Casi el 25 % de los estudiantes de 7º a 11 º confirmó haber probado alguna vez cigarrillo electrónico o vapeadores

En el marco del Día Mundial Sin Tabaco que se celebra este sábado 31 de mayo, el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana insistió en prestar atención al creciente consumo de cigarrillos electrónicos entre la población joven en Colombia. Si bien el uso de tabaco tradicional ha disminuido en los últimos años, los vapeadores —percibidos erróneamente como inocuos— se están consolidando como la segunda sustancia más consumida después del alcohol en estudiantes de secundaria. 

Lo anterior, a partir de un análisis consolidado de datos de dos estudios del Observatorio de Drogas de Colombia: Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas Colombia en población escolar 2022, y del Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas Colombia en población universitaria 2023,

En el análisis destacan que, en 2022, entre estudiantes de grados 7° a 11° (entre 12 y 18 años), uno de cada cuatro estudiantes afirmó haber probado cigarrillos electrónicos con nicotina alguna vez, mientras que uno de cada ocho jóvenes reportó haber consumido tabaco tradicional. Aunque el consumo regular es menor, las cifras muestran que la reducción entre quienes han probado y quienes continúan consumiendo es más baja en vapeadores que en cigarrillos convencionales, lo que indica una posible mayor retención del hábito.

Entre estos estudiantes (7º a 11º), en el último año, la prevalencia de consumo de tabaco bajó a 8 %, y en el último mes fue del 4,7 %. Para cigarrillos electrónicos, la disminución fue menor, pasando del 25 % (alguna vez en la vida) al 12 % (último mes).

Por otro lado, para estudiantes universitarios, en 2023, el 46,9 % reportó haber probado cigarrillos o tabaco alguna vez. El consumo mensual alcanzó el 15,9 %, con prevalencias mayores en hombres (21 %) que en mujeres (11,1 %).

Para esta población, en cuanto a cigarrillos electrónicos, el 37,9 % dijo haberlos probado alguna vez y el 12,1% los había consumido en el último mes, con mayor frecuencia en hombres (13,5 %) frente a mujeres (10,7 %). A diferencia del tabaco, el consumo de vapeadores es más alto en los estudiantes más jóvenes: 27,3 % entre quienes tienen 18 años o menos, frente al 18,2 % en mayores de 25 años.

El informe indica que hay avances, pero también desafíos para disminuir el consumo temprano de estas sustancias. En los estudiantes de secundaria, el uso de tabaco ha disminuido significativamente en los últimos años: de 46,7 % en 2004 a menos del 11 % en 2022.

Las brechas entre hombres y mujeres también se han cerrado, alcanzando cifras prácticamente iguales en ambos grupos. Sin embargo, en la población universitaria el descenso ha sido más lento. Entre 2009 y 2023, la reducción en consumo de tabaco fue de apenas tres puntos porcentuales. Lo positivo es que se ha reducido la brecha de género, gracias a un descenso del consumo en hombres.

“Aunque las cifras muestran avances en la reducción del tabaquismo tradicional, los cigarrillos electrónicos presentan nuevos retos para la salud pública. La exposición temprana a la nicotina puede afectar el desarrollo del cerebro, aumentar el riesgo de adicción y comprometer el bienestar físico y emocional de niños, niñas y jóvenes. Prevenir el consumo desde edades tempranas no es solo evitar una sustancia: es cuidar el desarrollo y el futuro de toda una generación”, insisten los investigadores del LEE de la Javeriana.

EDWIN CAICEDO

Periodista de Medioambiente y Salud

@CaicedoUcros