Erika Restrepo, una colombiana que se ha dedicado al comercio de cosméticos, luego de quedarse sin recursos en Palmas de Gran Canaria (España) y, tras acudir al consulado por ayuda para alimentación y estadía, conoció a Francisco Vélez, quien figura como auxiliar de misión diplomática en el consulado de Colombia en Islas Canarias y, según denuncia la mujer, la habría acosado.
Hasta ahora, el funcionario no se ha pronunciado sobre las acusaciones y la cancillería de Colombia dijo que tienen una política de cero tolerancia hacia cualquier conducta que constituya maltrato laboral y que analizarán la situación.
¿Cuándo llegó a España y por qué motivo?
El 25 de diciembre de 2019 llegué a Palmas de Gran Canaria, estaba llena de ilusiones buscando salir adelante, quería gestionar mis papeles legalmente para poder trabajar acá al menos unos dos años. Dejé a mi madre con una sobrina en Colombia, pensando que me iría mejor acá, pero cuando llegué empezó la pandemia y todo se me acabó.
¿Tiene algún familiar en ese país?
No, estoy sola, no tengo a nadie, solo tengo un grupo de WhatsApp con varios colombianos, nos apoyamos todos porque estamos en las mismas condiciones.
¿En qué momento se a con el consulado?
A mitad de marzo y como a finales de abril empecé a hablar con Francisco Vélez por WhatsApp. El primer día que lo llamé fue muy amable, me dio unos números para que yo me comunicara con unas oenegé y con la Cruz Roja, porque esa era la forma en la que me podía empezar a colaborar, fue una persona atenta, yo llamé mucho, muchas veces buscaba cómo comunicarme porque me sentía mal, tenía mucho miedo de quedarme en la calle.
¿Qué tipo de ayuda les pidió?
Yo sabía que no podía volver porque los aeropuertos estaban cerrados, lo que pedía era que me ayudaran con alimentación o un lugar donde poder estar mientras pasaba todo esto y se regulaban las cosas. Luego, cuando conozco al señor y me dice que hay posibilidades de vuelos, le dije que iba a hablar con mi familia para saber si ellos me podían ayudar a conseguir el dinero, para poder regresar, o pedir prestado y a partir de ahí empecé a pedir que me incluyeran en los vuelos humanitarios.
Me quedé impactada, pensé: 'voy a tener que mantenerme en o con esta persona para poder recibir una ayuda'
¿Cómo fue el encuentro con Francisco Vélez?
Yo, muchas veces, escribí, pedí que por favor me tuvieran en cuenta, llamé al consulado de Madrid y ahí me dijeron que acá (Islas Canarias) me tenían que gestionar, que ellos eran los encargados. Cuando me encontré con él, me llevó a hacer una compra de 30 euros y me explicó que eso lo hacía de parte él porque el consulado no tiene medios para comprar nada, me habló muy bien, fue muy atento, muy cordial. Me pareció una persona alegre y me contó que era empresario.
Luego, hicimos las compras de lo que yo necesitaba y volvimos en su camioneta a donde me estaba quedando y bajando los paquetes fue cuando él me dijo que él no se había imaginado que yo fuera una mujer tan linda, pero que lo que más le impactaba era que tenía unas tetas muy buenas y un culo muy grande.
En ese momento, me quedé impactada, pensé: “voy a tener que mantenerme en o con esta persona para poder recibir una ayuda, voy a tener que seguir pidiendo, por medio de este señor, una ayuda para sobrevivir aquí porque no tengo cómo más”.
Después de eso, ¿qué actitud tomó Francisco Vélez?
Yo no le respondí nada y él simplemente me dijo que seguíamos en comunicación, que si yo sabía hacer bien las cosas, él me ayudaba, no me dijo nada más. Después seguimos hablando por WhatsApp, decía que me iba a ayudar y cuando yo conté por redes sociales lo que había pasado, él me bloqueó, hasta hoy me di cuenta.
¿Qué le dijo el consulado?
Hasta hoy puse la denuncia porque no sabía que se tenía que hacer eso, estoy esperando que me respondan algo.
Y mientras responden, ¿qué va a hacer?
Hay personas que conocen mi situación y me están colaborando con comida y dormida, pero ya mis recursos están agotados, no tengo cómo volver a mi país, no sé que voy a hacer, tengo mucho miedo, estoy sola, no tengo recursos, solo pido, por favor, ser incluida en un vuelo humanitario, que tengan piedad, mi mamá está sola y me necesita, tiene 75 años.
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