Son varios los argumentos que los analistas políticos esgrimen para explicar por qué en Colombia una opción de centro izquierda no ha podido llegar a la Presidencia de la República, pero tal vez el argumento más recurrente son las constantes divisiones que, cuando se acercan las elecciones, se presentan en este sector del espectro político.
Los últimos meses, que han estado signados por los retos que le ha generado la pandemia del covuid-19 al mundo, han sido particularmente tensionantes para los partidos que se ubican hacia la izquierda del espectro ideológico.
En septiembre del año pasado fue el anuncio del senador Jorge Enrique Robledo y el sector del MOIR de partir cobijas con el Polo Democrático, lo que llevó poco después a la escisión del partido, es decir, un sector de la colectividad se retiró de esta y conformó el movimiento Dignidad.
A comienzos de este año, el sacudón lo propino la noticia de que la representante Ángela María Robledo se separaba definitivamente de la Colombia Humana y el senador Gustavo Petro, con quien hizo llave como fórmula vicepresidencial en las elecciones de 2018.
Si bien ya se habían hecho públicas algunas diferencias entre Robledo y Petro, la separación definitiva golpeó a la Colombia Humana, especialmente por las criticas de la representante Robledo a este movimiento por los “pocos espacios” para la mujer.
“Muchas personas ven una contradicción en varias de las acciones de la Colombia Humana, que no necesariamente refleja el apoyo verbal al movimiento feminista. Esto también incluye declaraciones de Gustavo Petro en algún momento”, advirtió Sandra Botero, doctora en Ciencia Política.
Muchas personas ven una contradicción en varias de las acciones de la Colombia Humana, que no necesariamente refleja el apoyo verbal al movimiento feminista
Luego, el revuelo político se trasladó a la Alianza Verde, donde se han agudizado las diferencias después de que la senadora Angélica Lozano descartará cualquier tipo de alianza con el senador Gustavo Petro. Estas palabras no cayeron bien en un sector del partido.
“Ya es hora de que se entienda por los medios de comunicación, e incluso por la misma senadora, que Angélica Lozano es una parte del Partido Verde mas no es el Partido Verde. Por consiguiente ni es la dueña del partido, ni puede hablar a nombre de todos sus militantes”, comentó Inti Asprilla.
Las diferencias al interior de la Alianza Verde obedecen a que hay por los menos dos tendencias en la colectividad. Algunos más cercanos a la izquierda, entre quienes está el representante Inti Asprilla, se oponen a que se le cierre totalmente la puerta a Petro y han hecho críticas a la alcaldesa Claudia López, quien pertenece a este partido.
Por su parte, otro sector de los ‘Verdes’, en el que hay nombres de la talla de Angélica Lozano y Juanita Goebertus, se oponen a cualquier acercamiento con el senador de la Colombia Humana, quien además es un férreo crítico de la alcaldesa Claudia López.
“Históricamente ha sido difícil que la centro izquierda encuentre consensos, porque mientras la derecha milita y obedece, un poco a manera de lo que ocurrió con los trumpistas en Estados Unidos, del lado nuestro deliberamos, debatimos, discutimos y nos dividimos, pero llegó el momento de un cambio en las fuerzas de poder para 2022 y de un proyecto de largo aliento”, expresó la representante Ángela María Robledo, en diálogo con EL TIEMPO.
La falta de consenso en los ‘verdes’ ha llevado a que incluso algunas cartas que figuran como eventuales candidatos presidenciales de este partido hayan decidido no seguir participando en los encuentros virtuales que se venían haciendo con el fin de buscar un camino para escoger candidato presidencial.
“No asisto más a las reuniones eternas del Partido Verde para discutir las reglas de juego de la consulta interna en la que se escogerá candidato(a) presidencial. Como decimos en mi tierra, ’pónganla como quiera’...”, aseguró el senador Iván Marulanda, carta presidencial de la Alianza Verde.
Este fenómeno, que no es nuevo para este sector político, obedece según expertos, a la forma en la que la izquierda ha desempeñado su papel en la política colombiana.
La izquierda en Colombia se ha preparado para hacer oposición, y es un papel que desempeñan muy bien, pero hasta el momento no se han mostrado como una opción de poder
“La izquierda en Colombia se ha preparado para hacer oposición, y es un papel que desempeñan muy bien, pero hasta el momento no se han mostrado como una opción de poder sólida y eso se refleja en sus divisiones, cada cual tiene su propia de visión de cómo llegar, pero no es una visión conjunta”, planteó el politólogo de la Universidad Nacional Rodrigo Sánchez.
Por su parte, el doctor en ciencia política Javier Duque, en artículo de la revista Razón Pública, aseguró que “la izquierda en general carece de organización institucionalizada y con vínculos estables en los departamentos y municipios. Y sin embargo abundan los líderes nacionales. Igual que los demás partidos colombianos, tanto los históricos (Liberal y Conservador) como los surgidos en la última década, la izquierda se caracteriza por un intenso personalismo”.
Aunque en los últimos días hubo avances sobre varios principios ideológicos entre los sectores de centroizquierda que esperan escoger un candidato a la Presidencia para el 2022 y llegar unidos a la lucha por el poder, entre los que se encuentran el exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo, el exministro Juan Fernando Cristo, el excongresista Juan Manuel Galán, el exnegociador de paz Humberto de la Calle, el senador Jorge Enrique Robledo y la Alianza Verde, a la centroizquierda la persigue el fantasma de lo ocurrido en 2018, cuando por la falta de consensos se atomizaron los votos y perdieron la opción de ser poder nacional.
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