'Es un Gobierno que está cumpliendo lo que prometió': representante David Racero habla sobre los dos años de Gustavo Petro

En entrevista con EL TIEMPO, el representante del Pacto Histórico, David Racero, analiza los dos primeros años del gobierno de Gustavo Petro. Asevera que se están cumpliendo las promesas y que solo falta profundizar la educación superior.

(Ingrese al especial: Dos años de Petro: así ha sido su gobierno)

Asimismo, destaca que el respeto a las instituciones aunque reconoce que el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres han golpeado la legitimidad del Ejecutivo.

El Gobierno del cambio llegó a hacer transformaciones tanto del Estado como de la sociedad, no vino simplemente a istrar lo que ya se venía haciendo, representaba justamente una ruptura con el continuismo, que en ese sentido hay que evaluarlo en términos objetivos. Hoy vemos un país que en el último año sacó de la pobreza a más de 1'600.000 personas. Es decir, es un gobierno que está cumpliendo lo que prometió. En términos generales, hoy los colombianos tienen mejores condiciones de vida que en el pasado y eso lo dicen los datos, no nos lo inventamos nosotros. Es un gobierno que sigue insistiendo en que la principal apuesta son los sectores rurales, los más empobrecidos, los populares. Está pendiente profundizar la educación superior, tanto en términos de cupos, pero la cobertura es una promesa que está por cumplirse.

Pese a lo que diga un sector de la oposición, este gobierno sí ha respetado las instituciones, supuesto, vehemente en plantear sus posiciones, pero en todo caso ha acatado cualquier decisión del sector de justicia, fallo de jueces. Han querido plantear que este país se puede volver como Venezuela. Creo que en eso los colombianos hoy pueden tener la certeza y la confianza que este es un gobierno respetuoso con las instituciones y con la democracia. Y que no tenemos ningún tipo de comparación con el vecino país de Venezuela y con su presidente Maduro. Este es un presidente garante de la constitución, de las instituciones. Por supuesto plantea los debates de cambios y está en toda su legitimidad de llevar ese debate al campo popular, porque acá hay sectores en este país que hablan de democracia, pero sin apelar al pueblo, creen que la democracia se puede hacer sin que el pueblo participe, y es una contradicción de sentido. Pues este gobierno seguirá insistiendo en que el pueblo debe participar, y eso es lo que llamamos el proceso constituyente, que ya desembocará en un método de modificación institucional, sea cual sea, asamblea nacional constituyente o reformas acotadas y parciales, es lo que se ha venido haciendo en el Congreso, entre otras.

Los escándalos de la UNGRD han afectado parte de la legitimidad del Gobierno pero el presidente Petro sigue contando con una base del 35% y estos le reconocen su entereza, honestidad y la forma en que ha afrontado la corrupción. Este no es un gobierno del tapen tapen. Este gobierno ha aceptado y asumido. Se le pidió perdón público al país entero.

No ha habido mayor gobierno garante de la oposición. Se ha invitado a sectores contradictores a la Casa de Nariño. Nunca fuimos invitados por el presidente Duque, ni siquiera cuando hubo la crisis del COVID. Hemos tenido errores en el método pero con el ministro Cristo podemos comenzar a producir un acuerdo nacional. Incluso un ejemplo poderoso de ese diálogo es la negociación para comprarle tierra a Álvaro Uribe con miras a la reforma agraria

He insistido por el contrario que con mayor razón debe darse la discusión en el Congreso. El punto de quiebre es cuando los congresistas ponen su interés particular por encima del general. Ahí está el punto de quiebre de nuestro sistema de gestión legislativa. No hay vicio cuando un congresista gestiona recursos para las regiones. Hace parte de su deber. El problema es cuando se aprovecha para fines particulares. En ese sentido, si se dejan de discutir las reformas serán la victoria de los corruptos.

JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO

Periodista de Política