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Las dos frutas con las que se alimentaron los niños perdidos en la selva
Según explicó rescatista, a uno de los pequeños se le encontró la semilla de un fruto en la boca.
Una de las preguntas clave alrededor de los cuatro niños indígenas desaparecidos en la selva amazónica es: ¿qué comieron durante los 40 días que estuvieron perdidos?
Según explicó Henry Guerrero, uno de los rescatistas que hizo parte del primer equipo que hizo o con los menores, al más pequeño de todos le encontraron en la boca una semilla del fruto que da una planta amazónica conocida como milpesos.
“Al niño pequeño se le encontró con una pepa que nosotros llamamos milpesos, que ahorita estamos en cosecha. Esa pepa se machuca y da un buen jugo, muy bueno. Ellos se mantenían comiendo eso porque la ración de comida que encontraron (en el avión y de las raciones que les lanzaron los militares) se les acabó, entonces se mantenían comiendo frutas silvestres. Lo que nos dimos cuenta es que las frutas que están en cosecha en esta época son el juan soco y el milpesos”, aseguró el líder indígena de la etnia Uitoto.
Los niños fueron encontrados este 9 de junio. Foto:Twitter @petrogustavo
De acuerdo con Guerrero, quien estuvo por más de 30 días en las labores de búsqueda, fueron esos dos frutos los que los niños usaban para alimentarse y que ellos también, como rescatistas, consumían durante las extensas jornadas: el fruto del milpesos y el fruto del juan soco.
El milpesos (Oenucarpus bataua aracaceae), según explica el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas - Sinchi, es una de las palmas más comunes en los bosques húmedos de las tierras bajas y llanos del país.
Milpesos o seje (Oenocarpus batatua). De los frutos de esta palma se obtiene la leche de milpesos, que es producto de macerar la pulpa en agua tibia y es utilizada para preparar jugos y helados. De la cocción de la pulpa se extrae el aceite de milpesos. pic.twitter.com/S491ismIrf
“Se encuentra en el norte de Suramérica, desde Brasil, Perú y Colombia, alcanzando hasta el este de Panamá. En Colombia se reporta en la Amazonia, los bosques de galería de los Llanos Orientales, el Catatumbo, el Magdalena Medio (Antioquia. Boyacá, Santander), el Bajo Cauca, el Alto Sinú y el Pacífico, desde Urabá hasta Nariño. Común y a menudo localmente abundante”, señala el Sinchi.
Entre febrero y junio es cuando la planta de milpesos da su cosecha de frutas, justo en la época en la que ocurrió el accidente. El fruto es normalmente de color negro a púrpura, y se consume mayormente en jugos. De él también se extrae un aceite de un alto valor alimenticio.
El fruto del milpesos usualmente se usa para preparar un jugo. Su consumo es muy común en las regiones amazónicas y de los Llanos orientales Foto:Twiiter @FrutasColombia
“Los frutos son ricos en aceite y se utilizan para preparar una bebida deliciosa, llamada leche o chicha, que es la emulsión que se obtiene de macerar los frutos en agua tibia. El aceite tiene como propiedad eliminar toxinas, alivia la tos, es estimulante de los pulmones, expectorante, relaja los bronquios, disminuye el asma, estimula los movimientos intestinales, alimenta y beneficia la piel, y es un tónico capilar. Los indígenas Nukak de Colombia maceran los frutos cocinados con miel y polen, para hacer un jugo”, señala el Instituto Sinchi.
Por otra parte, el juan soco (Couma macrocarpa), es un fruto similar a una ciruela. El árbol que la produce, de nombre homónimo, es una especie de rápido crecimiento sobre zonas húmedas, según explica el Sinchi.
Juan soco, avichure (Couma macrocarpa)
El juan soco o avichure es una fruta jugosa y cremosa, tiene un agradable sabor dulce; su cascara sin ser rígida, es firme y permite su transporte sin deteriorarse. Sus semillas son comestibles y tienen una textura similar a un chicle. pic.twitter.com/r7l8D3ceAT
De acuerdo con datos de la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia), el fruto maduro contiene “una pulpa amarillenta, dulce y deliciosa muy apetecida por humanos, aves y otros animales”.
La fruta del juan soco tiene un 20 % de azúcar, lo que lo convierte en un muy bien alimento. Su sabor es similar al de la pera. Foto:FrutasColombia
La pulpa es semejante a la goma de mascar y el fruto se consume crudo. Usualmente se recogen verdes y se ponen a madurar; y luego se consumen antes de que estén muy blandos. El sabor es dulce y similar al de las peras. En promedio, cada fruta contiene un 20 % de azúcar.
“En la cuenca amazónica, especialmente, es tal la demanda que los árboles son solamente para cosechar los frutos maduros. En medicina popular, las semillas se usan como vermífugo (que mata o expulsa las lombrices intestinales) y a los niños se les da una o dos cucharadas de látex puro (que da el árbol) como antidiarreico”, resalta Corantioquia.
El a esas dos frutas, y a mucha agua, habría sido la clave para que los cuatro niños hayan logrado seguir con energía para soportar el casi mes y medio que estuvieron en medio de la selva. Todo gracias al conocimiento de la joven mayor, quien según varios de los rescatistas habría sido la heroína de la historia al lograr proveerle a los demás niños tanto agua como alimento (con una dieta mayormente vegetal).
De hecho, de acuerdo con la médico pediatra Clemencia Mayorga, para los niños perdidos la mayor bendición fue el constante a agua, pero también, los conocimientos de los niños mayores, que fue lo que permitió el a estos alimentos que pudieron mantenerlos con energía para seguir luchando por días hasta que fueron rescatados.
“A mí me parece muy importante destacar las capacidades de los dos niños grandes para cuidar a los niños pequeños. Es clarísimo, para mí, que quien le salvó la vida a los niños pequeños, y especialmente al de 11 meses, fueron los niños grandes”, resalta la experta.