que, una vez que el cuerpo esté en o con este, el fuego se demora tan solo 10 segundos en consumir todo el vello corporal y gran parte de la piel.
Luego de eso, los globos oculares se saldrán de sus cuencas y las terminaciones nerviosas se empezarán a chamuscar, razón por la cual es una muerte tan dolorosa. La víctima puede desangrarse hasta morir, asfixiarse o morir de shock y dolor.
Una escultura galorromana es analizada con el nuevo acelerador de partículas en el Museo del Louvre de París. Foto:Christophe Petit / EFE
Por suerte, esa forma de morir no la ha experimentado nadie. Sin embargo, según la ciencia, el daño dependería de la potencia con la que este rayo alcance al ser humano.
En cualquier caso, si no hay una muerte inmediata, las secuelas que podría dejar serían la parálisis de varias zonas del cuerpo que llevaría o la intoxicación por radiación. En ambos casos, la muerte es el escenario seguro.
En 1978, Anatoli Bugorski fue atravesada por un rayo de protones mientras revisaba un componente del sincotrón U-70.
“El rayo paralizó un lado de la cara de Anatoli Bugorki. Como resultado, ahora, muchos años después, un lado de su cara está suave y sin arrugas, mientras que el otro lado ha envejecido por décadas. Pero dado que Bugorski casi muere por envenenamiento por radiación, creemos que un golpe del LHC sería letal”, dijo el Dr. Doherty en la red social Reddit.
5. Privación del sueño
Las personas con síndrome de la cabeza explosiva no pueden dormir con facilidad. Foto:iStock
Morir de sueño, literalmente, es bastante difícil. No obstante, quienes lo han intentado a lo largo de la historia, han podido comprobar que no es muy rápida e indolora.
De acuerdo con el portal ‘Xataca’, en primer lugar, la persona empieza a ver afectado su juicio, se deteriora la memoria y se toman peores decisiones. Luego, los objetos se empiezan a volver borrosos y el mal humor y la irritabilidad aumentan.