¿Le ha convenido a Sergio Fajardo la alianza con López y Robledo?
A juzgar por la última encuesta de Invamer Gallup, sí. Va punteando sin abrir la boca ni salir en medios. En su marca de candidato moderado no ha hecho mella, por lo menos todavía, la incomodidad que supuestamente causó entre su fanaticada antioqueña por aliarse con un izquierdista radical como Robledo, y algo va del centroizquierda al Moir. Sobre todo, no se pactan coaliciones con personas que tienen ideas que uno no estaría dispuesto a defender. ¿Esta coalición de izquierda será capaz de atraer a otras izquierdas?
A este trío le tienen un chiste. Que Robledo dice que coalición sí, pero sin Clara. Claudia, que sí, pero sin Petro. Y Fajardo, que sí, pero sin De la Calle. Más allá del chiste, no hay duda de que lo natural sería que las otras izquierdas confluyeran hacia allá, y no se descarta que también lo haga un sector del liberalismo con ganas de montar la defensa del acuerdo de paz. Pero Claudia López, que lleva la voz cantante (o gritante) de la coalición, se ha mostrado retrechera, por ejemplo, ante el ingreso de De la Calle. Seguro no le interesa que la paz distraiga como bandera para conquistar a un electorado al cual la senadora ya lanzó el pegajoso capote de la anticorrupción.
¿Hasta dónde será capaz de llegar Claudia López?
De esta coalición hay algo cierto: la senadora se trazó un libreto y lo está cumpliendo divinamente. Procedente del peñalosismo, primero se comió al Partido Verde, y quedó de jefa única. Después, a Antonio Navarro, al que tiene por ahí buscando las migajas que le darán en la lista al Congreso. Y ahora puso de pareja a Robledo, en estado de prevaporización, y a Fajardo, conectado definitivamente al respirador artificial de una coalición de origen ideológico difuso.
¿Qué tanto le conviene a Vargas Lleras seguir sin aparecer?
Le han caído por atravesársele a la JEP. Aunque en la única entrevista que dio como exvicepresidente a ‘Semana’ condicionó su apoyo al plebiscito a la posibilidad de reformar el acuerdo en el punto de justicia. Le han caído también porque hábilmente escogió el vehículo de lanzarse por firmas para abarcar sectores más allá de Cambio Radical. Le han caído porque aún no sale al campo de batalla, planteando programas de gran envergadura. Algunos de sus consejeros ven el momento prematuro, dado que Vargas tendría que desgastarse contra más de 10 precandidatos que todavía no tienen aseguradas siquiera sus propias candidaturas. Pero sería importante que, mientras tanto, haga mucha política para reconquistar a Bogotá, donde lo tiene fregado Petro y lo ven como bisagra de dos de los más desacreditados del momento entre los bogotanos: Santos y Peñalosa.
¿Despegará Humberto de la Calle?
Sería increíble no ganarle la candidatura a Juan Fernando Cristo. Pero sigue siendo difícil entender por qué el entusiasmo con el que muchos sectores del país despidieron de su cargo a Sergio Jaramillo no se ha traducido en delirio electoral por De la Calle. La única explicación plausible es que pasó de la negociación a la candidatura.
¿Dónde está Clara López?
Una de las políticas de izquierda más coherentes del país está desubicada. Su paso por el gobierno Santos y el portazo que le dio el Polo la tienen haciendo su campaña a pie. Está desdibujada, no encuentra el vehículo de la coalición sin la cual no llegará ni a primera vuelta.
¿Se desinfló Petro?
De ninguna manera. Cualquiera que sea la fórmula con la que llegue acompañado, que tendrá que encontrar, acariciará la primera vuelta. Mantiene su gran fortaleza en Bogotá y en la Costa, pero Petro, al igual que Vargas, no ha comenzado a hacer campaña, y no hay duda de que tiene campo para cosechar simpatías en otros lugares del país, antes de llegar a su techo, que en cualquier caso no es el de hoy.
¿Se ganará Iván Duque la candidatura uribista?
En las encuestas marca consistentemente hacia arriba. Despacito. Pero tiene dos grandes tareas por delante. Volverse factible ante Uribe y, luego, aparecer factible entre los punteros de las encuestas. Ninguna de esas dos cosas ha ocurrido, por ahora.
Se me quedan por fuera otras candidaturas interesantes. Ya vendrá el momento de analizarlas.
Entre tanto... No se había visto gente más brava que la que salió del estadio Metropolitano el jueves en Barranquilla.
MARÍA ISABEL RUEDA