
Noticia
Celebraciones para pensar
La reflexión sobre los maestros debe ser más profunda que la repetición de lugares comunes.

ESCRITOR Y PERIODISTAActualizado:
La semana pasada se celebró el Día del Maestro, y ese nos compete a todos, pues será muy difícil encontrar a alguien que no haya tenido una relación directa con estos profesionales, por su propia experiencia como estudiante o como padres de familia, tíos, hermanos o abuelos de quienes hoy asisten al sistema educativo en cualquiera de sus niveles.
La celebración implica, en primer lugar, hacer un amplio reconocimiento a todos aquellos hombres y mujeres que han dedicado su vida al servicio de la infancia y la juventud, cultivando el mayor tesoro que tenemos los humanos, que es el desarrollo de nuestras facultades intelectuales y emocionales. Cada persona que haya conseguido progresar en la vida y realizar por lo menos una parte de sus sueños seguramente tendrá entre sus factores de éxito el recuerdo de algún maestro que le ayudó a descubrir sus talentos.
Pero la reflexión sobre los maestros debe ir más lejos y ser más profunda que la repetición de lugares comunes que no siempre apuntan a nuevos desarrollos. Se trata de un conglomerado profesional muy numeroso y diverso, con una enorme responsabilidad social que exige altos niveles de preparación y muchos años de experiencia para adquirir la experticia que requiere asumir la formación de las nuevas generaciones y cerrar las enormes brechas sociales que, en buena parte, se relacionan con las oportunidades de acceder a los bienes del conocimiento y la cultura.
La organización sindical no sustituye la necesidad de asociaciones profesionales, abiertas a quienes trabajan en el sector público y privado, enfocadas al desarrollo autónomo de altos estándares académicos y éticos, como ocurre en otras profesiones.
Sin embargo, la organización sindical no sustituye la necesidad de asociaciones profesionales, abiertas a quienes trabajan en el sector público y privado, enfocadas al desarrollo autónomo de altos estándares académicos y éticos, como ocurre en otras profesiones. A lo largo de los años tuve la oportunidad de participar en eventos de altísima calidad pedagógica organizados por asociaciones profesionales de maestros en Italia y España, que hacían sus congresos y actividades con total independencia del Estado, sin que ello impidiera que al mismo tiempo fueran activos de sus sindicatos.
Las profesiones necesitan madurar a lo largo del tiempo y esa madurez implica la construcción de sus propios parámetros y exigencias, de manera que el resto de la sociedad reconozca y aprecie a quienes se desempeñan en funciones sociales esenciales. Se habla mucho de la dignificación de la profesión, como si la dignidad fuera algo que se otorgara desde fuera, como si el respeto por quienes se dedican a la enseñanza resultara de una ley o de un salario y no del modo en que los profesionales desarrollan su identidad y demuestran su eficacia.
Nota: resulta sorprendente que quienes hasta hace poco tiempo defendían con beligerancia la autonomía universitaria hoy sean cómplices de su flagrante violación. ¿Las órdenes del Presidente eximen a los ministros de su responsabilidad legal?
[email protected]
Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Conforme a los criterios de



EL TIEMPO GOOGLE NEWS
Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

EL TIEMPO WHATSAPP
Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

EL TIEMPO APP
Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

SUSCRÍBETE AL DIGITAL
Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.