La vista es uno de los sentidos más importantes para el ser humano. Gracias a unos implantes biónicos, unas 350 personas lograron detener el deterioro de sus ojos.
Lo hicieron con Argus II, un aparato desarrollado por la firma Second Sight que les prometió “percibir, identificar y navegar”, según se lee en la descripción de la página web.
Los implantes se diseñaron con el objetivo de ayudar a los pacientes afectados por la retinosis pigmentaria, una enfermedad que, como reseña el Instituto Nacional de Ojos de Estados Unidos, es hereditaria y genera la pérdida de células en la retina y la afectación de la visión periférica.
“Combina un implante ocular en miniatura con una cámara y un procesador, por los cuales el paciente transforma la manera en la que experimenta el mundo”, aseguró Second Sight cuando lo lanzó al mercado en 2015.
El dispositivo está compuesto del implante directo a los ojos del individuo. Dicha estructura se conecta a unas gafas oscuras que tienen una cámara incluida. De acuerdo con la firma, se capturan las imágenes a través de la cámara, se procesan y se envían como señales de video al implante.
Sin embargo, ahora la empresa está siendo cuestionada. Los 350 sujetos que confiaron en ella están en riesgo de perder totalmente la visión.
¿Por qué podrían perder la visión?
La revista especializada IEEE Spectrum, editada por una organización de ingenieros, publicó en los últimos días una denuncia. Consultó a varios de los pacientes con implante, quienes aseguraron que no han recibido soporte del fabricante porque se declaró en quiebra desde el año 2020.
“Es una tecnología fantástica y una pésima empresa”, comentó Ross Doerr. El hombre pagó más de 150 mil dólares por el dispositivo (cerca de 600 millones de pesos al cambio actual) y también recordó que cuando inició la pandemia por el covid-19 la empresa despidió a varios de sus trabajadores.
“(Llamé a mi terapeuta de rehabilitación) y ella me dijo: ‘Bueno, es gracioso que llames. A todos nos acaban de despedir. Por cierto, no obtendrán sus actualizaciones ni soporte’”, señaló.
Barbara Campbell afirmó que caminaba por una de las estaciones del metro de Nueva York, pero tuvo que detenerse al notar un sonido anormal en su implante de ojos.
“Estaba a punto de bajar las escaleras y de repente escuché un pequeño sonido de ‘bip, bip, bip’”, relató. Según IEEE Spectrum, esa fue una señal preocupante: el aparato se había apagado y ella no pudo ver más.
La revista de ingenieros alzó su voz contra Second Sight porque sus dispositivos están quedando obsoletos, no tienen soporte, por tanto, los pacientes no pueden acudir a un profesional que revise si hay un problema en el sistema. Intempestivamente, dejan de funcionar.
¿Qué responde la empresa?
Argus II no se fabrica desde 2019. Second Sight se limitó a decirle a la revista que por sus problemas financieros no podía dar continuidad al contrato de sus profesionales. No obstante, tras conocerse la denuncia, ó a varios de los pacientes y se comprometió a “brindarles asistencia virtual”.
Eso sí, de acuerdo con lo conocido por IEEE Spectrum, el fabricante no reparará ni reemplazará los implantes vendidos a las 350 personas.
La empresa anunció a comienzos de febrero de este 2022 una reorganización: se fusionará con Nano Precision Medical (NPM) para buscar nuevas áreas de crecimiento.
“La fusión con NPM se alinea con nuestra visión ampliada de convertirnos en una de las principales empresas de dispositivos e implantes de fármacos”, escribieron en un comunicado.
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