Se requieren respuestas

La indiferencia del Gobierno ante el clamor de los colombianos que exigen medidas que devuelvan la tranquilidad y la esperanza es total. El Presidente y sus funcionarios no pueden continuar eludiendo su responsabilidad frente a tal desastre ni continuar culpando a otros.

Juanita Casas Carvajal

SEÑOR DIRECTOR:

Hay quienes creen que ir a la playa, además de las postales que nos ofrece, trae algunos beneficios terapéuticos. Pero en Cartagena resulta siendo toda una prueba jobniana. La última vez que fui con mi familia, hace poco, conté más de veinticinco vendedores ofreciéndonos toda clase de alimentos, bebidas y servicios. Estando allí tres horas, confías que en 25 0 30 minutos, te dejarán en paz. Y no es así, porque operan en un ciclo de ofertas que lo repiten y repiten sin parar. Un vendedor de mango por ejemplo, nos ofreció su producto unas seis veces. El problema aquí no es pensar simplemente que lo hacen porque necesitan trabajar o porque siempre ha sido así. El verdadero problema es tratar de encontrar una solución al acoso incesante y al daño que esta perturbadora costumbre le está haciendo tanto al turismo como a la imagen de la ciudad.

Wadid Arana D.

SEÑOR DIRECTOR:
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El castillo de Marroquín, ubicado al norte de Bogotá, fue construido por el arquitecto francés Gastón Lelarge entre los años 1898 y 1902 en un lote que José Manuel Marroquín, expresidente de la república, heredó de su familia.

Relacionado con un comentario del presidente Petro en el sentido de que el castillo se construyó con dineros producto de la venta del canal a Panamá, es bueno recordar que la fecha de la venta fue el 3 de noviembre de 1903.El primer mandatario ha ordenado a la SAE entregarlo a la universidad Pedagógica para que se eduquen los maestros. Es buena idea convertirlo en un claustro de enseñanza. Ojalá que los estudiantes no lo vandalicen como lo han hecho con la sede de la Pedagógica en la calle 72.

Mario Patiño Morris

SEÑOR DIRECTOR:
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En las reformas pensionales se juega con la demografía, lo cual es peligrosísimo en este momento de cambios poblacionales y cuyos efectos se verán en un par de décadas o menos. Los expertos hablan pero los políticos no oyen.

Enrique Ordoñez