Terminó el domingo la visita de cuatro días al país de la misión oficial del Consejo de Seguridad de la ONU, integrada por embajadores de 15 países , con el propósito de revisar sobre el terreno los avances del acuerdo de paz firmado entre el Gobierno Nacional y las Farc, en 2016, en especial lo que tiene que ver con el capítulo étnico, la reincorporación de los excombatientes y, desde luego, saber en qué van los diversos espacios de negociación.
Fue una visita importante. Se dio, claro está, un encuentro con el alto Gobierno en Casa de Nariño, con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), además de visitar Buenaventura y a reinsertados en Agua Bonita (Caquetá).
La ONU fue y es un actor fundamental en un acuerdo que silenció miles de armas y ha salvado muchas vidas. Su acompañamiento y verificación son claves para que se les cumpla a los diversos actores, es decir, que los compromisos firmados sean una realidad.
Por ello, que esta misión haya podido escuchar a las víctimas –que como lo dijo a este diario ayer la embajadora del Reino Unido, Barbara Woodward, era tema central–, además de a los reinsertados, y saber de sus éxitos, esperanzas y temores, constituye una necesaria visión de cómo vamos y dónde estamos fallando. Verificar claramente, en busca de que semejante acuerdo cumpla los tiempos y los compromisos, es la misión de este organismo. En tal sentido, la voz del excomisionado de Paz Sergio Jaramillo, firmante del acuerdo, llama a la reflexión con puntos que deberían ser tenidos en cuenta, en especial cuando advierte que la Misión de Verificación, sin un mandato previo del Consejo, le dio apoyo político desde un inicio a la negociación con disidencias que incumplen el acuerdo y han asesinado a excombatientes.
Es por eso que no es menor la expectativa que despierta el hecho de que el Gobierno haya iniciado un proceso formal con la ‘Segunda Marquetalia’. El Consejo de Seguridad evaluará su respaldo. En todo caso, queda confiar en que esta visita traiga beneficios para Colombia, e incluso que le sirva a la misma Misión para una retroalimentación.
EDITORIAL