La amoxicilina es un antibiótico ampliamente utilizado para tratar diversas infecciones bacterianas en niños y adultos. Conozca cuál es la dosis que se recomienda para los menores de edad.
Según la Academia Española de Pediatría (AEP), la amoxicilina es el antibiótico más comúnmente prescrito para los niños, debido a su amplio espectro de acción y baja toxicidad.
Este fármaco se usa para tratar infecciones del tracto respiratorio superior e inferior, como faringitis, amigdalitis, sinusitis, otitis media, neumonía y bronquitis.
Asimismo, tiene eficacia en el tratamiento de infecciones de la piel, del tracto urinario y gastrointestinales, según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.
La dosis de amoxicilina en niños se calcula en función del peso y la edad del paciente, así como de la gravedad de la infección.
Según la AEP, específicamente la dosis recomendada de amoxicilina es de 50 mg/kg/día, dividida en dos o tres dosis, dependiendo de la gravedad de la infección que presente el menor de edad.
En ese sentido, para efectos prácticos, se puede suponer que un niño que pesa 20 kg necesitará una dosis diaria de 1000 mg de amoxicilina para llevar a cabo con eficacia su tratamiento.
Sin embargo, el uso de este y cualquier fármaco, así como la dosis y frecuencia en que debe tomarse, debe ser recetado por el médico tratante, quien establecerá si es necesario el antibiótico o no.
Es importante tomar algunas precauciones con este medicamento, ya que puede tener algunos efectos adversos que podrían perjudicar la salud de quien lo toma.
Así las cosas, la amoxicilina puede causar diarrea, náuseas y vómitos, por lo que se recomienda tomarla con alimentos para reducir la irritación del estómago.
También es importante completar todo el tratamiento prescrito por el médico, incluso si los síntomas de la infección han desaparecido, para evitar la aparición de resistencias y demás afecciones a las que el cuerpo queda expuesto tras una enfermedad.
Recuerde no automedicarse y consultar con un experto de la salud que pueda tratar sus síntomas, diagnosticarlo, si es necesario, y autorizarle un tratamiento de acuerdo a sus necesidades.
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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