Superada la 67.ª edición de la Feria de Cali, ha empezado el nuevo año con las celebraciones en Pasto, Manizales y Riosucio. El fin de semana de los Reyes Magos ha sido el momento ideal para llevar a cabo el Carnaval de Negros y Blancos, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad según la Unesco, en la capital de Nariño: las carrozas que se vuelven comentarios sobre la cultura, las murgas musicales, el Día de Negritos, que invita a borrar las diferencias, y el Día de Blancos, en el que todo el mundo se llena de espuma y talco antes de que llegue el Desfile Magno con sus disfraces y sus comparsas, siguen siendo modos de devolverle la fuerza no solo a la región, sino al país entero.
El fin de semana de los Reyes Magos ha sido el momento ideal para llevar a cabo el Carnaval de Negros y Blancos, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad según la Unesco
Este fue un fin de semana lleno de celebraciones. Los bailes de los Carnavales de Ocaña, que acaban de cumplir ochenta años, supieron reunir y alegrar a la gente. El Carnaval del Diablo de Riosucio (Caldas), que avanza detrás del grito “salve, salve, placer de la vida, salve, salve, sin par Carnaval” desde 1911, ha sido un vital desfile de disfraces y faroles, y una suma de conciertos que terminará mañana con la quema del demonio caricaturizado que suele servir de pretexto para la conmemoración. Y la 68.ª edición de la Feria de Manizales, que empezó el viernes pasado con su cabalgata tradicional, marchará hasta llegar al Reinado Internacional del Café en el Teatro Los Fundadores.
Como si no bastara, con la reapertura de su museo y las danzas del Congo que anuncian las fiestas, comienza a asomarse el Carnaval de Barranquilla. Quiere decir que a pesar de los tiempos que corren, de las globalizaciones y las conexiones de las culturas del mundo, las regiones de Colombia no solo han conseguido preservar sus tradiciones, sino revitalizarlas. Y, en los días de la virtualidad, han sabido transmitir lo importante que es el reencuentro con los otros –cara a cara– para la convivencia de cualquier sociedad.
EDITORIAL