Al menos 26 muertos dejó un tornado en el estado de Misisipi, en Estados Unidos, dejando a su paso toda clase de destrozos. Se trata de un fenómeno natural común en esta parte del mundo, caracterizado por su potencia y su velocidad.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS), el tornado dio inicio en el oeste de Misisipi, viajó 94 kilómetros y duró alrededor de una hora y 10 minutos, con vientos de hasta 160 kilómetros por hora.
De esta forma, este, si bien no es de los más rápidos y potentes registrados en la historia (en promedio están entre los 180 km/h, ha habido algunos de más de 400 km/h), sí fue de impacto moderado de acuerdo con la escala Fujita mejorada, la utilizada para medir tornados, lo que explica su poder destructivo, que además de los vientos, implicó la caída de bolas de granizo del tamaño de pelotas de golf.
A esto se suma que este tornado fue formado a partir de una supercelda o supercélula, siendo este el tipo más común en esta parte del mundo, pero también los más fuertes y con mayor duración.
Las superceldas se forman cuando dos corrientes de aire, una fría y una caliente, chocan entre sí. Cuando se produce este encuentro, el aire caliente que debería estar por encima del frío queda atrapado en un plano inferior y ocasiona que ambas corrientes fluyan a diferentes alturas de forma paralela y en direcciones opuestas, generando ese efecto vórtice de corrientes giratorias.
De esta forma, el aire caliente tiende a subir y estar en el exterior, mientras que el frío tiende a bajar y está en el interior del tornado. Así, se genera un ciclo en el que el aire sube y baja, entra y sale del tornado de manera cíclica.
Diferencias entre tornado y huracán
La principal diferencia entre ambos fenómenos, comúnmente confundidos entre sí, es que los tornados pueden darse en tierra firme, donde son más comunes, pero los huracanes solo se forman en agua, y al tocar tierra firme van perdiendo su fuerza.
Otra diferencia es el tamaño. El huracán puede alcanzar un diámetro que de entre los 500 a los 1.800 kilómetros. Siendo tan grande, y al moverse de forma circular, puede que no se sienta mucho el movimiento giratorio, sino que se perciba como una tormenta muy fuerte. En cambio, en el tornado, el diámetro es menor, por lo que se aprecia su forma arremolinada con facilidad.
Y quizá lo más fácil de diferenciar, es la duración. Por la magnitud y tamaño de los huracanes, estos pueden durar hasta semanas, mientras que los tornados necesitan de condiciones muy específicas y momentáneas para formarse, por lo que no es frecuente que duren más de una o dos horas.
REDACCIÓN VIDA DE HOY