Uno de los problemas de visión más comunes en el mundo es el glaucoma, que a su vez es de las principales causas de glaucoma, según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ciegos, nada más en Colombia unas dos millones de personas sufren de esta afección, lo que la convierte en una de las condiciones visuales de mayor prevalencia. Además, se estima que alrededor del 50 por ciento de quienes lo padecen no saben que lo sufren.
Pero, ¿qué es exactamente el glaucoma? Se trata de una condición de los ojos que se da principalmente en personas mayores de 60 años, aunque puede darse en diferentes edades.
Consiste en un grupo de afecciones oculares que pueden dañar al nervio óptico, que es el encargado de enviar las imágenes al cerebro. Sus síntomas se inician de manera lenta, lo que hace más difícil su diagnóstico.
Existen de diferentes tipos, y suelen clasificarse entre primarios y secundarios. Los primeros se dan directamente en el nervio óptico, mientras que los segundos son resultado de alguna otra afección que termina por causar el glaucoma.
El más común de los glaucomas primarios, y de todos en general es el glaucoma de ángulo abierto. Su causa más probable es la acumulación de presión ocular: “Si el líquido del ojo no drena suficientemente rápido, crea una presión que comprime un nervio en la parte de atrás del ojo”, indica el National Eye Institute (NIH), de Estados Unidos.
Por su parte, el glaucoma de ángulo cerrado es una urgencia médica. En este tipo de afección, el borde exterior del iris bloquea el drenaje del líquido, lo que hace que se acumule rápidamente y cause un aumento repentino de la presión ocular. Sin tratamiento, puede causar ceguera en tan solo unos días.
En la categoría de glaucoma secundario sobresalen dos: el neurovascular, cuando el ojo produce un exceso de vasos sanguíneos que cubren la parte en la que se drena el líquido y el pigmentario, que ocurre cuando se desprende el pigmento -o color- del iris.
El algunos casos el glaucoma puede ser congénito, es decir, ocurre en los recién nacidos cuando los bebés nacen con un problema ocular que impide que el líquido
rene normalmente. Ojos nublados, sensibilidad a la luz, lágrimas en exceso y aumento de tamaño son algunos de los síntomas que se presentan en este tipo de casos.
Síntomas del glaucoma
Esta es una enfermedad silenciosa, por lo que, por lo general, es detectada cuando ya está en estado avanzado. Muchas formas de glaucoma no presentan síntomas de advertencia, por ello es normal que las personas no noten un cambio en la vista hasta que la enfermedad está muy avanzada.
La manera más fácil de detectarlo deshacer exámenes oftalmológicos de manera regular.
Sin embargo, es importante estar pendientes de algunas señales de alarma como:
- Puntos ciegos en la visión periférica.
- Visión borrosa.
- Detectar halos de luz.
- Dolores de cabeza leves.
- Dolor en el ojo.
“Si no se trata, el glaucoma causará ceguera a largo plazo. Incluso con tratamiento, aproximadamente el 15 por ciento de las personas con glaucoma se quedan ciegas de al menos un ojo dentro del período de 20 años”, explica la Clínica Mayo.
Si bien cualquier persona puede desarrollar un glaucoma, lo ideal es que consulte sus riesgos con el oftalmólogo. La única manera segura de diagnosticar glaucoma es con un examen ocular completo que medirá su presión ocular, revisará el ángulo de drenaje del ojo y examinará el nervio óptico para comprobar que no haya daño.