Aunque no existe una forma precisa de diagnosticar el síndrome de intestino irritable, suele reconocerse en los pacientes que lo padecen por los síntomas que presentan. De acuerdo al medio internacional 'BBC', entre un 10 y un 20 % de la población en países desarrollados padecen de esta condición.
Para quienes viven con el colon irritable, como se le conoce coloquialmente, las situaciones incómodas y hasta dolorosas son constantes. Pues los síntomas de tener el colon inflamado incluyen dolores abdominales, fluctuación entre diarrea y estreñimiento, gases, flatulencias y la sensación de que no se libera el estómago a pesar de haber ido al baño.
Ya que no hay una manera precisa de diagnosticarlo, tampoco se conoce una causa única que genere esta condición. Sin embargo, si existen múltiples factores que inciden en que una persona empiece a padecer de colon irritable.
La IBS Network, una organización sin ánimos de lucro proveniente del Reino Unido que estudia el síndrome de intestino irritable, recomienda que se incluya una dieta rica en fibra. Además recomiendan comer tres veces al día sin saltarse ninguna, cenar comidas ligeras, limitar el consumo de alcohol (intentando descansar de su ingesta al menos dos días a la semana) y tomar un máximo de dos tazas de café al día.
Por otra parte, según la cadena 'BBC', la Asociación de Dietistas del Reino Unido, recomienda que se limiten las bebidas gaseosas, los alimentos ultraprocesados y aquellos con una carga alta de grasas saturadas como quesos, pizza, paquetes de papas y la comida rápida.
No todo son restricciones y puede empezar a agregar ingredientes naturales como las manzanas, verduras y avena a su dieta para poder brindarle fuentes de fibra natural al cuerpo. También puede agregar una cucharada de linaza a sus sopas y ensaladas para incluir mayores fuentes de fibra sana en su alimentación.
Una recomendación en casos más extremos es eliminar harinas y azúcares de la dieta para tratar el colon irritable. Sin embargo, esto se recomienda exclusivamente con el acompañamiento de profesionales de la salud pues implica un cambio radical en el estilo de vida de las personas.
Por otra parte, iniciar rutinas de ejercicio habituales también puede tener un impacto en que disminuyan los síntomas del síndrome de intestino irritable.
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