¿Para dónde vamos?

La agresiva reacción de la bancada del Gobierno originada en el resultado negativo de la consulta popular es propia de los malos perdedores. El infundado triunfalismo del Gobierno, previo a la votación, contribuyó a la violenta reacción del Ejecutivo liderada por el ministro Benedetti. Sumado a lo anterior, el presidente Petro desde China cuestionó la votación; y por supuesto, invitó al pueblo a manifestarse en las calles. ¿Acaso no es suficiente la violencia que estamos viviendo en las zonas rurales de Colombia por causa de un fracasado proyecto de paz?

Cómo nos duele el país; cada amanecer, una nueva intranquilidad, un nuevo escándalo de corrupción, un rifirrafe político, una mayor polarización. Cunde el mal ejemplo y el futuro se oscurece y nubla la esperanza. ¿Para dónde vamos?

En menos de un mes han partido hacia la eternidad dos personajes que nos dejan un gran legado de valores, tan necesarios en un momento en que la sociedad pareciera alejarse cada día más. Me refiero a los valores de la solidaridad, la ayuda mutua, la austeridad, la sencillez, la honradez, la igualdad, la ética, la responsabilidad social y la preocupación por los demás. Valores que los hemos estado dejando de lado y por eso es importante recordarlos, tal y como lo hacían el papa Francisco y Pepe Mujica.

Como maestro y como cooperativista, considero que desde la familia y la escuela tenemos la responsabilidad de promover estos principios y valores, los cuales hacen parte de la doctrina de la Economía Social y Solidaria, para que así podamos fomentar una humanidad que impulse el desarrollo integral, responsable con el medioambiente y alejado de ese desarrollo en el que solo importan la ganancia y el consumo desaforado que nos podrá llevar a la extinción, no solo de nuestra casa común, sino de nuestra propia especie, tal y como lo dejaron plasmados tanto el Papa como Pepe.

Todos los días nos debemos preocupar por cultivar la paz espiritual, por enarbolar la bandera de la unidad, de la armonía. Sembrar hostilidades no es prudente ni racional actitud. Lo sucedido en el recinto del Senado contra su secretario, el 14 de mayo en la negación de la consulta popular, es evidencia de escasez de paz espiritual de un servidor público que no sabe perder. El asunto de la autorregulación es vital para las relaciones interpersonales, porque no nos podemos dejar apresar por rabietas y neuras en ningún escenario de la vida. Hay que... “gestionar las emociones de manera efectiva, evitando reacciones impulsivas y fomentando la calma y la reflexión”.