En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Explicativo
¿Cuánto pesa la Tierra? El método Cavendish que logró calcular con precisión el volumen de nuestro planeta
Con una barra de madera, esferas de plomo y una mente brillante, Cavendish logró lo imposible.
El 70% de la Tierra es agua, y refleja un cielo azul causado por la dispersión de la luz solar. Foto: iStock
En la actualidad, calcular el peso de la Tierra puede parecer una tarea complicada, pero hace más de dos siglos era un verdadero desafío, especialmente en una época sin naves espaciales ni satélites.
Sin embargo, en 1789, el científico británico Henry Cavendish logró lo que parecía imposible: calcular la masa de nuestro planeta utilizando un ingenioso experimento de laboratorio.
Lo más sorprendente es que lo hizo sin herramientas avanzadas, confiando únicamente en su intelecto, precisión y una "balanza" muy especial que no medía peso directamente, sino la fuerza gravitatoria.
Este hito no solo transformó nuestra comprensión de la Tierra, sino que marcó un punto crucial en la historia de la ciencia, mostrando cómo la curiosidad y la observación pueden desentrañar los secretos del universo.
Henry Cavendish: el tímido genio
Henry Cavendish nació en 1731 en una destacada familia británica. Aunque tenía el título y las comodidades de un aristócrata, destacó por ser un hombre reservado y extremadamente tímido, casi reclusivo. Apenas interactuaba con otras personas y dedicaba su vida a la ciencia, especialmente en su laboratorio privado, donde encontraba respuestas a las preguntas que lo fascinaban.
A pesar de su naturaleza introvertida, Cavendish dejó una profunda huella en la ciencia. Contribuyó al desarrollo de la química, la electricidad y, sobre todo, la física, donde logró medir la densidad de la Tierra, un avance revolucionario para la época.
En el siglo XVIII, no existían los medios para observar la Tierra desde el espacio. Pero Cavendish tenía una poderosa herramienta: las leyes de la gravedad de Isaac Newton, que establecían que todos los objetos ejercen una fuerza de atracción mutua. Su razonamiento fue simple pero brillante: si podía medir esa fuerza, podría calcular la masa de la Tierra.
El reto estaba en que la fuerza gravitatoria entre objetos pequeños es increíblemente débil, casi imposible de percibir. Para resolverlo, Cavendish diseñó un dispositivo conocido como "balanza de torsión".
Este consistía en una barra de madera suspendida por un hilo muy fino, con pequeñas esferas de plomo en sus extremos. Cerca de estas esferas, colocó otras más grandes, también de plomo, para crear una interacción gravitatoria.
La clave estaba en observar cómo las esferas pequeñas eran atraídas por las grandes. Esta atracción, aunque minúscula, provocaba un giro casi imperceptible en la barra. Para medir este movimiento, Cavendish utilizó espejos que reflejaban luz sobre una escala, amplificando visualmente los cambios más sutiles.
. Foto:iStock
La fórmula del éxito: paciencia y detalle
El experimento requería un control absoluto. Cavendish aisló su laboratorio de cualquier perturbación externa, como corrientes de aire o vibraciones, y dedicó semanas a registrar cuidadosamente los movimientos de las esferas. Su paciencia y precisión dieron frutos: logró determinar la constante gravitacional, un valor que conecta la masa de los objetos con la fuerza gravitatoria que ejercen.
Con esta constante y las ecuaciones de Newton, Cavendish calculó la densidad de la Tierra. De allí, dedujo su masa: aproximadamente 6 sextillones de toneladas (un 6 seguido de 24 ceros). Sorprendentemente, este resultado se acercó mucho al valor aceptado en la actualidad, una hazaña impresionante considerando los recursos limitados de su época.
El logro de Cavendish fue mucho más que el pesaje de un planeta. Su experimento confirmó las leyes de la gravedad de Newton y demostró que las fuerzas invisibles pueden ser medidas con ingenio y perseverancia.
Este descubrimiento no solo abrió la puerta a nuevas investigaciones sobre la Tierra y el universo, sino que también inspiró a generaciones de científicos a buscar respuestas a preguntas que parecían inalcanzables.
Con una simple barra de madera, esferas de plomo y una mente brillante, Cavendish mostró que incluso las ideas más revolucionarias pueden surgir en el silencio de un laboratorio.